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La pandemia del Covid- 19 mostró que las empresas no estaban del todo preparadas para actuar rápidamente frente a una crisis, así lo reconoce más del 50 por ciento de las organizaciones en México que debieron diseñar acciones en el momento por carecer de un plan.
El desafío se concentra ahora en tener un programa de acción para retornar a cierta normalidad.
“En este proceso muchas compañías están viviendo una coyuntura crítica al tener que pasar de una fase de trabajo remoto a re iniciar operaciones, y todo ello en el marco de operar con protocolos de distancia física”, señaló Héctor Márquez Pitol, director Comercial y de Relaciones Institucionales en ManpowerGroup México y Centroamérica.
Para que el plan de retorno laboral sea exitoso, dijo, además de lineamientos de distancia, debe incluir controles de efectividad y agenda de sesiones regulares para obtener la retroalimentación de los colegas respecto a sugerencias de mejora.
El directivo detalló que el trabajo remoto demostró que los líderes de todos los niveles requieren aprender a delegar, a confiar, a supervisar de manera distinta los objetivos de sus colaboradores y a motivar a sus equipos.
Como parte de los aspectos que un plan de retorno laboral hacia ‘la nueva normalidad’, ManpowerGroup en alianza con otras firmas de capital humano desarrolló el informe “Una guía práctica para un regreso seguro”. De ella se desprenden estos cinco aspectos:
1.- Preservar la salud de los colaboradores
En donde el home office o trabajo remoto haya sido exitoso y productivo, las organizaciones deben considerar extender este esquema laboral para disminuir los traslados de los colaboradores y facilitar el uso del transporte para quienes deban llegar a sus lugares de trabajo.
Con equipos trabajando desde casa, también es importante estar al tanto de las necesidades de los colaboradores para monitorear su bienestar y obtener su retroalimentación.
2.- Comunicarse interna y externamente es crítico:
Hay que seleccionar los canales y las herramientas más apropiados para comunicarse con los colaboradores en temas relacionados con la salud. Aquí será de ayuda la capacitación en línea, el uso de posters sobre el lavado de manos y otras reglas críticas de higiene, el envío de boletines internos relacionados con actualizaciones de salud, reglas y regulaciones.
Para el ingreso por primera vez de clientes o terceros, se debe proporcionar información específica sobre salud y seguridad frente al COVID-19, además de facilitarles el equipo de protección personal, en caso de ser necesario.
3.- Distanciamiento físico:
Apoya el cumplimiento de las medidas de sana distancia a través de marcas físicas en pisos, paredes, áreas de trabajo y pasillos, particularmente en “puntos de concentración” como escaleras y corredores.
En edificios de baja altura, los elevadores deberán priorizar a las personas con discapacidad.
Dividir a los colaboradores por departamentos o áreas puede servir para alcanzar el mismo objetivo, por ejemplo, durante las horas de comida.
Las barreras transparentes y otros elementos que ayuden a separar al personal son de igual importancia para la operación funcional del negocio, y reducen el ausentismo por enfermedad.
4.- Pruebas, vigilancia y monitoreo de la salud:
Los empleadores deberán asegurarse del monitoreo de la salud de los colaboradores, así como de la evaluación y vigilancia de protocolos oficiales, los cuales deberán hacerse públicos.
Si alguien se infecta en el trabajo con COVID-19 o tiene síntomas, o si un miembro de la familia del trabajador está infectado, un período de cuarentena en casa será necesario. Es recomendable aplicar una prueba para determinar un regreso seguro al trabajo.
5.- Viajes y logística:
Las empresas que envían y reciben mensajería, deberán desarrollar protocolos complementarios, en coordinación con las compañías de logística. Por ejemplo, pueden utilizar Apps que confirman la entrega.
*Por Pilar Martínez