Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 29 segundos
En los próximos 24 meses Transportes Castores destinará 10 millones de dólares para la construcción de dos centros de distribución, en Guadalajara y Monterrey, con lo que espera facturar un 20 por ciento más de lo obtenido en 2014.
Pese a que el sector enfrenta desde hace algunos años una severa escasez de operadores, Juan Carlos Muñoz Márquez, director del área institucional de la empresa y diputado federal, confió en entrevista con Fortuna que la llegada de empresas automotrices a la zona del bajío sea un detonante para la reactivación del transporte de carga en el país.
Establecida en León, Guanajuato en 1974, tras la salida de varios empresarios del transporte de la compañía Julián de Obregón, Castores inició su servicio cubriendo rutas hacia el norte del país, con clientes como la Comisión Federal de Electricidad, Grupo Embasa y Aceite Gloria.
No obstante, fue en la década de los ochenta cuando la firma logra un importante, al acaparar buena parte del mercado de paquetería, un nicho que hasta entonces no se había explotado.
A principios de los noventa la empresa comenzó una expansión por toda la república, siendo sus principales clientes las empresas de electrodomésticos, de servicios y paquetería en general.
En la actualidad, Transportes Castores sortea los problemas de una economía contraída, como la observada en los últimos años en México; sin embargo, Muñoz Márquez consideró que se prevé una importante reactivación del sector para el próximo lustro, ante la llegada de diversas empresas automotrices y de autopartes en el área del bajío del país.
“Tenemos fe en que este año se recomponga la situación; el incremento de la industria automotriz en el centro del país abre la posibilidad de ofrecer dos servicios: por un lado los insumos para las plantas y por otro el producto ya terminado; es decir, refacciones que se reparten en las distribuidoras”, apuntó.
Bajo esta perspectiva, Castores inició la construcción de un macrocentro de distribución en la ciudad de Monterrey, mientras que para finales de año se tiene previsto arrancar otro en Guadalajara, con lo que tendrá capacidad para responder a la demanda interna e incursionar en el mercado estadounidense.
Muñoz Márquez, quien ocupa la presidencia de la Comisión de Transporte de San Lázaro, precisó que si bien con estos proyectos se espera lograr un crecimiento en la facturación (en 2014 se incrementó un 22 por ciento respecto al año anterior), ello no significa que haya mayor utilidad.
Explicó que el año pasado, el nivel de rentabilidad decreció, ya que a pesar de que las ventas aumentaron, el tema del combustible y los insumos -que siguen a la alza- no ofrece mayor ganancia.
“Aumentaste la venta porque metiste más camiones, porque lograste tener más clientes, pero no aumentaste el valor del servicio otorgado, entonces esto provoca que el incremento del combustible te vaya reduciendo la utilidad, ese es un problema muy grave que tenemos al día de hoy”, expuso.
El incremento en el precio de la gasolina que se registró al inicio del año –dijo-, ha impedido restablecer una tarifa justa y difícilmente se le puede cargar en este momento al cliente, por la crisis que se vive en el país, “las trasnacionales que están invirtiendo lo hacen con la esperanza en la exportación o que México sea un canal de distribución nada más, pero no están apostando a que México sea el país de consumo que provoque el crecimiento”.
Para el legislador panista, otro elemento que impide que el trasporte tenga una mayor productividad, es la escasez de operadores que se ha dado en los últimos años y se calcula en unos 25 mil operadores de un total de 450 mil unidades que circulan en el país. Ello que se explica porque cada día hay más opciones de estudio para los jóvenes y muchos de ellos prefieren superarse académicamente y lograr un nivel de vida estable.
Ante esta situación, expuso, Castores ha implementado una escuela de capacitación y creación de nuevas fuentes de trabajo, basadas en una filosofía empresarial, pensando sobre todo en el bienestar de la gente y de los que trabajan en las empresas.
El plan de estudios se homologó con el que hay en la Universidad Tecnológica de León y en la Cámara de Autotransporte (Canacar), pero se especializó en las necesidades de la empresa para el transporte de mercancías por carreteras.
Por Edgar Amigón Domínguez