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El crecimiento de la población y la urbanización en la Ciudad de México impactan el ciclo hidrológico propiciando situaciones que afectan el abastecimiento y distribución de agua potable a la población.
Gerardo Ruiz Solorio, secretario general de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, afirmó que el crecimiento poblacional y la urbanización en la Ciudad de México impactan el ciclo hidrológico, ya que reduce la recarga natural, desaparecen cuerpos de agua y se genera contaminación, situaciones que afectan el abastecimiento y distribución de agua potable a la población.
Al estar cubierta por una superficie de asfalto y concreto que no permite la recarga del acuífero sobre el que se edifica la ciudad –el cual abastece en 70 por ciento a la población– esto ocasiona que disminuya el nivel de agua en esta capa, por la extracción a profundidad de este recurso natural, de acuerdo un boletín emitido por la UNAM.
Ruiz Solorio, explicó que otras fuentes de abastecimiento de agua son los sistemas Cutzamala y Lerma, que proveen entre ocho y 20 por ciento, dependiendo de la época del año, a toda la Ciudad que está en constante crecimiento poblacional desde hace diez años. Estos sistemas, expuso, llegan por el poniente de la ciudad y norponiente, por tanto es más fácil la distribución en esas zonas; pero para llegar al sur u oriente se requiere de infraestructura.
Explicó que la dotación de este recurso natural a la ciudadanía es variable, ya que no es el mismo consumo en una casa de interés social –viviendas destinadas a aquellas personas que obtienen ingresos menores en México.- que en una habitacional. La población en la capital, indicó, utiliza el agua principalmente para uso doméstico e industrial, pero las grandes cantidades que se extraen son básicamente por el aumento desmedido de la población, fenómeno que ocasiona mayor demanda y a la vez incremento en el desabasto.
“Algunas zonas de la Ciudad de México no cuentan con agua potable o si la tienen no es de la mejor calidad, esto se debe a que existen pozos que son perforados y no se obtiene el recurso adecuado para la población. Sin embargo, los sistemas de los pozos de Cutzamala y de Lerma poseen un sistema de cloración de tal manera que el agua, al llegar al usuario final, la recibe de manera correcta”, comentó el especialista en hidráulica.
Dijo que con la pandemia las autoridades gubernamentales implementaron una planeación, para atender el servicio con pipas de manera periódica y así establecer una red de distribución para que la población disponga del recurso para su higiene personal y cumpla con las medidas sanitarias durante la pandemia.
Yareth Arciniega Villa