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Algar Telecom, que disputaba al consorcio formado por la española Telefónica; Claro, del empresario mexicano Carlos Slim, y TIM, el control de Oi, en Brasil, interpuso una denuncia sobre la operación, alegando una concentración de mercado.
Cuando todo parecía encarrilado a la consolidación de las telecomunicaciones móviles en el gigante sudamericano, Algar anunció que el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) de Brasil admitió a trámite un procedimiento administrativo contra dicha operación, según el diario español El Economista
La denuncia cuestiona una transferencia de activos valorada en 3,195 millones de euros y decidida en subasta pública el pasado 14 de diciembre.
Entre otros argumentos, Algar apunta que la venta de Oi a los tres principales operadores del mercado agrava la concentración del sector, al beneficiar a un consorcio que en conjunto tiene un peso del 81% del mercado.
Telefónica -a través de su marca Vivo- tendría una participación de 32% del negocio, frente al 25% de Claro y el 23% de TIM.
Algar Telecom, el quinto mayor operador de telecomunicaciones en Brasil, mostró interés en su momento por Oi, al presentar una oferta conjunta con Archy, que no alcanzó los 15,000 millones de reales brasileños de la oferta inicial, y lejos de los 2,600 millones de euros presentados por los hoy ganadores de la subasta.
Citando a medios de comunicación locales, Algar dijo que “el proceso (de Cade) será más largo que lo que esperan los involucrados”.
Sin embargo, en un escenario de un nuevo concurso, Algar también se perfila como jugador relevante en el reparto de espectro, clientes y redes de Oi frente a Telefónica, Claro y TIM, por lo que las empresas estarían en la posición de analizar posibles desinversiones, a los que presumiblemente el grupo ganador está ya obligado, según la información de El Economista de España.
Mediante la operación recién concretada, la terna se distribuirá entre sí 4,000 sitios de Oi y 92 MHz en distintas bandas (1700 MHz, 1800 MHz, 1900 MHz, 2100 MHz y 2,5 GHz), además de 37.6 millones de clientes, de los cuales, 24.3 millones corresponden al esquema de abonados o de contrato.
La fiscal general adjunta del Cade, Samantha Dobrowolski, es otra voz que ha apuntado que la adquisición de la terna podría representar una posible concentración de mercado.
Recientemente, la funcionaria ordenó a los fiscales federales y estatales de todo el país iniciar procedimientos para ayudar a investigar las presuntas irregularidades en la oferta del consorcio ganador.
Con motivo del reciente acuerdo de la venta de las torres de móviles Telxius a American Tower, Telefónica apuntó que entre sus prioridades figura la formalización de la compra de Oi en Brasil.