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Sin un panorama realista sobre las Finanzas Públicas quedaría cancelada una estrategia fiscal necesaria para México en medio de una crisis sanitaria, humana y económica global sin precedentes, solo comparable con la Gran Depresión de 1929, advirtieron expertos.
En el centro de los impactos, hay una fuerte recesión de la actividad económica del País, donde las proyecciones apuntan a un segundo trimestre (abril, mayo, junio) desastroso, con un desplome del PIB de -30%, para finalizar 2020 en rangos que oscilan entre -6.5% a -10% del PIB, con una media de -7%.
Firmas globales como el banco BBVA, inclusive, no descartan un hundimiento de la economía mexicana de hasta -12% en este año, de prevalecer las condiciones actuales de inacción y factores externos como una caída libre en los precios de la mezcla mexicana de exportación o una re apertura más lenta de la economía de EU. Bajo el escenario más negativo, BBVA anticipa presiones en el mercado laboral con pérdidas de empleo para hasta 1.5 millones de personas.
Mariana Campos y Alejandro García, del think tank especializado en el escrutinio de las Finanzas Públicas, “México Evalúa”, urgieron a las autoridades fiscales comandadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a actualizar la política macroeconómica de México para contar con un “panorama realista” de las finanzas públicas.
Sin embargo, el anhelo dista bastante de la realidad.
A principios de abril, el gobierno presentó los Pre criterios Generales de Política Económica, con un estimado de una caída del PIB mexicano de -2.9% para este año, en contra de todas las proyecciones de especialistas, y sin contar con números negativos en los precios del crudo.
Si bien el Gobierno Federal ha echado mano de los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de las coberturas petroleras y de la liquidación de fideicomisos, los analistas Campos y García advierten que éstos “podrían no alcanzar” en la crisis que apenas comienza.
La deuda que tendría que asumir el Gobierno, en su carácter de Estado, tendría que ser mayor.
México Evalúa estima una pérdida de ingresos tributarios para el País en 176 mil millones de pesos (mdp) más a la anunciada por el Gobierno en los Pre Criterios Generales de Política Económica, para llegar a un total de 276 mil mdp, contra la proyección oficial de una caída de 155 mil mdp.
“Hemos calculado que (si la economía) decrece 6%, los ingresos tributarios tendrían una disminución de 276 mil millones de pesos respecto a lo aprobado para 2020”, destaca, lo que significa que la caída de ingresos prevista por Hacienda es 78% menor contra un escenario de una caída del PIB mayor consensuado por expertos.
García y Campos advierten que el escenario oficial que ubica la caída de ingresos tributarios en casi 80% menos a las cifras contempladas por el think tank no consideran el terremoto que sacudió al mercado petrolero internacional el 20 de abril pasado, cuando el contrato West Texas Intermediate (WTI) no solo se desplomó, sino casi pulveriza, al cotizar en -37.63 dólares por barril; es decir, cuando este commodity de referencia internacional dejó de tener valor por primera vez en la historia.
Además, la Secretaría de Energía pactó con la OPEP+ disminuir la plataforma de producción de crudo, lo que se traduce también en una mayor pérdida de ingresos presupuestarios: la producción de petróleo nacional promedio prometida por la Sener implica perder 54 mil mdp por concepto de ingresos petroleros.
México Evalúa indica que no está por demás acordarnos de un dato relevante en esta etapa turbulenta: por cada dólar que pierde la mezcla mexicana de petróleo, el Erario deja de percibir 13 mil mdp. Y el think tank hace un ejercicio más real, de no sostenerse el estimado de Hacienda de 24 dólares por barril para este año.
Bajo un escenario más viable, con la mezcla en 14 dólares por barril, México dejaría de ingresar más de 130 mil mdp. Y esto es adicional a la pérdida estimada por México Evalúa, 78% mayor a los ingresos tributarios contemplados por el Gobierno Federal.
“Recomendamos la creación de un Consejo Fiscal que opere de manera permanente, con particular diligencia mientras la estabilidad económica se encuentra en riesgo”, advierte el think tank.
“La crisis no sólo es sanitaria (y) el Consejo de Salubridad General no es la única instancia técnica que debe analizar, deliberar y emitir recomendaciones”, alertó.