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Por Claudia Macedo Ramírez
Todos los días, Hanz viaja 3 minutos en bicicleta hacia la estación del metro de Munich (U-Bahn), 15 minutos más en tren subterráneo y llega a su trabajo, al otro lado de la ciudad. Le toma menos de 20 minutos para ir de su casa al Instituto de Robótica y Mecatrónica del Centro Aeroespacial. Como él, millones de alemanes se transportan en el eficiente sistema de transporte público que hay en todas las grandes ciudades de Alemania.
Paradójicamente, en el principal país productor de automóviles del mundo cada vez menos jóvenes se interesan en adquirir un automóvil. “¿Para qué?”, exclama Hanz. “No lo necesito pues Munich tiene una red de transporte público para llegar de manera rápida, eficiente, segura y ecológica a prácticamente cualquier sitio; incluso puedo viajar en tren a otros países de la Unión Europea”.
Como Hanz, muchas personas usan bicicleta propia o rentada para acercarse al metro –donde pueden dejarla aparcada durante toda la jornada– e interconectarse, sin largos transbordos ni retrasos como sucede en la Ciudad de México, a través del tren suburbano (S-Bahn), trolebús, autobuses articulados, tranvía y ferry.
Alemania se ha tomado muy en serio el compromiso asumido en las cumbres mundiales para disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero, poniéndose como meta alcanzar el 60 por ciento de abastecimiento general de energía con tecnologías limpias para 2050, así como prohibir la circulación de vehículos de gasolina o diésel a partir de 2030, en la lucha global para combatir el cambio climático.
Para ello, el país germano apuesta por el transporte multimodal, en el que las personas combinan el uso de transporte colectivo con auto, bicicleta propia y diversos sistemas de renta de auto (carsharing), bicicleta (bikesharing) y motocicleta (motosharig), todo enfocado a reducir la emisión de gases contaminantes, tal como pudimos corroborar por invitación del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania y Instituto Goethe, con motivo del Año Dual Alemania-México 2016-2017.
Un papel clave en esta transición energética lo están jugando las startups, con innovadoras propuestas de tecnologías y alternativas verdes para encarar un reto de tal magnitud.
Alquiler de motonetas eléctricas
Alexander Meiritz es uno de los creadores de eMio-Share a Scooter, aplicación desarrollada por Electric Mobility Concepts para el alquiler de motonetas eléctricas (scooters).
A través del teléfono inteligente se ubica la motoneta más cercana. “Con la app la reservas durante 15 minutos. Con esta misma se da la instrucción para abrir la caja trasera, donde hay dos cascos, así como la llave para encender el scooter”, detalla el gerente de eMio.
El scooter cuenta con un sistema telemático que le permite localizarlo, medir la pila, además de registrar sus condiciones físicas en general, a fin de deslindar responsabilidades, en caso de que haya algún daño.
Todos los scooters son eléctricos –por lo que no emiten contaminación ambiental ni acústica– y tienen dos pilas debajo del asiento, que hacen posible recorrer un máximo de 100 km. “El cliente no tiene que cambiar las pilas sino los empleados de la empresa, que monitorean y las sustituyen cuando es necesario”, añade Meiritz en la oficina de esta startup ubicada en InnoZ, Centro de Innovación para la Movilidad y la Transformación Social, una especie de Silicon Valley de Berlín donde confluyen decenas de startups y pymes en el ramo.
La velocidad que alcanzan es de 50 km/h, que es límite máximo de las licencias de conducir en la ciudad berlinesa.
Al suscribirse, se paga una cuota inicial de 19 euros, monto que es usado para financiar los primeros viajes. El cobro se lleva a cabo con dos tarifas: 19 centavos por minuto, o bien, 59 centavos por kilómetro. Tras usar el scooter, se hace el cálculo y se cobra el monto menor. “Es casi la mitad del carsharing, que cuesta en promedio 30 centavos de euro el minuto, con la ventaja adicional de que no necesitas buscar aparcamiento, pues funciona sin estación fija, de manera que puede dejarse estacionado en cualquier parte de la ciudad, además de que con el scooter evitas los embotellamientos”.
Renta de autos de hidrógeno
La comercialización de vehículos de hidrógeno no ha sido tan rápida aunque se cuente con la tecnología necesaria desde hace varios años y pese a sus múltiples ventajas para el medio ambiente. Muestra de ello es que actualmente en Alemania apenas existen 130 centros de recarga. Por lo mismo, los costos de este tipo de autos no ha disminuido de manera significativa, situándose en alrededor de 68 mil euros (alrededor de un millón 400 mil pesos), el doble de uno de gasolina.
“Tenemos el problema del huevo y la gallina: no hay coches porque no hay centros de recarga, y no hay lugares para vender el combustible porque no hay coches. Esa es la razón por la que la tecnología con hidrógeno no es visible todavía para el cliente final”, dice Sandra Scherb, gerente y fundadora de BeeZero, startup de carsharing creada con el apoyo de Linde, una gran empresa alemana fabricante de gas natural e industrial, que se ha planteado como meta construir 400 bases de recarga de hidrógeno en diversas ciudades de Alemania, para 202
Además de contribuir con la oferta de transportes alternativos limpios, el objetivo de esta empresa es que la población conozca de primera mano este tipo de vehículo no contaminante.
“En Munich encontramos todos los tipos de movilidad que uno puede imaginar: taxis, carsharing, bikesharing, motosharing, por eso estamos aquí, la gente está muy familiarizada con este tipo de transportes”, indica Scherb. “Dado que el hidrógeno es una tecnología muy poco conocida, empezamos en una ciudad muy abierta a las innovaciones y donde el modelo de carsharing está muy presente, así que solo queda explicar la tecnología del hidrógeno y las ventajas frente a los coches tradicionales”.
La red está compuesta por 50 autos, cada uno de los cuales tiene asignada una zona específica (home zone), de manera que debe de ser devuelto ahí mismo. “Normalmente los clientes habitan en la misma área, pero queremos conectar con gente que trabaja en el centro y también con turistas”.
Scherb destaca que una ventaja adicional frente a otros sistemas de carsharing es que está diseñado para realizar viajes más largos y por más días: “Un coche de motor de hidrógeno tiene una autonomía de entre 400 y 500 km con un solo tanque, mucho más que un motor eléctrico con batería, que tiene un alcance de 150 km”, añade. “Nuestro servicio permite recorrer distancias largas y por más tiempo, para ir al lago, a esquiar, a pasar unos días en la montaña, sin tener que decir con antelación el tiempo ni el kilometraje que se usará”.
Ninguna de las opciones actuales del mercado de carsharing está libre de contaminantes, por lo que BeeZero es una novedad a nivel mundial. Actualmente tiene 2,000 personas registradas y cobra 5.50 euros la hora o 25 centavos por kilómetro. Al igual que otros sistemas, funciona con una app que se descarga de manera gratuita.
Sistema para cargar y facturar electricidad
Ubitricity es una tecnología para cargar y facturar electricidad en diversos puntos de Berlín. Para ello desarrollaron el sistema Mobile Charging, que consiste en un enchufe (cable inteligente con un contador y módem integrados) que el usuario lleva consigo para conectarlo al punto de carga, realiza la transferencia de energía y, a partir de ello, se lleva a cabo el conteo de esa carga en específico, que se sumará a todas las realizadas durante el mes para emitir una sola factura por el consumo total del periodo.
Este cable es estándar y compatible con la infraestructura de diversas empresas proveedoras de energía. “Nuestra visión es hacer la energía móvil”, comparte Liv Colell, del departamento de Mercadotecnia de Ubitricity, startup asentada también en InnoZ, en Berlín.
Este sistema fue desarrollado de tal manera que protege los datos personales y bancarios con una encriptación tan segura como un banco en línea.
Con esta tecnología, el usuario puede revisar en la página web el consumo que ha realizado, sin importar la empresa con la que se tenga contratado el servicio.
Estos son solo algunos ejemplos de iniciativas en el desarrollo de tecnologías ambientales en las que el Gobierno de Alemania estima participan 2 millones de personas actualmente.
Conoce más…..
Con motivo del Año Dual Alemania-México 2016-2017, en abril próximo el MUCA Roma presentará una serie de intervenciones colectivas para ejemplificar lamovilidad económica en el contexto del neoliberalismo y la globalización, y se llevará a cabo el simposio “Movilidad Inteligente”, donde se abordarán temas como el uso del automóvil eléctrico, la eficiencia energética, innovaciones en transporte público, entre otros.