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El Congreso declaró reformada la Constitución en materia energética, con lo cual se permiten los contratos con particulares en la exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo de México.
Una vez que la mayoría de legislaturas estatales aprobó a Reforma Energética, la Comisión Permanente del Congreso declaró reformados y adicionados los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia energética y la envió al Ejecutivo para su promulgación.
El diputado Ricardo Anaya Cortés, presidente de la Comisión Permanente del Congreso, informó que 24 legislaturas locales aprobaron la reforma, correspondientes a los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas, indicó un comunicado de la Cámara de Diputados.
El senador Manuel Camacho Solís, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), resaltó que durante el trámite de la reforma energética se violentó “gravemente” el procedimiento legislativo.
Camacho Solís dijo que lo preocupante para un debate democrático y plural no sólo fue la manera en que la Reforma se aprobó en tres días por 17 legislaturas locales, sino que haya habido congresos que la ratificaron después de una discusión que tan sólo duró entre 10 y 20 minutos, en varios de los casos.
“Esta reforma pasará a la historia por haber modificado el esquema fundamental bajo el que funciona el Estado mexicano. Lo que se está definiendo no sólo es el régimen de exploración y explotación del petróleo, sino el modelo de democracia que queremos para el país”, aseveró.
El diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo que esta fue la primera vez que los grupos parlamentarios y el Ejecutivo presentaron iniciativas de reforma constitucional en materia de modernización energética.
El senador Javier Lozano Alarcón, del Partido Acción Nacional (PAN), indicó que “se trata no de privatizar a Pemex, no de desaparecerla ni extinguirla; se trata de fortalecerla y que deje de ser un organismo público descentralizado, para ser una empresa productiva del Estado”.
Consideró que la paraestatal no cuenta hoy ni con los recursos ni con la tecnología suficientes para darle abasto a toda la demanda interna y además competir a nivel internacional. “El petróleo seguirá siendo de la nación mexicana. No hay una sola palabra en el texto constitucional que siquiera insinúe lo contrario”, afirmó.
Para Juan Gerardo Flores Ramírez, senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), esta reforma no sólo impulsará el crecimiento económico, “sino que contribuirá a disminuir los desequilibrios regionales, a reducir la desigualdad en la distribución del ingreso, que privilegiará la explotación racional de nuestros recursos naturales y que privilegiará que al crecer lo hagamos de manera sustentable en beneficio de las próximas generaciones”.
El senador Manuel Bartlett Díaz, del Partido del Trabajo (PT), aseveró que esta reforma anula principios fundamentales de la Nación. “Toda ha sido una manipulación y una presión. Es una iniciativa que no corresponde a la realidad que es la entrega del petróleo mexicano y de la electricidad y de nuestras empresas principales a los intereses extranjeros”.
El diputado Ricardo Mejía Berdeja (Movimiento Ciudadano) sostuvo que ésta es una reforma impuesta, sin consenso ni respaldo social. “Es un vil robo. Se violó la Constitución, las leyes y los reglamentos del Congreso y de las propias legislaturas locales. Todo con la aviesa intención de concretar este despojo”.
“En un par de semanas se borraron dos principios históricos: la no reelección y la nacionalización petrolera. Dos banderas de dos próceres, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, a quienes han dado una nueva y traicionera sepultura. Un puñado de traidores a la patria ha entregado a extranjeros nuestra principal riqueza”, afirmó.
El diputado René Ricardo Fujiwara Montelongo, de Nueva Alianza, expresó que esta reforma establece elementos fundamentales de transformación y aprovechamiento de la industria energética mexicana que permitirá la generación de empleos, así como la inversión pública y privada; contribuirá, además, a potenciar a profesionales como las ingenierías y la educación tecnológica.
Indicó que es necesario crear las leyes secundarias que permitan dar pasos firmes a la reforma que se ha aprobado.