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Borgoña es una de las regiones productoras de vino más difíciles de entender, si vemos el tema de la propiedad esto se vuelve verdaderamente complicado en la geografía vinícola francesa, y esto se debe a las reglas arcanas del Código Napoleónico, que establece que al fallecer el terrateniente, todos sus hijos deben heredar a partes iguales (recordemos “liberté, égalité, fraternité”) por lo tanto, la propiedad de la tierra de los viñedos de Borgoña puede ser vertiginosamente compleja con algunas personas dueñas de tan sólo unas pocas hileras de viñas en un viñedo particular.
Con tales pequeñas parcelas, los productores tienden a elaborar cantidades limitadas de vino. Por un lado esto puede causar frustración porque será difícil encontrar ciertos vinos, pero por el otro, hay ciertos beneficios. El primero es que con tantos productores elaborando vinos de un mismo viñedo es muy fácil para los caldos más finos obtener el reconocimiento que merecen. Ya sea a través de un proceso excepcional, o la fortuna del local más fino y elegante.
Aquellos vinos que sobresalen año con año suben rápidamente a lo alto de su grupo. Por supuesto, la oferta limitada de estos vinos aunada a la demanda creciente, casi siempre lleva a que se encuentren en un precio fuera del alcance de muchos, si no que de la mayoría de los consumidores, así que esto quizá no sea un beneficio después de todo.
Una segunda pieza en el rompecabezas de la Borgoña es que este tipo de propiedad de tierra casi de obligación hacia la creación apunta hacia el lado opuesto. Con tan pocas viñas en muchas o en múltiples apelaciones, muchos productores deciden no elaborar sus propios vinos sino vender sus uvas e inclusive, vino en barriles a negociantes.
Como implica su nombre, los negociantes empezaron como intermediarios y a través de los años, varias empresas crecieron lo suficiente para tomar responsabilidades de elaboración de vino. Hoy varias empresas dominan la mayor parte del paisaje borgoñés, y eso no es malo.
Los negociantes pueden crear una situación económica benéfica no sólo para ellos, sino que también trabajan para recompensar a los terratenientes que eligen no elaborar su propio vino y debido a la mera escala de muchos de los vinos ellos pueden ofrecer un gran Borgoña a los consumidores a precios atractivos y justos. Ellos raramente elaboran el mejor vino de una apelación en particular debido al volumen de vino que generalmente tienen que vender, tienden a favorecer un enfoque seguro, a mitad del camino para la elaboración del vino. Pero de nuevo, lo que a primera vista parece una desventaja se puede convertir en una ventaja para el consumidor.
Los productores borgoñeses de vino producen sus vinos en un amplio rango de estilos, mientras esto es parte de lo que hace excitante a Borgoña, no es particularmente útil para aquellos que desean aprender más sobre los vinos de la región, es muy complicado. Si usted espera aprender sobre la región comparando una u otra etiqueta es crucial tratar de encontrar vinos que compartan una filosofía de elaboración.
Descubra las regiones que pueden producir vinos sutiles a su paladar. Permita que las uvas y el terroir le cuenten su historia. Descorché algunos vinos de Borgoña.
Recientemente algunas botellas se mostraron un poco mejor que otras, pero hay vinos que ansío volver a probar.
*Periodista y sommelier profesional. lcarreno@prodigy.net.mx
Twitter: @LoreCarreno