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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que no se cobrará el impuesto a los videojuegos, al considerar que existen dificultades técnicas y legales para diferenciar entre contenidos violentos y no violentos, y advirtió sobre los riesgos de estigmatizar a los usuarios sin un análisis claro.
Durante la conferencia de prensa de este martes, la mandataria explicó que, aunque inicialmente el gravamen permaneció en la Ley de Ingresos, se tomó la decisión de no aplicarlo, debido a la complejidad de su implementación.
“Es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no. Entonces, ¿cómo le vas a poner un impuesto?, ¿quién va a determinar esa circunstancia?”, cuestionó Sheinbaum.
La Presidenta subrayó que, en lugar de una medida fiscal, el Gobierno federal optará por campañas dirigidas a jóvenes y adolescentes para alertar sobre los posibles efectos del uso excesivo de ciertos videojuegos, particularmente aquellos con contenidos violentos o con dinámicas de adicción.
“Muchos de ellos son en línea y generan una adicción al videojuego, cuesta dinero y además promueven conductas de violencia”, señaló.
En ese sentido, indicó que la estrategia se enfocará en la construcción de la paz y la prevención de adicciones, a través de la campaña nacional “Por la paz y contra las adicciones”.
Por su parte, el secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, reconoció que el fenómeno del consumo de videojuegos con contenido violento es relativamente reciente y debe analizarse con cuidado, ya que no tenía la misma presencia en años anteriores.
“El componente más importante es el de la violencia. Es un fenómeno nuevo que tiene lados positivos, pero hay que regular y revisar con cuidado el contenido”, afirmó.
El titular de Salud también destacó que, de acuerdo con la Encuesta Nacional, en muchos casos donde existe violencia, ésta se presenta de manera simultánea con consumo de alcohol o drogas, lo que permitirá diseñar medidas de prevención más focalizadas.
Con esta decisión, el Gobierno federal busca evitar la estigmatización del uso de videojuegos y priorizar una estrategia preventiva y educativa, centrada en la salud mental, la paz social y el bienestar de niñas, niños y adolescentes.
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