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Directivos de la compañía de mensajería y paquetería Estafeta responden a las observaciones que la Auditoría Superior de la Federación les hizo dentro del informe a su revisión especial por servicios prestados por autoridades aeronáuticas a las líneas aéreas mexicanas concesionadas, que durante 2007 operaron en territorio mexicano
En febrero pasado, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo pública su revisión a la cuenta pública 2007, en la cual incluyó la auditoría especial que hizo respecto de las aerolíneas regulares que operaron en el mercado mexicano durante ese año.
Dentro de sus resultados, publicados por Fortuna en abril pasado, la ASF solicitó al Servicio de Administración Tributaria (SAT) que auditara a las 18 firmas concesionadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (Dirección General de Aeronáutica Civil), y a los órganos internos de control abrir indagatorias al SAT.
Fortuna solicitó al SAT información sobre las observaciones que le hiciera la ASF, sin que hasta la fecha haya una posición al respecto. En entrevista, Ingo Babrikowski, director general de Estafeta Mexicana, y José Antonio Armendáriz, del Grupo Estafeta, explican que su situación tributaria es completamente regular.
En 2008 Estafeta tributó 134 millones de pesos de ISR/IETU; 96 millones de pesos en seguridad social y 341 millones de pesos de Impuesto al Valor Agregado.
La ASF detectó un supuesto faltante en el pago de derechos que recepcionó el Servicio a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) en 2007 y pidió al SAT auditar a las aerolíneas.
Respecto de sus pagos de derechos por el uso, goce y aprovechamiento del espacio aéreo mexicano al Seneam, los directivos de Estafeta exhiben documentos de las cuotas pagadas al área adscrita a la SCT.
Respecto de sus cuotas patronales, la compañía tiene a sus trabajadores en los padrones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). José Antonio Armendáriz explica que “nosotros tenemos a todo nuestro personal, tanto de tierra como del aire, registrados ante el IMSS.
El Grupo Estafeta está formado por varias empresas, una que maneja la distribución, otra la aérea, otra la comercial, las inmobiliarias y de servicios, y el personal de todas está en orden en cuanto a sus obligaciones tributarias, incluyendo sus obligaciones de seguridad social y prestaciones en general; la auditoría podría revisar los registros de cada una”.
El director general explica la política de Estafeta: “Nadie puede ingresar al trabajo si previamente no se le ha dado de alta ante el IMSS. Nosotros estamos al día. El 20 de febrero de este año están fechados nuestros dictámenes sobre los Estados Financieros del grupo”, sin observaciones del auditor externo.
Armendáriz habla de las complicaciones que enfrenta el sector de carga en México: “No hay aeropuertos adecuados para operar carga; es un problema serio que ya lo ha advertido la ASF en relación con el desarrollo de aerolíneas de bajo costo”.
En cuanto a los servicios de navegación aérea, explica que un problema es que en los aeropuertos mexicanos los horarios de aterrizajes y despegues se registran de forma manual, pues “mientras se sigan registrando de esta forma van a surgir diferencias” entre lo que registran los aeropuertos y lo que declaran las compañías ante Seneam.
“Nosotros a la fecha actual hemos aclarado ante el Seneam las diferencias surgidas en nuestras declaraciones”, detalla.
Cita que otro de los problemas que enfrentan las aerolíneas, en especial las de carga, son los limitados horarios de operación de los aeropuertos (por ejemplo de 7:00 a 19:00 horas), por lo que todavía se hace necesario la extensión de horarios, ya que el servicio de carga se opera fundamentalmente durante la noche.
No obstante, Armendáriz considera que para efectos de orden en los mercados y sana competencia en la aviación, deben de revisarse los criterios aplicables para las operadoras de vuelos de fletamento, tanto nacionales como internacionales.
“Cada año, las aerolíneas concesionadas tenemos una verificación mayor, a fondo, de parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Hemos tenido experiencia de que salimos bien de nuestras inspecciones, que implican la revisión de cada avión, su mantenimiento y reparación, así como de la actualización de instrumentos jurídicos con base en los cuales operamos y la situación financiera que garantice la permanencia del servicio, pero esa revisión no se les hace a las empresas fleteras”.