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Voces autorizadas han tocado el tema desde antes de la Reforma Energética de 2012. Con más vehemencia en la administración actual, con el signo autoproclamado de austeridad y combate a la corrupción. Lo cierto es que los números del estado de salud de las Finanzas Públicas en México padecen de un lastre que se llama Pemex.
El último informe que dio a conocer la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la semana pasada lo reitera: Si bien el desplome de la economía mexicana en el segundo trimestre del año exhibió el impacto de la Pandemia, con una contracción de los ingresos presupuestarios de 3.7% en términos reales, el tema fue la llamada empresa productiva del Estado.
Los ingresos petroleros mostraron un declive de 41.3%, la caída más alta que se tenga registro desde 1990 para un periodo abril-junio.
Expertos y el propio gobierno esperan un mayor déficit y un mayor nivel de deuda, aunque las perspectivas y estimaciones difieren. Con proyecciones ajustadas a la baja de la caída económica para este año, la SHCP estima un faltante de ingresos por 287.7 mil millones de pesos (mmdp) para 2020. De este monto 179.4 mmdp provienen de menores ingresos petroleros.
Los efectos de la pandemia en la actividad de la economía mexicana -que traía un ritmo débil ya desde el último semestre de 2018, que derivó en recesión- implicarían un faltante en los ingresos tributarios de 402.5 mmdp respecto a lo programado por las autoridades. El faltante de ingresos se compensaría, en parte, mediante el uso de fondos y fideicomisos por un total de 311.5 mil millones de pesos.
Según las proyecciones de Hacienda, habrá un aumento en el gasto programable de 162.8 mmdp respecto al plan original por una reducción de las participaciones a estados y municipios de 137.3 mmdp.
Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) ahora se estiman en -5.4% del PIB desde -2.6% del PIB del estimado anterior.
Hacienda estima que la razón deuda neta sobre PIB toque un nivel de 55.4% del PIB al cierre de este año, contra 44.4% del PIB con el que cerró 2019.
Con proyecciones mayores de una caída del PIB mexicano al finalizar 2020, instituciones financieras globales y locales, economistas y expertos indican que la razón deuda neta frente a PIB llegará a un nivel de 57.5% del PIB.
La conclusión se desprende de una proyección de un hundimiento de entre -9% a -12% de la economía de México, frente al ajustado hecho por Hacienda la semana pasada de -7.6%.
El peso de la carga
La semana pasada, también Petróleos Mexicanos dio a conocer sus resultados del segundo trimestre del año: Si bien, a primera vista, Pemex reportó una pérdida menor a la esperada -pérdidas de 1.9 mmdp contra -23.9 mmdp anterior- lo cierto es que un mejor desempeño del peso y una profunda caída en la carga fiscal de la compañía arrojaron esos resultados.
Los pormenores del informe, sin embargo, son reveladores. O el diablo está en los detalles: Entre abril y junio pasados, Pemex registró una pérdida operativa por 1.3 mmdp, que compara negativamente con un ingreso -por un monto similar, de 1.31 mmdp- registrado en igual periodo de 2019.
Las ventas totales de la petrolera disminuyeron en 36.1% en el segundo trimestre, atribuible a la caída de la demanda interna y los precios internacionales del petróleo.
Según expertos, Pemex, además, presenta enormes adeudos con proveedores y contratistas. Pemex mismo dice que existe un proceso de “negociación institucional” de reprogramación de pagos, indica el columnista David Shields en su columna Energía a Debate de ayer.
Shields asegura que Pemex Exploración y Producción ha informado a contratistas que a partir del mes en curso, agosto de 2020, no habrá pagos. Que los servicios realizados por terceros serán facturados en 2021. Al cierre de año, de acuerdo con la información del analista, Pemex terminaría con una deuda “no declarada” con sus contratistas de cerca de 150 mil millones de pesos.
“Hacia adelante, creemos que la posición de la compañía se tornará más compleja.
“Pemex enfrenta fuertes vencimientos, por lo que no descartamos la necesidad de un nuevo apoyo fiscal extraordinario en una coyuntura en la que las finanzas públicas enfrentan una perspectiva desafiante”, advirtió por su parte en un reporte especial el banco global Citibanamex.