Planeación, desempeño y control interno, las areas de oportunidad de la gestión pública: SABG

La Evaluación de la Gestión Gubernamental 2024 identificó como principales áreas de oportunidad en las instituciones de la Administración Pública Federal (APF) la necesidad de fortalecer la planeación y el seguimiento de los programas derivados del Plan Nacional de Desarrollo, mejorar el cumplimiento integral de la política anticorrupción, así como homogeneizar el logro de metas de desempeño entre dependencias.

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La Evaluación de la Gestión Gubernamental 2024 identificó como principales áreas de oportunidad en las instituciones de la Administración Pública Federal (APF) la necesidad de fortalecer la planeación y el seguimiento de los programas derivados del Plan Nacional de Desarrollo, mejorar el cumplimiento integral de la política anticorrupción, así como homogeneizar el logro de metas de desempeño entre dependencias.

El informe también advierte retos en la consolidación del control interno con un enfoque preventivo, particularmente en la identificación y mitigación anticipada de riesgos, pese a que los resultados generales se mantienen en niveles adecuados y con una tendencia ascendente en las calificaciones durante el periodo 2019–2024.

De acuerdo con el informe elaborado por la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SABG), en 2024 se evaluó la gestión de 279 instituciones federales, que en conjunto obtuvieron un promedio general de 90.6 puntos en una escala de 0 a 100, resultado considerado “adecuado” conforme a la metodología aplicada.

Esta calificación consolida una mejora sostenida en la gestión pública, luego de que en 2019 el promedio fue de 87.1 puntos y se registraron incrementos graduales a lo largo del sexenio.

No obstante, el análisis por indicadores permitió identificar rezagos específicos que limitan un avance más uniforme. Uno de ellos se encuentra en el Porcentaje de Avance de los Programas derivados del PND, que en 2024 alcanzó 70.4 puntos, ubicándose apenas por encima del umbral mínimo para considerarse adecuado.

Este resultado refleja debilidades en la planeación estratégica, el seguimiento y la alineación de objetivos institucionales, particularmente en el cierre del ciclo de políticas públicas.

Situación similar se observó en el Porcentaje de Cumplimiento del Programa Nacional de Combate a la Corrupción y a la Impunidad y de Mejora de la Gestión Pública (PNCCIMGP), cuyo indicador registró 70.6 puntos.

El informe señala que, aunque las instituciones adoptaron acciones alineadas a la política anticorrupción, persisten diferencias en la profundidad y consistencia de su implementación, lo que representa un área clave de mejora para futuras evaluaciones.

En el pilar de Eficiencia y Eficacia de la Gestión Gubernamental, la calificación promedio fue de 85.7 puntos, la más baja entre los cuatro pilares evaluados.

Si bien el resultado se mantiene en el rango de adecuado, el diagnóstico advierte que no todas las instituciones logran traducir sus objetivos y metas en resultados medibles, lo que evidencia la necesidad de fortalecer los sistemas de evaluación del desempeño y la gestión por resultados.

Otro de los retos detectados se relaciona con el Sistema de Control Interno Institucional, cuyo indicador obtuvo 83.8 puntos. La SABG subraya que, aunque existen avances importantes en la formalización de controles, programas de trabajo y administración de riesgos, aún se requiere reforzar un enfoque preventivo, que permita anticipar riesgos operativos, financieros y administrativos antes de que se materialicen.

El análisis por finalidad programática también mostró diferencias relevantes entre sectores. Mientras la finalidad Gobierno alcanzó un promedio de 93.7 puntos, las áreas de Hacienda, Desarrollo Social y Desarrollo Económico registraron promedios entre 89.3 y 90.4 puntos, con variaciones internas que reflejan retos específicos en coordinación institucional, planeación sectorial y seguimiento de políticas públicas.

Pese a estas áreas de oportunidad, el informe destaca que los resultados generales confirman una trayectoria ascendente de la gestión gubernamental. Entre 2019 y 2024, ocho de los diez indicadores evaluados registraron mejoras, particularmente en los rubros de fiscalización, donde se alcanzó una calificación de 97.8 puntos, y ética pública, con 89.1 puntos, reflejo del fortalecimiento de los comités de ética y de la atención a observaciones de los órganos internos de control.

La SABG concluye que el reto hacia adelante no es únicamente mantener calificaciones adecuadas, sino cerrar las brechas detectadas en planeación, desempeño y control interno, con el objetivo de avanzar hacia una gestión pública más homogénea, preventiva y orientada a resultados, que consolide los avances logrados durante los últimos años.

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