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En entrevista con Revista Fortuna, el empresario regiomontano Javier Garza Calderón, presidente de Grupo Gentor, afirmó que durante años el sector privado recibió la instrucción directa de no aumentar los salarios, una política impulsada desde el gobierno federal durante el periodo neoliberal y que, asegura, provocó un deterioro profundo del poder adquisitivo en México.
Garza Calderón recordó que Pedro Aspe, exsecretario de Hacienda en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, acudió a Monterrey para convencer a los industriales de mantener los sueldos congelados.
“Pedro Aspe vino a decirnos que no había que subir los salarios porque íbamos a disparar la inflación. Y pues así se mantuvo muchos años, con la gente sufriendo”, explicó.
Según el empresario, esa política salarial rígida terminó por lastimar a la clase trabajadora, reducir la capacidad de consumo y profundizar la desigualdad.
“Fueron errores que dejaron una huella tremenda en el país”, lamentó.
Frente a ese pasado, Garza Calderón aseguró que la llegada de Andrés Manuel López Obrador supuso un giro que era necesario.
“Hasta que llegó el presidente López Obrador y empezó a levantar los salarios con justicia social, para que recuperaran el poder adquisitivo perdido desde los 80 y 90”, señaló.
El entrevistado, miembro de la cuarta generación de la familia Garza y descendiente de la tradición industrial de Monterrey, subrayó que la competitividad real debe construirse sobre industrias de valor agregado y salarios dignos, no sobre la contención laboral.
Agregó que hoy México vive un momento crucial para redefinir su modelo económico, especialmente en el contexto del impulso que la presidenta Claudia Sheinbaum busca dar a sectores estratégicos como tecnología, manufactura avanzada, movilidad y cadenas de valor regionales.
En ese sentido, consideró que el país tiene la oportunidad de corregir viejos rezagos y fortalecer el mercado interno, pero esto solo será posible, insistió, si se abandona definitivamente la visión que durante décadas mantuvo los salarios deprimidos.
“Ese cuento que nos vendieron nos atrasó como país”, afirmó.
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