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El Subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Francisco de Rosenzweig, aseguró hoy que ninguna empresa, ingenio o productor mexicano de azúcar ha presentado, ante esa dependencia, inconformidades por la supuestas prácticas de dumping en las importaciones de alta fructosa de maíz por parte de consumidores mexicanos.
En conferencia de prensa y ante la pregunta de cuáles fueron las concesiones que hizo el gobierno mexicano para que el Departamento de Comercio de Estados Unidos detuviera la investigación sobre las supuestas prácticas desleales de comercio por parte los ingenios mexicanos, Rosenzweig aseguró que no se presentaron tales concesiones pero sí un acuerdo que toma en cuenta una fórmula de volumen de exportación y precios.
Los aranceles que había propuesto el Departamento de Comercio sobre el azúcar mexicana se habrían ubicado en 17 por ciento con márgenes compensatorios de entre 35.54 y 47.26 por ciento.
El pasado 27 de octubre, la Secretaría de Economía aseguró que logró concluir negociaciones con el Departamento de Comercio de EE.UU., estableciendo dos acuerdos que conforme a la legislación de EE.UU, serán objeto de consulta pública dentro de los siguientes 30 días.
De esta forma, se suspenderán cualquier impuesto aplicable a las exportaciones de azúcar mexicana como resultado de las investigaciones sobre dumping y subsidios iniciadas el 28 de marzo de 2014 por la industria estadounidense.
La base del acuerdo radica en el reconocimiento de que el mercado de azúcar estadounidense está altamente regulado y que en éste se registra históricamente un déficit estructural. El acuerdo establece una cuota basada en una fórmula que garantiza que México tendrá un acceso preferencial para abastecer el déficit en el mercado de azúcar en EE.UU. Asimismo, se acuerda un mecanismo ordenado para el suministro de las exportaciones de azúcar mexicanas a lo largo del año de producción de la zafra, sin detrimento de los intereses de México. También se acordó un mecanismo de precios mínimos de referencia para las exportaciones mexicanas de azúcar estándar y refinada hacia EE.UU., congruente con la legislación y políticas públicas de dicho país en la industria azucarera.
El líder de la Unión Nacional de Cañeros, Carlos Blackaller, aseguró mientras tanto que esa organización ha registrado que los precios de la alta fructosa de maíz que se venden en Estados Unidos casi siempre son más altos que los que se venden en México “¿Cómo puede suceder eso?”, se pregunta el dirigente. Sin embargo, también reconoce que son los ingenios los que deberían presentar una solicitud ante la Secretaría de Economía para que se inicien investigaciones por la supuestas prácticas desleales de comercio por parte de los fabricantes estadounidenses de alta fructosa de maíz.
El líder de los cañeros lamenta que la estructura del mercado del consumo y suministro de edulcorantes se encuentre tan vinculado. Yo lo llamaría carente de soberanía porque en México no operan productores nacionales de alta fructosa de maíz. Cargill, Tate & Lyle, Archer Daniel Midland, son los grandes fabricantes de este jarabe en Estados Unidos y, si bien en México mantiene inversiones, su principal actividad es la importación del producto que también se beneficia de temporada en temporada del diferencial en el tipo de cambio.