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La inflación en junio frenó su caída por aumentos en energéticos, principalmente las gasolinas, que no lograron ser compensados por bajas en frutas y verduras, con lo cual se colocó en 4.65 por ciento anual y de 0.39 por ciento mensual.
Con la lectura, se convirtió en el sexto mes desde 2012 con más alto nivel mensual.
En cuanto a los componentes, el subyacente aumento 0.23 por ciento mensual y 3.62 por ciento anual, conforme a lo reportado por el Inegi.
Lo que significó que el descontrol se presentó en el no subyacente, que se disparó a 0.84 por ciento mensual y a 7.79 por ciento anual.
En mayo la inflación anual fue de 4.51 por ciento en el índice general, la subyacente, 3.69 por ciento y la no subyacente se elevó 6.99 por ciento.
En el comparativo mensual, también en mayo el índice general había disminuido 0.16 por ciento, la subyacente subió 0.26 por ciento y la no subyacente cayó 1.38 por ciento.
Para Banorte seguirán las presiones
Hacia delante, consideramos que la inflación seguirá presionada por los precios de los energéticos, compensado por una tendencia a la baja en promedio en los precios de los productos agrícolas.
Adicionalmente, esperamos presiones temporales sobre los elementos subyacentes como resultado de la volatilidad observada en el tipo de cambio, lo que podría mantener la tasa anual alrededor de los niveles observados actualmente.
No obstante, durante la segunda mitad del año esperamos que la inflación converja a nuestro estimado de 4.3% para fin de año.
Citibanamex reitera su pronóstico anual
Reiteramos nuestro pronóstico de inflación de 4.0% para este año.
Sin embargo, los resultados actuales apuntan a otro incremento en los riesgos de inflación, debido al aumento en los precios de la energía, así como al repunte en precios de frutas y verduras, en donde muchos de estos últimos bienes aún se encuentran en niveles relativamente bajos.
Aunque también estimamos que es probable que la inflación subyacente anual disminuya en los próximos meses debido a una alta base de comparación, compensando el aumento en los precios del índice no subyacente.
Invex espera un sesgo restrictivo
El repunte de los precios del petróleo presiona las gasolinas y los servicios de transporte, mientras que la debilidad del peso podría frenar la desaceleración de la inflación en mercancías.
Asimismo, no se pueden descartar choques adicionales a los volátiles precios agropecuarios.
No obstante, esperamos que la inflación general cierre el año en 4.3%, mientras que la subyacente se ubicaría dentro del rango objetivo de Banxico (3.0%;+/-1.0) con una tasa de 3.6%.
Consideramos que el escenario de riesgos para la inflación se mantiene sesgado al alza, aunque ha mejorado en el margen ante una apreciación del peso y el aumento de presiones internacionales para estabilizar los precios energéticos.
Por lo tanto, esperamos un sesgo restrictivo durante el resto del año, aunque sin incrementar de nuevo la tasa de referencia.
Finamex prevé un alza en la tasa de referencia
Este resultado refuerza nuestro estimado de que Banxico seguirá al menos una vez más a la Fed con un alza más este año posiblemente en octubre, llevando la tasa de referencia a 8.0% a fin de año.
Para Scotiabank se confirma el deterioro de riesgos
Finalmente, Scotiabank recordó “que este resultado va en línea con lo recientemente anunciado por el Banco de México en su decisión de política monetaria, donde no solo se observa que el balance de riesgos para los precios se ha deteriorado, sino que también la inflación podría alargar el tiempo de retorno a su rango objetivo”.
Precios del crudo y paridad, influyeron para HR Ratings
El repunte en la inflación se debe a la trayectoria que mostraron los precios de los energéticos en el primer semestre del año.
En este contexto, la dinámica de los precios internacionales de las gasolinas incentivados por mayores precios del crudo y la depreciación del tipo de cambio se posicionaron como los fundamentos más relevantes al explicar la evolución de la inflación.
Seguiremos evaluando la dinámica de estos precios, particularmente el efecto de la apreciación del tipo de cambio en la primera quincena de julio que podría mitigar el impacto de los mayores precios del gas y las gasolinas.
Tomando en cuenta la dinámica de la inflación, HR Ratings estima una inflación anual de 4.37 por ciento al cierre de 2018.
Asimismo, estimamos que la inflación subyacente y no subyacente se ubiquen en 3.47 por ciento y 6.9 por ciento anual, respectivamente.