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Carmen Esquivel/PL
París. El rechazo a las leyes extraterritoriales y a la violación de las normas del comercio, y hasta la necesidad de reformar el sistema monetario internacional, son temas que resurgen en Europa tras la sanción norteamericana contra el BNP Paribas.
Estados Unidos pretende que el primer grupo financiero galo pague una multa descomunal de 10 mil millones de dólares (alrededor de siete mil 300 millones de euros) por supuesta violación del bloqueo impuesto contra Cuba, Irán y Sudán.
Además de la irracional cifra, Washington amenaza al banco con la suspensión temporal de las operaciones en ese país, lo cual comprometería el futuro de 15 mil 160 empleados de la entidad en Estados Unidos, Canadá y México, zona que representa alrededor del 10 por ciento del volumen de sus negocios.
Por si fuera poco, las autoridades judiciales norteamericanas exigen al BNP Paribas el despido de una docena de directivos que supuestamente participaron en las operaciones prohibidas.
Ello motivó ya el anuncio de la retirada de su director general delegado Georges Chodron, después de 42 años de trabajo en esa institución financiera. ¿Por qué una entidad europea debe acatar las leyes impuestas al otro lado del Atlántico? Varios economistas han tratado de despejar esta interrogante a la luz de las normas del derecho internacional.
Para el jurista y profesor de la universidad París SUD Xavier Boucobza, un bloqueo sólo puede tener legitimidad universal si es adoptado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o por una convención mundial largamente ratificada.
Por el contrario, dijo, nada puede justificar que los puntos de vista de un país en un contencioso con otro, sean impuestos al resto del planeta.
“Si todas las naciones actuarán así, el derecho internacional devendría una verdadera torre de Babel”, señala Boucobza en un artículo titulado El caso BNP y el imperialismo jurídico norteamericano.
Otro especialista, Régis Bismuth, alerta que detrás de la multa irracional contra el BNP Paribas hay un fenómeno más profundo: “el privilegio económico de Estados Unidos parece convertirse en privilegio legal”.
“Apoyados sobre el billete verde, la aplicación fuera del país del derecho norteamericano no conoce ningún límite espacial o personal. Estados Unidos puede así dictar al resto del mundo su política de embargo”, advierte Bismuth.
Además de la entidad francesa, numerosos bancos europeos han debido pagar multas por diversas acusaciones, entre ellos el Crédit Suisse y el británico HSBC.
El abogado alertó que imponer esta disposición a toda persona que realice una transacción en dólares, independientemente de su residencia o nacionalidad, constituye una contravención de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Bismuth espera que el próximo ejecutivo de la Unión Europea se comprometa no sólo con el caso del BNP Paribas, sino también en rechazar las leyes extraterritoriales norteamericanas.
Ello, afirmó, pasa por acudir en primer lugar al Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio y después por llevar el tema a las negociaciones para un tratado trasatlántico entre la Unión Europea y Estados Unidos.
Hay otros expertos que exigen ir mucho más allá hasta proponer una reforma al sistema monetario internacional para sustituir la hegemonía del dólar.
Hace 60 años en la conferencia celebrada en Bretton Woods, pequeña localidad del estado norteamericano de New Hampshire, se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados.
Fue allí donde se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario y se estableció al dólar como moneda de referencia internacional.
Sin embargo, desde hace varios años algunos países han planteado la necesidad de una nueva arquitectura financiera, de un orden mundial más equitativo y un entorno internacional más favorable.
En un artículo titulado “Es urgente salir de la hegemonía del dólar”, el economista Jean-Christophe Le Duigou concluye que esta crisis por la sanción al BNP Paribas debería acelerar la reflexión sobre una rápida transformación del sistema monetario internacional y la reducción del privilegio de la moneda norteamericana.