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Durante la más reciente emisión de A la Apertura, el programa de análisis económico y financiero de Revista Fortuna, la especialista en finanzas personales Fabiola Sánchez Almaraz advirtió que la llamada cuesta de enero no es un fenómeno inevitable, sino el resultado de la falta de planeación financiera que se arrastra desde los últimos meses del año.
En la sección dedicada a finanzas personales, Sánchez Almaraz explicó que la cuesta de enero es el periodo de dificultad económica que enfrentan millones de personas al inicio del año, derivado de los gastos excesivos de diciembre, el repunte inflacionario y la acumulación de pagos recurrentes como predial, tenencia, colegiaturas, útiles escolares, servicios básicos y compromisos crediticios.
“Más que llegar a la cuesta de enero, la idea es evitarla. Que pasemos derechitos, sin tener que subirla”, señaló.
Aguinaldo: ¿alivio o problema postergado?
Uno de los puntos centrales fue el manejo del aguinaldo y las compensaciones de fin de año. La especialista subrayó que, en muchos casos, este ingreso extraordinario ya tiene un destino previo: pago de deudas, gastos familiares o emergencias, lo que impide generar un colchón financiero para los primeros meses del año.
“No es dinero extra, es producto del trabajo de todo un año. Si no se planifica, desaparece muy rápido”, explicó.
Sánchez Almaraz recomendó destinar una parte del aguinaldo al ahorro o la inversión, incluso con montos pequeños, para evitar recurrir a préstamos, tarjetas de crédito o esquemas de financiamiento informal con altos intereses.
Inflación y pagos anuales presionan el bolsillo
Durante el programa se destacó que la cuesta de enero se ve agravada por el aumento en precios de bienes y servicios básicos como alimentos, transporte, gasolina, gas y electricidad, así como por pagos anuales obligatorios y el regreso a clases.
A ello se suman gastos culturales arraigados en México, como la celebración del Día de Reyes, la compra de juguetes, la tradicional rosca y los compromisos posteriores, como los tamales de febrero, que continúan presionando la economía familiar.
Radiografía financiera de los mexicanos
La especialista presentó datos de la Encuesta Nacional de Salud Financiera (ENSAFI) 2024, elaborada por la CONDUSEF, que reflejan la fragilidad económica de una parte importante de la población:
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30.5% de las personas de 18 años y más no tuvo dinero suficiente para cubrir sus gastos.
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De ese grupo:
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68.3% redujo gastos básicos
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41.6% pidió dinero prestado a familiares o amistades
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32% utilizó sus ahorros
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10.4% solicitó adelantos salariales o trabajó horas extra
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“Estos datos muestran que muchas personas viven al límite, sin margen para imprevistos”, advirtió.
Jóvenes, comercio electrónico y endeudamiento
En el análisis generacional, Sánchez Almaraz alertó sobre el impacto del comercio electrónico y el fácil acceso al crédito en millennials y centennials. Aunque reconoció que estas generaciones tienen mayor conciencia social y digital, señaló que también enfrentan altos niveles de endeudamiento por tarjetas de crédito, compras en línea, estudios universitarios y consumo de experiencias como conciertos y viajes.
“El problema no es gastar, sino gastar sin planeación ni respaldo de ingresos estables”, apuntó.
Recomendaciones clave para enfrentar 2026
Para mejorar la salud financiera y reducir el impacto de la cuesta de enero, la especialista propuso tres acciones básicas:
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Revisar el ahorro disponible, idealmente para cubrir entre tres y seis meses de gastos en caso de pérdida de empleo.
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Analizar y reestructurar deudas, buscando transferencias a créditos con menores tasas de interés.
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Invertir una parte del aguinaldo, incluso desde montos accesibles, para contar con liquidez en los primeros meses del año.
Además, sugirió retos prácticos como congelar gastos no esenciales, cancelar suscripciones que no se utilizan y llevar un control puntual de ingresos y egresos, incluso con métodos tradicionales como una libreta.
Panorama económico para 2026
Sánchez Almaraz compartió también perspectivas económicas presentadas recientemente por analistas financieros, que anticipan un menor crecimiento económico para México en 2026, asociado a la desaceleración industrial, menor consumo, pérdida de empleos formales y caída en remesas debido a las condiciones migratorias en Estados Unidos.
No obstante, subrayó que, pese al contexto macroeconómico, la planeación individual sigue siendo una herramienta poderosa para reducir el estrés financiero.
“Las metas sí se pueden lograr, pero con disciplina, constancia y conciencia de nuestra realidad económica”, concluyó.
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