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México perdió el ritmo de crecimiento mensual que había venido mostrando desde junio pasado ante el paulatino levantamiento de las restricciones a la movilidad social, lo que alentó la expectativa de retrocesos en la última parte del año ante el riesgo de rebrotes de Covid-19.
Un reporte emitido por el banco local Bx+ este jueves destaca que si bien el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) avanzó 7.3% entre junio y julio pasados, perdió vigor entre agosto y septiembre, con un avance de sólo 1.25%.
Según datos del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (Inegi), el IGAE repuntó 8.9% en junio y 5.7% en agosto y que desaceleró entre agosto y septiembre a tasas de 1.1% y 1.0%, respectivamente,
A tasa anual, el IGAE exhibió una caída de -7% en septiembre contra igual mes de 2019, lo que llevó a economistas y al propio Inegi a confirmar una caída del PIB de -8.6% al tercer trimestre.
Los datos económicos de septiembre volvieron a colocar al Sector Agropecuario como la rama económica con el mejor desempeño en este año, con un avance anual de 5.1%, en contraste con los retrocesos de las actividades secundarias y terciarias, con -7.5% y -7.1%, respectivamente.
Endeble
Expertos señalan que la constante reapertura de la economía seguirá permitiendo una mayor actividad y la restitución del empleo, abriendo brecha a las inversiones y al consumo, pero advierten que la elevada incertidumbre en torno a la evolución de la epidemia y la ausencia en México de una de una política fiscal contra cíclica propiciarán una recuperación modesta y frágil.
En las minutas de la Junta de Gobierno más recientes del banco central se estima que la economía mexicana exhiba un declive de -8.9% en 2020.
El porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria aumentó de 38.5% en el tercer trimestre de 2019 a 44.5% en el tercer trimestre de 2020.
Según datos desagregados del Consejo Nacional del Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) entre el primer y tercer trimestre de este año, el porcentaje de la población que recibió un ingreso menor al valor de la canasta básica se disparó en 25%.