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La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el programa “El maíz es la raíz” en la conferencia de prensa este jueves, una estrategia integral para conservar, producir y comercializar maíz nativo, con el objetivo de fortalecer a cerca de 1.5 millones de campesinas y campesinos que trabajan la milpa en pequeñas parcelas de una o dos hectáreas.
La directora general de Alimentación para el Bienestar, María Luisa Albores González, explicó que el plan es resultado de meses de trabajo colectivo con especialistas, organizaciones y comunidades campesinas, quienes por generaciones han preservado la biodiversidad del maíz en México.
“Plantear el tema del maíz es plantear nuestra esencia. Somos mujeres y hombres de maíz”, afirmó al destacar que durante el periodo neoliberal el maíz nativo fue desplazado y desvalorizado.
El programa busca impulsar la conservación, producción, transformación y comercialización del maíz nativo a través de sistemas agroalimentarios comunitarios, colocando en el centro a la milpa como base histórica y cultural. La estrategia iniciará en 2026 en dos regiones del país, sureste y pacífico sur, y se expandirá gradualmente hasta alcanzar, en 2030, las ocho regiones previstas, abarcando 872 municipios en 29 estados.
En su primera etapa, el plan operará en siete estados: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Tabasco, donde se trabajará directamente con núcleos agrarios y familias campesinas distribuidas en 437 municipios.
Albores detalló que el acompañamiento técnico será clave para incrementar la productividad del maíz nativo, pues la principal limitación “nunca ha sido genética, sino agronómica”, y con prácticas básicas de manejo es posible triplicar la producción.

El esquema incluye la conformación de “comunidades milperas”, integradas por 100 productores acompañados por jóvenes del programa Jóvenes Construyendo el Futuro que fungirán como promotores comunitarios.
Cada grupo contará con apoyo técnico y acceso colectivo a maquinaria ligera, adaptada a las necesidades de cada región para labores como desmalezado, siembra o cuidado de la semilla. La maquinaria será de uso comunitario y tendrá un esquema de mantenimiento financiado dentro del programa.
Además de impulsar la producción, la estrategia contempla fortalecer el valor agregado mediante apoyos para tortillerías, totopos, tostadas y cooperativas de mujeres campesinas. La presidenta Sheinbaum enfatizó que el objetivo es que los excedentes ya no se vendan a intermediarios a bajo precio, sino que generen mayores ingresos.
Para ello, se establecerá un sello de maíz nativo y se impulsará la creación de espacios de transformación comunitaria.
Sheinbaum explicó que actualmente los pequeños productores reciben apoyos de Producción para el Bienestar y fertilizante gratuito, pero ahora se sumará un modelo de acompañamiento técnico y maquinaria compartida, uno por cada 10 productores.
“No se trata de grandes tractores, sino de herramientas específicas para cada región”, señaló. El técnico territorial será responsable de asignar y recuperar la maquinaria de manera organizada en cada ciclo agrícola.

En 2026, el programa tiene como meta atender a 677 mil 5 familias, que cultivan 886 mil 687 hectáreas, con un incremento esperado de 20% en rendimiento por hectárea gracias a la incidencia agronómica y al fortalecimiento de la producción.
Para 2030, la meta es aumentar la productividad en 50%, asegurar el autoconsumo y destinar una parte de la producción con valor agregado a la venta directa y a precios justos.
“El maíz nativo es la raíz de México. Queremos que se conserve y que las familias que lo siembran puedan alimentarse mejor y aumentar su ingreso”, afirmó la presidenta al concluir la presentación del programa.
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