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El gobierno federal presentó este miércoles los argumentos y beneficios que, según la Secretaría del Trabajo y representantes sindicales, sustentan la propuesta para transitar hacia la jornada laboral de 40 horas semanales, una reducción que no ocurría en México “desde hace más de un siglo”.
Durante la conferencia matutina, funcionarios destacaron que la medida forma parte de una actualización necesaria frente a los cambios tecnológicos y productivos que han transformado el mundo del trabajo, y que busca mejorar la calidad de vida de más de 13.4 millones de personas que laboran más de 40 horas semanales.
Mayor tiempo de descanso y recuperación física
El secretario del Trabajo, Marath Bolaños, sostuvo que una jornada más corta permitirá a las personas trabajadoras contar con mejores periodos de descanso, algo fundamental para la salud física y mental. Explicó que estudios considerados en las más de 40 mesas de diálogo muestran que menores cargas horarias reducen riesgos asociados al agotamiento crónico, trastornos del sueño y accidentes laborales.
“Muchas de estas afectaciones se han acentuado porque, a diferencia de otros países, México mantuvo los límites de jornada establecidos hace más de cien años”, afirmó Bolaños.
Productividad y desempeño laboral más altos
Otro beneficio citado fue el impacto en la productividad. De acuerdo con la STPS, las reducciones controladas de tiempo de trabajo suelen incrementar el rendimiento por hora e incluso mejorar la calidad del trabajo.
Bolaños señaló que, en los análisis presentados por académicos y especialistas, se observó que jornadas más equilibradas permiten a las empresas obtener mejores resultados sin afectar sus operaciones, siempre que la transición sea gradual y planificada.
Conciliación entre vida laboral y personal
Los representantes del sector laboral también destacaron los efectos positivos en la vida familiar y comunitaria. La reducción de jornada, dijeron, puede traducirse en más tiempo para la crianza, el cuidado, el estudio o el simple descanso, elementos que suelen quedar relegados en esquemas de trabajo prolongados.
El presidente del Congreso del Trabajo, Reyes Soberanis, subrayó que esta conciliación es esencial en un país donde millones de trabajadores pasan horas adicionales en traslados y jornadas extendidas. “No es sólo una medida laboral: es una medida de bienestar social”, señaló.
Ajuste histórico tras un siglo sin cambios a la jornada
Uno de los puntos que más se enfatizó fue el carácter histórico de la reforma. Según la Secretaría del Trabajo, México no había reducido legalmente sus horas de trabajo desde la Constitución de 1917, que fijó por primera vez la jornada máxima de 48 horas. A pesar de múltiples reformas laborales en décadas recientes, ninguna había modificado los límites de tiempo de trabajo.
“Esta es la primera vez en más de cien años que se plantea una reducción formal de la jornada laboral en México”, dijo Bolaños.
Implementación gradual para evitar impactos económicos
Aunque la iniciativa propone llegar a las 40 horas semanales, el gobierno planteó un esquema gradual, con reducciones de 2 horas por año entre 2027 y 2030, precisamente para evitar efectos abruptos en empresas y sectores productivos.
El enfoque escalonado, explicaron, permitirá a los centros de trabajo reorganizar turnos, integrar nuevas dinámicas operativas y adoptar herramientas tecnológicas que faciliten la transición sin generar costos extraordinarios.
Un proceso basado en consenso
Los beneficios expuestos surgieron de las más de 40 mesas de diálogo realizadas entre junio y noviembre, donde participaron más de 2 mil representantes del sector privado, sindicatos, especialistas, académicos y legisladores.
Según la Secretaría del Trabajo, la propuesta de 40 horas no surgió como un planteamiento unilateral, sino como la convergencia de análisis técnicos, consultas con sectores económicos y demandas históricas del movimiento obrero.
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