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Desde mediados del 2017 se reformó la Ley General de Salud, con la intención de que la Cannabis (mariguana) pueda utilizarse para fines médicos, terapéuticos, científicos, recreativos y personales. Sin embargo, las discusiones en el Congreso para legalizar toda la cadena de producción de la mariguana, incluidos productos terapéuticos no se han concluido y por ello no se cuentan con la reglamentación necesaria para determinar vía evidencia científica su uso médico y sea con ello verdaderamente claro y acorde a la realidad del sistema de salud mexicano.
Por ello, un grupo de grupo multidisciplinario de doctores y especialistas de la salud física y mental integrantes de la Asociación Mexicana de Investigación de Cannabis (Amexicann), que tienen respaldo y están vinculados con la UNAM, han dirigido sus esfuerzos, con la determinación de que la cannabis puede hacer una diferencia en enfermedades como la epilepsia (hay un millón que la sufre en México), servir como medicina para combatir dolores derivados de enfermedades crónico degenerativas.
Los investigadores y médicos, integrantes de la Amexicann piden a los legisladores que en la última versión de la iniciativa para la cannabis, que complementaría las reformas a la Ley General de Salud, ahí se formalice la posibilidad de producir para investigar la mariguana con fines médicos, farmacéuticos y terapéuticos.
“En la experiencia internacional hay elementos que permiten esperar prometedores usos medicinales y terapéuticos de la o las sustancias activas de la cannabis, por ejemplo en padecimientos de neuropsiquiatría, cardiología y cuidado paliativos o control del dolor, derivado de diversas enfermedades crónicas degenerativas, no obstante, a nivel nacional, para conseguir evidencia científica es necesario, antes que otra cosa, una adecuada legalización en lo referente a la investigación y desarrollo en torno a la mariguana”, indicó en entrevista el psicólogo Luis Fernando Hernández Lezama, integrante del Comité Científico de Amexicann.
México, agregó, tendría todo para estar en la cabeza del uso medicinal, terapéutico y farmacéutico de la cannabis. Pero urge que se reglamente su investigación, se trata, en pocas palabras, utilizar las sustancias de la cannabis para fines médicos.
La Asociación Mexicana de Investigación en Cannabis, ha encaminado sus esfuerzos para formalizar y encabezar las investigaciones en México, con todo y sus vacíos legales, explicó Manuel Lara, miembro fundador de la Asociación. Por ello, dijo, la Amexicann ya lleva varios seminarios, investigaciones y estudios sobre la cannabis en México, muchos de ellos vinculados a la máxima casa de estudios.
“Ahora le toca al Legislativo, por un lado, y a la Secretaría de Salud, por el otro, sacar adelante el entramado legal para permitir la investigación y el uso médico”, explicó Manuel Lara.
Por su lado, el psicólogo Hernández Lezama dijo que en México existe un mercado informal de cannabis para uso medicinal, innumerables marcas sin registros sanitarios, sin transparencia en sus composiciones, que podrían poner en riesgo a quienes los toman o usan, debido a que carecen de fundamento científico. Además, explicó que en el país existe una fuerte tradición en el uso de la herbolaria para fines medicinales, que podría tomarse como un importante referente para los posibles usos de la cannabis, sin embargo, por sí solo el uso derivado del conocimiento popular o empírico no basta para determinar la eficacia de los tratamientos ya disponibles, ante ello es indispensable contar con sustento científico del uso de las sustancias activas de la planta.
Para la Amexicann urge tener claridad legal en la producción e investigación donde se pueden utilizar los cannabinoides (sustancias TCH y CBD) para usos medicinales.
El integrante del Comité Científico de la Amexicann, considera que México puede llevar un liderazgo en el uso medicinal de la mariguana, incluso más que en Estados Unidos
El abogado Manuel Lara dijo que existe la confianza de que el Congreso vaya a emitir las correctas reglas que sean el marco legal para iniciar las investigaciones. “A nosotros los que nos interesa como asociación es aportar evidencias científicas del uso de la cannabis, y quitar la perspectiva que se tiene, por un lado, que es una panacea y por el otro lado los efectos dañinos por el uso de la mariguana. Nosotros queremos aportar evidencia científica del para que toda la sociedad tenga un beneficio en su salud”
“Estamos confiados de que la regulación que se dé finalmente, cumpla con todas las expectativas de producción, de cultivo, siembra, cosecha y transportación, pero sobre todo lo que nosotros nos interesa es la parte de investigación que, por un lado, la ley considerará la parte de la cadena de producción, pero por otro lado los reglamentos darán el camino a seguir para que la Amexicann haga la investigación científica.
Por su parte, el psicólogo Hernández Lezama dijo que las reglas orienten a que el uso terapéutico del cannabis esté debidamente basado en conocimiento científico, que se quiten los mitos, que no se pretenda utilizar como producto milagro, que se plantee claramente en qué marco de investigación se debe generar evidencia de para qué sirve, cuándo un paciente la puede usar, cómo se la debe administrar un médico en tiempo y en qué dosis, qué tipos de padecimientos se puede utilizar y que esto determine claramente enmarcado derivado de la investigación científica.
“La asociación es lo que impulsa, que todo esté basado en conocimiento científico. Hoy sabemos que hay experiencias, aunque son meramente anecdóticas, o sea solo han sido poco pacientes y no sabemos si en todos funcione igual o las dosis sean. En la actualidad existe evidencia empírica que se puede tratar el dolor, de muy diferentes tipos, desde el dolor que produce el cáncer, hasta los dolores crónicos de enfermedades como artritis, osteoartritis, lumbalgias. Sabemos que también existen reportes de usos en casos de epilepsias refractarias, en autismo, pero insisto, todos estos casos son reportes aislados que carecen aún de evidencia científica, por ello es necesario realizar protocolos de investigación que deriven en evidencia científica de sus posibles usos y beneficios terapéuticos”, reiteró.