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En una carta firmada por tres Secretarios de Estado del gobierno estadounidense, la administración de ese país enlistó los impactos que dejaría la decisión de no respetar los contratos firmados en el sector de la energía por empresas estadounidenses.
La carta firmada por el Secretario de Estado, Michael Pompeo, por Dan Brouillette, titular de la Secretaría de Energía y Wilbur L. Ross, responsable de la Secretaría de Comercio de Estados Unidos, se reconoce que el gobierno de ese país valora la cooperación entre ambas naciones y la posibilidad de superar juntos los desafíos económicos y de salud que impone la situación actual.
Ambos gobiernos, establece la carta, buscan maximizar la relación económica, especialmente con la vigencia del T-MEC, lo que representa prosperidad para ambas naciones.
Sin embargo, la misiva recuerda que – como ya se ha comentado entre ambos gobiernos – las recientes decisiones normativas del gobierno mexicano en el sector de la energía han creado una incertidumbre significativa sobre los procesos regulatorios de México, especialmente con respecto al sector energético.
Aún más, la carta firmada por los tres secretarios de Estado asegura que estas medidas regulatorias han dañado el clima general de inversión de México.
Recientemente, enfatizaron, “nos han preocupado los informes contenidos en un memorándum del 22 de julio, seguido de una reunión el 22 de septiembre con los reguladores que supuestamente recibieron instrucciones de bloquear los permisos para proyectos de energía del sector privado y ejercer su autoridad regulatoria para favorecer a las empresas de energía estatales.
De ser cierto, esta instrucción sería profundamente preocupante y suscitaría preocupaciones con respecto a los compromisos de México bajo el T-MEC.
Además, agrega, se dañarían varios proyectos del sector privado respaldados por Estados Unidos en el sector energético.
Estas medidas, de acuerdo con la carta, podrían afectar negativamente a cientos de millones de dólares de Estados Unidos, inversiones públicas en energía del gobierno en México realizadas a través de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, el Banco de Exportación e Importación de los Estados Unidos (EXIMBANK) e inversiones públicas de los Estados Unidos y México a través del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBANK).
Y apunta: “Si bien respetamos el derecho soberano de México a determinar sus propias políticas energéticas, estamos obligados a insistir en que México cumpla con sus obligaciones del T-MEC, en defensa de nuestros intereses nacionales, que incluyen inversiones financiadas por el contribuyente estadounidense”.
Los tres secretarios de Estado del gobierno que aún encabeza Donald Trump aseguraron que las metas de esa administración están firmemente alineadas con su interés en asegurar el futuro fuerte y próspero de México. Un clima de inversión atractivo, respaldado por regulaciones aplicadas de manera no discriminatoria, puede crear empleos y fomentar la inversión necesaria para asegurar la autosuficiencia energética de México al tiempo que mantiene los costos de energía asequibles para los consumidores. Esperamos sinceramente poder colaborar con usted en estos importantes objetivos para
Asegurar que nuestra asociación económica continúe profundizándose y expandiéndose en beneficio de los pueblos mexicano y estadounidense.
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