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La segunda mayor economía del mundo entró al trimestre final con una trayectoria más débil, tras una moderación del crecimiento en los últimos seis meses. China es ahora más vulnerable después de una contracción sorpresiva en las exportaciones que, de mantenerse, la dejaría más expuesta a una desaceleración de la demanda interna.
La actividad económica de China se enfrió más de lo esperado al inicio del cuarto trimestre, con una caída sin precedentes en la inversión y un menor crecimiento de la producción industrial, lo que se suma al arrastre del débil consumo.
La inversión en activos fijos se redujo 1.7% en los primeros 10 meses del año, un descenso récord para el período, según datos publicados el viernes por la oficina nacional de estadísticas. Bloomberg Economics estima que la inversión cayó hasta 12% en octubre, prolongando su racha de descensos por quinto mes consecutivo.

La producción industrial, a su vez, aumentó 4.9% el mes pasado frente al año anterior, el menor avance desde comienzos de este año. Los economistas encuestados por Bloomberg preveían un incremento de 5.5%.
La segunda mayor economía del mundo entró al trimestre final con una trayectoria más débil, tras una moderación del crecimiento en los últimos seis meses. China es ahora más vulnerable después de una contracción sorpresiva en las exportaciones que, de mantenerse, la dejaría más expuesta a una desaceleración de la demanda interna.
“El impulso del crecimiento claramente se disipó en octubre”, dijo Raymond Yeung, economista jefe para Gran China en Australia & New Zealand Banking Group Ltd. Los esfuerzos del gobierno para combatir el exceso de capacidad y la competencia desmedida “han afectado el flujo de inversión”, añadió.
El mercado reaccionó con calma ante los datos decepcionantes, con el yuan y los bonos gubernamentales, prácticamente sin cambios. El índice CSI 300 de acciones cayó 0.7%, tras un avance de 1.2% el jueves.
A la baja
El gasto de capital en infraestructura apenas aumentó y el crecimiento de la inversión manufacturera se desaceleró, mientras que la inversión en propiedades siguió cayendo.
Las ventas minoristas crecieron 2.9%, bajando por quinto mes consecutivo, en la racha más prolongada desde 2021. La tasa de desempleo urbana se redujo ligeramente a 5.1%.
“La economía enfrenta varios desafíos ante los múltiples factores inestables e inciertos del entorno externo y la gran presión de reestructuración interna”, dijo la oficina en un comunicado. Añadió que las autoridades “facilitarán activamente la implementación” de las políticas actuales, lo que sugiere que Pekín no tiene prisa por ofrecer más apoyo a la economía.
“Los datos de octubre mostraron una pérdida de impulso hacia el cuarto trimestre, aunque no lo suficiente para provocar nuevos estímulos”.
Por un lado, las distorsiones por feriados probablemente exageraron la desaceleración. La fuerte caída en producción y exportaciones reflejó que las fábricas adelantaron pedidos a septiembre antes del feriado, y el crecimiento promedio entre septiembre y octubre aún fue más rápido que en agosto.
El factor EU
Las tensiones comerciales con Estados Unidos se intensificaron el mes pasado, antes del acuerdo alcanzado a fines de octubre entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur. La reducción de aranceles ofrece la posibilidad de impulsar el comercio entre ambas potencias en los próximos meses.
La demanda interna se ha debilitado en todos los frentes, con la contracción de la inversión agravando el efecto de la baja confianza del consumidor. Eso dificulta responder a las críticas de los socios comerciales sobre el exceso de exportaciones chinas que presiona a las industrias locales.
Bajo la presión de la débil confianza de consumidores y empresas, la demanda de crédito no ha repuntado, con los nuevos préstamos y el crecimiento del financiamiento por debajo de lo previsto en octubre. Incluso el despliegue del nuevo programa de financiamiento público, por 500,000 millones de yuanes, ha tenido escaso impacto en la inversión.
“Las medidas de estímulo del gobierno han tardado en llegar a la economía”, dijo Michelle Lam, economista de Societe Generale SA. Con la distribución de esos fondos, “deberíamos ver un mejor impulso en los próximos meses”.
Aunque una base de comparación alta y un día laboral menos contribuyeron a la desaceleración de octubre, la prolongada caída en las ventas minoristas evidencia la necesidad de reforzar el apoyo a los hogares.
Algunos economistas esperan que el gobierno amplíe su programa de subsidios al consumo de bienes para incluir ciertos servicios. Pero se requieren medidas más sostenibles, como reformas de largo plazo al sistema de ingresos y seguridad social, mientras el país se prepara para su próximo plan quinquenal en 2026.
Pese a todo, el objetivo de crecimiento económico de alrededor de 5% en 2025 aún parece alcanzable, especialmente si mejora el panorama de las exportaciones tras la tregua comercial con Estados Unidos. El consenso actual entre analistas proyecta una expansión de 4,9% para este año.
“Parece que la meta de crecimiento de 2025 se cumplirá sin mucha intervención”, dijo Lynn Song, economista jefe para Gran China en ING Bank NV. Por eso, Pekín “probablemente guardará municiones para el próximo año”.









