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La volatilidad económica en los mercados y la baja en el precio internacional del petróleo son dos premisas que influirán en este año en el comportamiento económico de los mexicanos; el primer síntoma de este panorama negativo, es la baja en las metas de crecimiento económico del Banco Mundial de 3.5 por ciento a 3.3 por ciento.
La situación para el empleo, los trabajadores, los empresarios y la sociedad en general se vuelve más compleja por la prevalencia de otros factores que debilitan la sensación de seguridad y certidumbre, estimó el presidente de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), Pedro Borda.
Apuntó que quienes gestionan a los recursos humanos enfrentan en el 2015 el reto de mantener integrada a la comunidad de colaboradores que atienden. “La incertidumbre y la ansiedad producto de diversos procesos sociales representan un factor que genera emocionalidad negativa que no contribuye para que seamos más productivos como trabajadores”.
En este sentido, destacó, el ejecutivo de recursos humanos debe facilitar los procesos estratégicos de contención y comunicación en situaciones de crisis, toda vez que las variables económicas y políticas están afectando directamente a la fuerza de trabajo. Por ejemplo, el salario mínimo para 2015 quedó establecido en 70.10 pesos al día para el área geográfica A; y para la zona B se fijó 66.45 pesos. El aumento aplicado con respecto al periodo anterior fue del 4.2 por ciento de acuerdo con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
“La transición de un año a otro siempre genera un clima social en el que se entrecruzan expectativas muy altas por parte de todos los que trabajamos y la realidad financiera de la cuesta de enero; generando frustración en las personas y una sensación de inestabilidad que desenfoca al colaborador de sus funciones y tareas específicas mermando también los resultados”, apuntó el directivo.
El reto de la seguridad jurídica y social así como la certidumbre económica sin duda preocupan a la sociedad, pues la certeza en la protección ciudadana y la procuración del bienestar, es fundamental para el desarrollo productivo de cualquier nación.
De acuerdo con Pedro Borda, el siguiente reto consiste en abonar a favor de la formación de talento. “Se implementó una reforma educativa que se convirtió en el tema social de mayor debate y movilizaciones en 2013. Pero, ¿conducirá a los resultados que esperamos para los años próximos? ¿Cómo podrá garantizarlo este modelo de planificación de la educación y su impacto en la formación de los niños y jóvenes para el 2020 y 2030?”.
Ante la incertidumbre y la incierta planeación social, cada vez son más las empresas y las áreas de recursos humanos que están impulsando iniciativas de índole educativa para desarrollar las competencias de sus colaboradores a través de modelos como las universidades corporativas.
“Es cierto, lo vemos en las empresas que tienen la membresía en Amedirh y están obteniendo grandes logros con un impacto en sus indicadores de productividad y rentabilidad. No obstante, las organizaciones están subsanando lo que el sistema de educación del país no está proporcionando”, concluyó.
