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Los megaproyectos del actual gobierno federal marchan. La trascendencia social, económica, política y ambiental del conjunto de ellos es indudable. En esos meganegocios descansa realmente la pretendida “cuarta transformación”. Más allá del combate a la corrupción y del nuevo paternalismo, lo que realmente vendría a reacomodar varias estructuras del país son estos “polos de desarrollo” en puerta… aunque los ganadores y los perdedores serían los mismos de siempre.
Por estos megaproyectos, el lopezobradorismo está dispuesto incluso a enfrentar a las comunidades indígenas y romper con fuerzas de izquierda, organizaciones defensoras de derechos humanos y del medio ambiente. Estas megaobras serán el legado de la “cuarta transformación” y, por lo tanto, no están sujetas a negociación.
Un documento del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), de la Cámara de Diputados, da cuenta de las cinco “cortinas de desarrollo” con las que el gobierno federal pretende contener la migración. El documento se titula El Tren Maya en la Estrategia de Desarrollo para el Sur-Sureste, aunque no sólo se refiere al proyecto ferrocarrilero.
Sin ambages, la carpeta informativa se refiere a la “construcción de megaproyectos de infraestructura para captar el flujo migratorio de mexicanos y centroamericanos como mano de obra para retenerlos en su tránsito al norte y anclar a quienes huyen de la pobreza”.
Son cinco. Se trata del Tren Maya, el Corredor del Istmo de Tehuantepec, la Refinería Dos Bocas, la Franja Libre en la Frontera Norte y el programa Sembrando Vida.
Del Tren Maya, señala que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) de 2020 se le han asignado 2 mil 500 millones de pesos. Es decir, la construcción iniciará el próximo año (aunque aún no se ha consultado a las comunidades indígenas). El costo total estimado es de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos. Advierte que del total sólo el 10 por ciento serán recursos públicos (el 90 por ciento provendrá de la iniciativa privada).
El recorrido del Tren será de 1 mil 525 kilómetros en 15 estaciones. Pasará por los estados de Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas. Advierte que se generará una nueva ciudad entorno a cada estación y que pasará por zonas de alto valor ambiental “para México y el mundo”. El proyecto requerirá, además, de salvamento arqueológico.
Con respecto del Corredor del Istmo Tehuantepec, en el documento se señala que en el PPEF 2020 se le han asignando 3 mil 195 millones de pesos. Este corredor multimodal interoceánico tendrá como propósito “modernizar el tren transístmico que une a los puertos de Salina Cruz [Oaxaca]) y Coatzacoalcos [Veracruz], las redes carretera y aeroportuaria, crear una zona libre e instalar parques industriales”.
Por su parte, la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, tiene asignado en el PPEF del próximo año un total de 41 mil millones de pesos. El costo final estimado será de 8 mil millones de dólares. Se construirá sobre un terreno de 566 hectáreas. Cuando esté concluido tendrá una capacidad de 340 mil barriles en proceso de crudo al día, para obtener 170 mil barriles de gasolina y 120 mil barriles de diésel.
Otro proyecto es el de la Franja Libre en la Frontera Norte. Se trata de la reducción de la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16 al 8 por ciento y una disminución de Impuesto sobre la Renta (ISR) del 30 al 20 por ciento a lo largo de toda la frontera de México con Estados Unidos.
Esta “cortina de desarrollo” incluye el incremento del salario mínimo de la región al doble y la homologación del precio de los combustibles con los de Estados Unidos.
Finalmente, para el programa Sembrando Vida el PPEF 2020 le tiene asignados 25 mil 131 millones de pesos. Busca formalmente “incentivar a los sujetos agrarios a establecer sistemas productivos agro-forestales”, así como recuperar la cobertura forestal de 1 millón de hectáreas. Consiste en apoyar a los beneficiarios con 5 mil pesos al mes y otros más en especie.
La impronta de la “4T” depende estas cinco cortinas que, además, tienen el propósito de frenar la migración rumbo a Estados Unidos. Falta ver qué dicen los pueblos indígenas y la izquierda social.