Enfermera transmite alegría a pacientes con música: Vania Salazar entre quirófanos y melodías de violín

Enfermera de IMSS Morelos trasmite alegría a pacientes a través de la música
“La respuesta de las y los pacientes siempre es muy positiva al escuchar el violín, y al compartir cada nota me voy muy agradecida porque valoro mucho el hecho de tener salud”, Vania Salazar

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Desde el Hospital General Regional con Medicina Familiar No. 1 del IMSS en Morelos, la enfermera especialista Vania Liwk Jasam Salazar Alcázar, tras más de una década de servicio en el IMSS, ha tomado la innovadora decisión de llevar el violín a los lugares donde más se necesita: los pasillos, las salas de espera y las áreas de urgencias del hospital. Esta transformación de su pasión personal en un esfuerzo comunitario se ha convertido, desde que comenzó a tocar música a los 13 años, en una fuente constante de compañía y confort para quienes atraviesan momentos difíciles.

Música en tiempos difíciles

El hospital es un espacio cargado de ansiedad, espera y dolor. En esa geografía humana, la enfermera enfrenta una doble tarea: cumplir con sus responsabilidades clínicas y abrir un espacio emocional para pacientes y familiares. Vania elige tocar al final de sus actividades en quirófano, recorriendo pisos y servicios para acercar -nota por nota- un gesto de presencia. Cruzar ese umbral implicó vencer la inhibición de llevar lo íntimo (su música) a lo público y hacerlo en momentos de alta vulnerabilidad.

“Es un privilegio compartir mi música en el hospital del IMSS y lo hago al finalizar mis actividades en el quirófano, porque es muy bonito ver que la gente se siente abrazada y acompañada”, Vania Liwk Jasam Salazar Alcázar.

Pruebas, aliados y confrontación con la adversidad

Como en todo proceso de cuidado de la salud, existen barreras: agendas apretadas, protocolos de atención, necesidades clínicas urgentes y el escepticismo natural en entornos hospitalarios. Aun así, la práctica de Vania encuentra aliados: pacientes que reciben consuelo, familiares que hallan un respiro y colegas que valoran el gesto. La música no sustituye el tratamiento médico, pero actúa como complemento terapéutico: reduce la tensión, humaniza la atención y restituye dignidad emocional en quienes transitan procesos de enfermedad.

Presencia, calidez y esperanza

Las reacciones que menciona la enfermera son constantes y profundamente significativas: pacientes que sienten un sentido de compañía, familiares que hallan consuelo, y el personal de salud que percibe un cambio positivo en el ambiente del hospital. Esta respuesta es la verdadera recompensa: evidenciar que una acción tan simple como tocar el violín puede revolucionar la percepción del cuidado, favoreciendo el bienestar integral del paciente hospitalizado.

El gesto de Vania trasciende lo individual.

Para el IMSS en Morelos, acciones como estas nos demuestran que el personal de salud puede ofrecer apoyo emocional además de atención técnica, y que ese apoyo es percibido como parte del proceso de recuperación. El retorno de la enfermera es doble: vuelve a su práctica clínica con la certeza de que la atención humanizada es efectiva, y deja una invitación tácita para que otras instituciones y profesionales consideren intervenciones similares.

Importa lo que hace Vania

  • Impacto psicosocial: la música en entornos sanitarios se asocia con reducción de estrés, ansiedad y percepción de dolor. Esto mejora la experiencia del paciente y puede influir en la adherencia al tratamiento.
  • Complemento a la atención clínica: intervenciones no farmacológicas como la musicoterapia o iniciativas informales, bien integradas, enriquecen el modelo de cuidado centrado en la persona.
  • Cultura institucional: gestos repetidos consolidan una cultura de empatía y apoyo, elevando la satisfacción de pacientes y trabajadores y reduciendo el desgaste profesional.
  • Escalabilidad y precauciones: iniciativas de este tipo pueden replicarse, pero requieren coordinación con protocolos de bioseguridad y respeto por los horarios y necesidades clínicas de cada servicio.

En conclusión

La atención de la salud es a la vez técnica y profundamente humana; un sencillo gesto de presencia -como tocar una melodía- tiene el poder de aliviar la soledad y fortalecer la esperanza durante la enfermedad. Lo que nos presenta una importante lección: la humanización de la atención se presenta como una intervención de bajo costo pero de alto impacto emocional. Las iniciativas personales, al fusionarse con procesos institucionales, amplifican sus efectos. Complementar los tratamientos médicos con estrategias psicosociales enriquece la experiencia del paciente sin reemplazar la atención clínica.

Poi lo que podemos proponer para hospitales y profesionales:

  • Integrar actividades musicales planificadas como complemento de cuidados paliativos y servicios de hospitalización, con protocolos claros.
  • Capacitar a personal interesado sobre límites, consentimiento y adecuación de repertorio según el contexto cultural y clínico.
  • Evaluar impacto mediante métricas simples: encuestas de satisfacción, niveles de ansiedad antes/después y observaciones cualitativas.
  • Promover espacios de voluntariado artístico regulado para preservar continuidad y seguridad.
  • Comunicar a la comunidad hospitalaria el propósito y horario de estas acciones para evitar malentendidos.

Referencias

  • Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). (2025, diciembre 27). Enfermera de IMSS Morelos trasmite alegría a pacientes a través de la música | Sitio Web “Acercando el IMSS al Ciudadano.” https://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/202512/655