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La quinta generación (5G) representa un avance tecnológico muy importante en la industria de telecomunicaciones móviles, que implicará no sólo un incremento de 200 veces en la velocidad de descarga de datos por Internet en su comparativo respecto a 4G, sino que también permitirá la conexión a una gran variedad de dispositivos con una conexión de baja latencia (demora en la transmisión). Así habilitará, el desarrollo de aplicaciones y dispositivos que coadyuven a una mayor eficiencia en los procesos productivos y en la realización de actividades en las que interviene la conectividad.
Este gran cambio estimulará una nueva era de dispositivos inteligentes conectados, al posibilitar de manera efectiva la conectividad en autos, la entrega remota de servicios de atención médica e internet de las cosas. Todo ello bajo un entorno de uso óptimo del espectro radioeléctrico, eficiencia energética, cobertura ubicua y amplia capilaridad de las redes.
Ya el año pasado Qualcomm dio a conocer que el 5G se está comenzando a desplegar de manera global y de manera más expedita que generaciones celulares previas. Qualcomm Technologies cuenta con más de 75 proyectos de desarrollo de 5G, por lo que advierte que es prácticamente una realidad.
Con 5G serán posibles “velocidades de descarga superiores a un gigabit por segundo y una capacidad de respuesta sin precedentes […] la transmisión de video 4K está destinada a ser prácticamente ubicua e ininterrumpida, tal como transmitimos música hoy. Los juegos con calidad de consola se transmitirán en dispositivos móviles a través de la nube, y nuestros teléfonos tendrán acceso casi instantáneo al procesamiento en la nube, almacenamiento e inteligencia artificial para aplicaciones pesadas como el procesamiento de video”.
Adicionalmente, se proyecta que en 2022 el tráfico de 5G equivaldrá al 12 por ciento del total cursado en redes móviles en el mundo. Aunque se estima que para ese año sólo 3.4 por ciento de las conexiones correspondan a esta tecnología, estas generarán en promedio 2.6 veces más tráfico del que registran aquellas de 4G, por lo que su impacto en el tráfico total será mayor.
Conexiones Móviles y Tráfico Global por Tipo de Red
Fuente: Cisco Visual Networking Index
Por otro lado, Qualcomm prevé que 5G elevará al dispositivo móvil a convertirse en un elemento revolucionador de la operación social y productiva, aun más de lo que lo es ya hoy. De esta forma, en el año 2035 esta evolución tecnológica habilitará un beneficio económico de 12.3 trillones de dólares, proveniente de una gran variedad de industrias, desde el comercio minorista hasta la educación, desde el transporte hasta el entretenimiento, al permear a una gran variedad de productos y servicios.
Se prevé que la cadena de valor de 5G móvil, por sí sola, podría generar hasta 3.5 trillones de dólares en ingresos en 2035 y generar un aproximado 22 millones de empleos. Todos estos beneficios, en su conjunto, impulsarían el crecimiento del PIB mundial, con una contribución equivalente a aquella de un país del tamaño de India, el cual actualmente se posiciona como la séptima economía más grande del mundo.
Por ello, diversos gobiernos del mundo se han enfocado en la instrumentación de políticas públicas, regulatorias y de administración eficiente del espectro radioeléctrico, así como en la determinación de acciones legislativas con el propósito de incentivar el despliegue e inversión en infraestructura de telecomunicaciones de 5G.
En este sentido, México debe concertar, planificar y determinar cuál será la vía para materializar esa realidad tecnológica. Ello en favor de la conectividad plena y eficiente en México y, por consiguiente, en beneficio de todos los mexicanos y la actividad económica en el país.
Lecciones desde Colombia
Se suele pensar que sólo los países económicamente más avanzados han dado pasos en la adopción de 5G. La prospectiva no apunta en tal dirección.
A la fecha Colombia, país que forma parte de la misma región y cuenta con condiciones socioeconómicas similares a México, se organiza y registra avances hacia la adopción y despliegue de este estándar tecnológico.
A inicios de 2019, la Agencia Nacional del Espectro en Colombia (ANE) abrió una consulta pública para recibir comentarios que servirían de insumo para la construcción de una hoja de ruta para las redes 5G. Con este anuncio sentó las bases para comenzar el proceso de despliegue. Los principales temas que se vertieron en esta consulta fueron: las bandas de frecuencia prioritarias, incentivos para el despliegue y adecuación de 5G, así como el tipo de las aplicaciones que tendrán un mayor impacto en el desarrollo del país.
La ANE enfatizó su interés en planificar y liberar el espectro radioeléctrico para el uso de 5G, así como en la legislación de permisos de instalación fibra óptica, puesto que esta tecnología es intensiva en estos recursos tecnológicos. Asimismo, se abrió la discusión sobre la revisión del tratamiento de datos, políticas de seguridad y privacidad de la información. Las opiniones se enfocaron también en la importancia de verificar las condiciones de importación de equipos terminales y sus impuestos aplicables, el análisis del panorama regulatorio y ampliación de la cobertura de las redes 4G, como solución sustitutiva.
Por su parte, el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), publicó el “Plan 5G” con el que se inició la implementación de acciones de política pública y regulatoria y la emisión de lineamientos técnicos para el despliegue de esta tecnología en el país. El documento plantea las líneas de acción para identificar los retos técnicos, regulatorios y normativos.
Para el segundo semestre de este año, el organismo invitó a los interesados a participar en la convocatoria para el despliegue de pilotos que se enfocarán en recopilar insumos por medio de la aplicación de casos específicos de la tecnología 5G. Con ello, el país se enfila a liderar esta evolución tecnológica en Latinoamérica, con miras a la provisión más eficiente de servicios móviles.
Recomendaciones de la OCDE
Como ya refirió anteriormente, la tecnología 5G servirá como un tejido de conectividad unificador, con la capacidad de conectar prácticamente todo. Será así, la plataforma de innovación para servicios y aplicaciones que aún no se han creado, al tiempo que satisfará las necesidades de conectividad para las próximas décadas.
En un análisis reciente de la OCDE y las perspectivas de lo que 5G podría significar para los mercados, se apunta que su correcta implementación abre muchos retos, entre los que destacan los que a continuación se refieren.
En primer lugar, puesto que el espectro es uno de los activos esenciales para las comunicaciones móviles, debe existir una planeación eficiente a largo plazo, en la que se reordene con el objetivo de utilizar las bandas más adecuadas y una asignación equitativa entre operadores para evitar concentraciones de mercado.
En segundo lugar, la implementación de 5G requiere de un gran despliegue de sitios celulares, por lo que es menester una política eficaz de compartición de infraestructura, así como reglas claras e incentivos para el despliegue de recursos de red. Todo ello en un ambiente de competencia que permita un retorno de inversión y una democratización tecnológica. Asimismo, se requiere la estandarización de reglas para el despliegue de infraestructura, así como una adecuada reglamentación de los derechos de vía. Con ello se dotará de certidumbre a las inversiones realizadas.
El Camino Hacia 5G: Habilitadores para su Despliegue y Democratización
Fuente: The Competitive Intelligence Unit con base en “The Road to 5G: Networks experience to date and future developments” (OECD)
Por último, la conectividad por sí sola no será suficiente para aprovechar todo su potencial, sino que también se requiere desarrollar y utilizar las tecnologías y dispositivos adecuados para el uso eficiente de esta red. Por ejemplo, un elemento esencial para alcanzar su potencial completo es el hacer más “inteligentes” a los dispositivos. Ante la gran cantidad de dispositivos que se conectarán con 5G, sería ineficiente que la inteligencia sólo se encuentre en la red o en la nube. Por lo que los dispositivos deberán tener inteligencia suficiente para percibir, razonar y actuar por su cuenta, al procesar datos y transmitir sólo el contenido relevante de vuelta a la nube.
Por lo tanto, se deben utilizar chips de conectividad 5G que cuenten con inteligencia artificial incorporada. Con ello se pueden obtener beneficios de seguridad, al frenar la salida de datos confidenciales de los dispositivos; beneficios en rapidez, al contar con capacidades de procesamiento sin asistencia en la nube; y beneficios en eficiencia, al iniciar un proceso de análisis de la información desde el dispositivo.
Así, el internet de las cosas habilitado por 5G, se complementará con la inteligencia artificial, para realizar un manejo de datos relevantes a la nube y agilizar el procesamiento eficiente de la información.
Lecciones para México
Los beneficios de 5G son prometedores y más aún, difíciles de cuantificar.
Para ello es necesaria una asignación eficiente del espectro, una alineación y promoción de incentivos a la inversión para el despliegue de infraestructura, un soporte tecnológico adecuado para su plena utilización, así como un plan de ruta para que todo ello sea posible.
Es precisamente en esto último en lo que la instituciones y agentes económicos deben enfocarse, en la definición de su ruta de despliegue, lanzamiento e implementación, así como, en la generación de sinergias con las distintas industrias y sectores que harán uso crítico de estas capacidades mejoradas.
Los ejemplos empiezan a multiplicarse, como el caso referido de Colombia, más los de Escandinavia, Europa Continental, Reino Unido, resto de Norteamérica, entre otros. Para empezar a la brevedad el proceso de transición a 5G, apremia el diseño de políticas públicas y regulatorias, estrategias de vinculación multindustria, modelos comerciales y esquemas de inversión para el aprovechamiento óptimo y oportuno de esta evolución en México.
Los consumidores y la industria de telecomunicaciones en su conjunto están a la expectativa de la definición y puesta en marcha de las acciones estratégicas para la oferta efectiva de 5G. Es momento de adoptar 5G, que debe partir de una alineación de esfuerzos desde los jugadores del mercado y las instituciones públicas para alcanzar este nuevo hito tecnológico.
El avance tecnológico es, sabemos, una ventana de oportunidad para cerrar nuestras brechas de desarrollo, de conectividad, de productividad, entre muchas otras. Sin duda, México está aun a tiempo de planear su adopción, debiendo para ello acelerar el diseño e instrumentación de su despliegue.
Ernesto Piedras*
* Director General – The Competitive Intelligence Unit.