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Aprobada por la Cámara de Diputados y en trámite por el Senado, donde se celebra la semana de la seguridad social, la pensión universal no ha logrado convencer ni de su nombre, aunque es vista con buena voluntad, para las necesidades de un país que no ha logrado construir un sistema integral para dotar de medios de subsistencia para los adultos en retiro laboral.
Casi 17 años después de la reforma que cambió el rostro al principal sistema de pensiones de México, todavía se debate sobre el camino más adecuado para afrontar los retos de una creciente población en edad avanzada, sin que se logre dar una trayectoria definitiva para encarar una exigencia que según se reconoce en todos los ámbitos es de magnitudes mayúsculas y de primera importancia social.
Para la actuaria Marcela Flores, una de las expertas más sobresalientes que hay en México en el tema de pensiones, la deuda política con el país es la ausencia de una reforma integral, que conjunte todos los medios de acercamiento de recursos para el total de la población que requerirá abandonar la vida laboral activa.
Este no es un tema menor, dado que ante el creciente aumento de la población adulta mayor es fundamental tener alineados todos los mecanismos y los recursos disponibles para atender los requerimientos de tipo social y financiero.
Desde el punto de vista de Marcela Flores, lo que fue aprobado por los diputados al respecto “podría ser un primer paso”, pero no parece muy convencida. Considera que para que pueda entenderse así se deben tener en perspectiva cercana disposiciones adicionales que contribuyan a establecer las reglas completas y sustentables para atender la creciente necesidad de las pensiones en el país.
Conocedora de los riesgos sociales que implica mantener en rezago la atención integral al tema de las pensiones, la directora general de Lofton México, insiste en la importancia de realizar una reforma integral, dado que la solución aprobada por la Cámara de Diputados puede convertirse en un instrumento en sentido contrario, que fomente la economía informal, con lo cual las capacidades de financiamiento por la vía fiscal serán más limitadas, que si se impulsa la formalidad.
El mayor aporte que encuentra Marcela Flores en la reforma que avanza en el Congreso es que tiende una red para millones de personas en edad avanzada que carecen de toda de protección, “es lo que por muchos años hemos denominado, un pilar básico”, señala.
Lo más importante es que dicho pilar básico forme parte de un sistema integral, que permita lograr la seguridad social a la altura de los requerimientos, sin que se generen incentivos perversos para la economía. Al pilar básico, es preciso complementarlo con el pilar patronal y uno más de tipo individual, que son los planes privados de pensiones, explica la especialista.
Lo óptimo es que el pilar básico, por sus características sea universal sin restricción, con lo cual estaría brindando cobertura a todos los adultos que alcancen la edad de retiro, señala Flores. Sin embargo, lo que avanza en el Congreso es una forma parcial, dado que sólo incorpora a las personas que carecen de seguridad social; por lo que de hecho, no es universal, dice.
En cambio, si esta modificación a las leyes forma parte de una reforma integral que nos lleve hacia un sistema nacional de pensiones, que a la vez contribuya a eslabonar todos los esfuerzos que se hacen en los más diversos ámbitos.
En muchos casos encontramos que los planes de pensiones suelen caer en dificultades para darles sustentabilidad en el tiempo, porque a cada plan se le pide que resuelva todos los requerimientos de la población amparada, y eso no puede ser en lo sucesivo.
Desde el punto de vista de Flores lo que se puede hacer es sumar los esfuerzos para que un mayor número de personas obtenga por diversas vías la solución a las condiciones de subsistencia en la edad de retiro, que sería mediante un sistema armonizado, con todos los pilares posibles funcionando.
De ahí la importancia de un sistema nacional pensiones, agrega Flores, para el cual es fundamental hacer una reforma profunda, que fomente desde su concepción el ahorro de largo plazo, tanto individual como propósito de política económica.
Seguro de Desempleo
En cuanto al seguro de desempleo, incluido en el misma paquete de reformas legislativas, en principio Marcela Flores considera que es correcto si en el país aumenta la generación de empleo formal, sin embargo de no ocurrir esa condición habrá un costo adicional, que finamente repercutirá en el monto de las pensiones.
Explica que lo que estaría ocurriendo es poner paliativos a necesidades de corto plazo y con cargo al ahorro de largo plazo, que son las subcuentas de vivienda y mixta, de la cuenta que tienen los trabajadores en las afores.
A partir de lo que se ha aprobado por la Cámara de Diputados, se dan dos situaciones, la primera es que la sumas acumuladas en las cuentas individuales de los trabajadores son insuficientes para cubrir una necesidad de desempleo; o se presentan casos en que se las percepciones son similares con trabajo o si él, que podrían desincentivar la actividad laboral, señala Flores.