Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 44 segundos
Ilsa Rodríguez/Prensa Latina
Beijing.- Alimentar a la mayor población del mundo con el 7 por ciento de las tierras fértiles del orbe es considerado un milagro de China, cuyo gobierno traza ahora una nueva estrategia con más reformas para asegurar, mantener y ampliar ese prodigio.
Con ese objetivo una reciente conferencia de trabajo rural debatió una serie de medidas gubernamentales destinadas a proteger las tierras productivas, que nunca serán menores a 120 millones de hectáreas, y también los derechos de los campesinos.
Esos pasos van acompañados de la creación de una red de financiamiento de la agricultura que respalde una estrategia nacional de seguridad alimentaria con productividad y empleo de la ciencia y la tecnología, según destaca la declaración de ese importante encuentro nacional.
Expertos en Beijing elogiaron estos programas nacionales, destinados a evitar errores cometidos por países vecinos, entre ellos Surcorea, que no protegió sus tierras fértiles en la década de 1950, lo cual provocó un serio debilitamiento de la agricultura en esa nación.
La fuerte protección de esas áreas cultivables, fundamentales para un país con una población que supera los mil 300 millones de habitantes, está acompañada de subsidios eficientes, que los analistas consideran ayudan asimismo a la seguridad alimentaria a nivel mundial.
Según los especialistas, mientras China mantiene la práctica de la propiedad colectiva de la tierra, su gobierno ha decidido permitir a los campesinos transferir las hipotecas de sus tierras contratadas o convertir su propiedad en acciones de grandes compañías agrícolas.
Esas fuentes explicaron que los campesinos son alentados a conceder franquicias de sus parcelas a esas corporaciones, incluso de sus cooperativas y empresas agrícolas, y que no importa cómo ese derecho es transferido porque siempre se mantendrán como los dueños legales de sus parcelas.
Para especialistas extranjeros que participaron en el importante encuentro celebrado en esta capital en diciembre, estas nuevas políticas respaldan fuertemente el derecho de los campesinos a sus tierras, mientras sientan las bases para hipotecarlas.
Ese movimiento, consideran tales fuentes, estimulará los ingresos de los campesinos y facilitará las finanzas para la agricultura, lo cual sostiene la propuesta oficial de elevar el nivel de vida y de educación del campesinado en este país y propiciar que más personas consideren atractivo el sector.
De esa forma, los campesinos serán profesionales con ingresos seguros, protección social, servicios comunitarios y disfrute de la modernidad, que trabajarán confortablemente en favor del desarrollo estable de la agricultura.
Como respaldo a esta política, el gobierno central de China promueve la urbanización en áreas rurales, de forma que mejoren las condiciones de vida de ese sector de la población, el más atrasado en algunas zonas del país, sobre todo en áreas remotas a la que no llegan los servicios básicos.
Primer documento político de 2014
La relevancia que conceden las autoridades de Beijing al tema agrícola es constatada en la divulgación del primer documento político de 2014, que está dedicado a la reforma rural y aborda los temas de agricultura, áreas rurales y campesinado. Este es el onceno año consecutivo en que se prioriza el tema.
En ese sentido, la directriz destaca la importancia de las reformas rurales, del desarrollo de una agricultura moderna y de su mantenimiento para asegurar el crecimiento de la economía china en ocho puntos centrales que recogen las principales ideas del trabajo a desarrollar.
Entre ellos figura la ayuda y protección a la agricultura, la seguridad del sistema de alimentación nacional, la innovación del sistema financiero rural, el desarrollo de una producción agrícola sostenible y de gestión agraria y la consolidación del desarrollo urbano y rural en esas regiones.
En la relación de novedades figura el respeto a la creatividad de los campesinos y el respaldo a la experimentación, sin la imposición de uniformidad, y la autorización de establecer políticas diferenciadas y provisionales.
La combinación de aprovechar al máximo las pocas tierras fértiles y la escasez de agua mientras se aumenta la calidad de los productos recolectados para satisfacer las necesidades de una población que incrementa su nivel de vida también son reflejadas en este documento del Partido Comunista de China.
A la hora de definir una sociedad modestamente acomodada, la clave es examinar la condición de los campesinos, expresa esta directiva en la cual se asegura que las políticas gubernamentales sobre las áreas rurales han despertado el entusiasmo del campesinado en el nuevo siglo.
Pese a su tono positivo, el documento alerta que se debe tener en cuenta que la agricultura en China todavía es débil en cuanto a industrialización, informatización, urbanización y modernización, y va a la zaga de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada.
Si China desea ser fuerte, la agricultura debe ser fuerte. Si China desea ser bella, el campo debe ser bello. Si China quiere volverse rica, los campesinos deben volverse ricos, subraya este comunicado del partido gobernante en este gigante asiático.