Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 8 segundos
Aunque la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), que preside Carlos Noriega, asegura que en el largo plazo los rendimientos de las Siefores –los fondos especializados de este sector– siguen siendo positivos, también debería precisar que aún son insuficientes. • La volatilidad –dice la Amafore– sólo ha tenido en más de 18 años un impacto transitorio en los fondos para el retiro. No es consuelo y no es un buen mensaje, ante la insuficiencia de estos recursos para garantizar una pensión digna para los trabajadores mexicanos. • La propia Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), que preside Carlos Ramírez, reconoce que el ritmo de acumulación de estos fondos, con todo y sus rendimientos, resultan insuficientes y que sólo mediante el ahorro voluntario será posible remontar esta amenaza. • Ahora, además, la Consar admite que en la actualidad los fondos de las Afores han tenido un impacto negativo sobre los rendimientos de corto plazo, pero que no debe olvidarse que las estrategias de inversión de las Afores son a largo plazo. • Lo interesante es que el argumento y la salida retórica del largo plazo ya no podrá ser una opción para explicar los rendimientos de las Afores, porque será a partir del año 2021 cuando la primera generación de mexicanos confirme si funcionó o no el sistema individualizado de pensiones. Los trabajadores mexicanos que en 1997 tenían 40 años y que empezaron a cotizar bajo este esquema, comenzarán a retirarse después de 2022. • La Amafore no ha precisado, hasta ahora, cuál es el nivel de minusvalía que registran las Siefores. Ayer lunes, en un boletín, sólo se ocupó de recordar que en Estados Unidos, durante las más recientes crisis, las inversiones en el mercado de valores han logrado remontar en el largo plazo los rendimientos positivos. CRISIS Y RECUPERACIÓN… EN EUA • De acuerdo con un análisis retrospectivo de la Amafore, en los tres episodios de volatilidad que han afectado a los mercados financieros globales en los últimos años, las estrategias de inversión han permitido remontar los eventos de minusvalía: La crisis de hipotecas en Estados Unidos y la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers provocaron una minusvalía de 5% entre marzo y diciembre de 2008; sin embargo, entre diciembre de ese año y abril 2009 se revirtió la minusvalía, y a lo largo de 2009 se generó una plusvalía de 12.4 por ciento. La crisis de la deuda de varios países pertenecientes a la Unión Europea, entre noviembre de 2010 a marzo de 2011, ocasionó una minusvalía de 6.8 por ciento. Ésta fue revertida entre marzo de 2011 y julio de 2011. En 2012 el rendimiento ascendió a 14.7 por ciento. El anuncio de la Reserva Federal de EUA en mayo de 2013 en el sentido de retirar gradualmente los estímulos extraordinarios (tapering) causó una minusvalía de 4.5% entre mayo y diciembre de ese año; sin embargo, en 2014 el rendimiento fue 9.5 por ciento. • En otras palabras, todavía no sabemos el nivel de la minusvalía en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), pero en el largo plazo deberá revertirse la pérdida. Menos mal. En marzo las Afores reportaron una minusvalía de 0.17%, por lo que se habrían perdido unos $4,200 millones de pesos; en junio, el retroceso fue de 0.4% en forma mensual, ante las inversiones en renta variable. • Las Afores, como usted recuerda, no sólo invierten en bonos del gobierno federal, también han sido autorizadas para destinar recursos a emisiones de Certificados de Capital para el Desarrollo (CKD) o en fondos de inversión en inmuebles, las Fibras. Los inversionistas más sofisticados que han participado en este tipo de instrumentos han dicho a reporteros del mercado de valores que, en plazos de 12 y 24 meses, han obtenido rendimientos del 10 por ciento. Ellos salen y entran a las mejores opciones. El problema con los trabajadores que han confiado sus recursos a las Afores es que deben esperar, precisamente, el largo plazo.