Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 32 segundos
Los países más pobres se verán obligados a esperar hasta dos o más años para recibir las vacunas, si no se aumenta la producción, predicen expertos. Esas estadísticas probablemente no mejorarán ya que al ritmo actual de vacunación –con cerca de 810 millones de personas inmunizadas en 7 meses–tomaría 5.8 años inmunizar con dos dosis al total de la población mundial, que actualmente comprende a 7 mil 837 millones de personas.
De acuerdo con un boletín, ante este panorama, AIDS Healthcare Foundation (AHF), la organización más grande del mundo que trabaja en la respuesta, atención y tratamiento del VIH/SIDA, pidió a los líderes mundiales, particularmente a los del G7, G20 y países de la Unión Europea, que hagan lo necesario para proteger a toda la humanidad y al mundo, apoyando la propuesta de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para renunciar a la protección de las patentes en todas las vacunas contra la COVID-19.
Las naciones ricas se han asegurado la mayor parte del suministro de vacunas y las empresas farmacéuticas se rehusan a compartir tecnología, lo cual limita el acceso a las vacunas para millones de personas en países de bajos ingresos y provoca un mayor riesgo de que las variantes más virulentas del SARS-CoV-2 continúen devastando a la humanidad.
Al respecto, Guillermina Alaniz, directora de Incidencia de AHF para Latinoamérica y el Caribe explicó que estas vacunas fueron financiadas por la gente y deben ser para la gente. “Es completamente inaceptable que todavía haya un debate sobre si las compañías farmacéuticas deben compartir sus conocimientos sobre cómo producirlas”, condenó.
A menos que los líderes mundiales actúen de forma inmediata y consigan que la industria farmacéutica libere o flexibilice las patentes de las vacunas que se producen actualmente, las poblaciones y economías vulnerables seguirán devastadas, habrá millones de muertes más –que se podrían evitar– y la pandemia se prolongaría innecesariamente por años e incluso décadas.
Sudáfrica e India han sido los primeros países en proponer una exención de la propiedad intelectual para las vacunas y tecnologías contra la COVID-19. Desde entonces, esa propuesta ha obtenido el apoyo de más de 100 países. Si lleva a cabo, podría ayudar a las naciones a superar las barreras legales que les impiden producir vacunas genéricas y tratamientos y poner al mundo en el mejor camino para derrotar a la pandemia.
Aunque hoy existen vacunas efectivas para contener la pandemia, el ritmo de vacunación es muy lento en la mayoría de los países, sobre todo en los más pobres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene clasificadas ya siete “Variantes de Interés” para el SARS CoV2 (Epsilon, Zeta, Eta, Theta, Iota, Kappa y Lambda) y cuatro “Variantes de Preocupación”, (Alpha, Beta, Gamma y Delta), estas últimas con mayor transmisibilidad y virulencia, con presencia de casos en personas más jóvenes, menor posibilidad de recuperación, peor evolución y mayor gravedad.
Según datos del diario The Guardian, se requiere una inversión significativa de fondos públicos para desarrollar la mayoría de los medicamentos, y las vacunas Covid-19 no son la excepción. Los gobiernos en total han contribuido con 8 mil 600 millones de dólares para el desarrollo de las diferentes vacunas, mientras que las organizaciones sin fines de lucro han donado casi 1 mil 900 millones de dólares más. Sólo 3 mil 400 millones de dólares provienen de la propia inversión de las empresas farmacéuticas.
Lejos de ser una preocupación, para las farmacéuticas el alargamiento de la pandemia parece ser “parte del negocio”, ya que de continuar se aseguraría la necesidad de producir refuerzos y versiones actualizadas de las vacunas, extendiendo su rentabilidad comercial, a costa de una pandemia que ha cobrado más de 3.8 millones de personas a nivel mundial, 1.2 millones, el 32% del total de los decesos, han ocurrido en América Latina y el Caribe.
Moderna estima que recaudará al menos 18 mil 400 millones de dólares en ventas de la vacuna Covid tan solo en 2021. Pfizer inicialmente esperaba 15 mil millones de dólares para este año, pero sus ingresos han aumentado un 73% (cerca de 26 mil millones).
Por todo lo anterior, AIDS Healthcare Foundation (AHF) sostiene que está plenamente justificado exigir la liberación o flexibilización de las patentes a las empresas farmacéuticas, respetando los acuerdos suscritos con la Organización Mundial del Comercio (OMC), durante el tiempo necesario, hasta que el mundo haya logrado frenar la pandemia.
También te puede interesar:
Suprema Corte genera falsas expectativas y confusión con fallo sobre cannabis: Ricardo Monreal
https://revistafortuna.com.mx/suprema-corte-genera-falsas-expectativas-y-confusion-con-fallo-sobre-cannabis-ricardo-monreal/