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En un operativo inesperado e impresionante, buscó capturar a capos de la organización criminal en los complejos de Alemao y Penha. Las autoridades de seguridad desataron el caos y el grupo narco decidió tomar la ciudad carioca…
Un golpe implacable, enorme e histórico, pero con la respuesta más feroz de todas. Las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro ejecutaron una operación sin precedentes contra el narcotráfico y con el objetivo de capturar a los líderes del Comando Vermelho, el grupo más importante de la ciudad.
El operativo comenzó por el mediodía de Río de Janeiro y se han movilizado alrededor de tres mil agentes. El ataque fue directo a los complejos de Penha y de Alemao, dos de las favelas más importantes de Río de Janeiro. De momento, el resultado contabiliza al menos, 64 fallecidos y más de 100 detenidos, algo que ya se ubica como la acción policial más sangrienta realizada en esa ciudad de Brasil.
Comando Vermelho
Comando Vermelho se destaca por ser una de las bandas del crimen organizado más poderosas de Brasil, en constante expansión y actualmente, ostenta cifras de ganancias como una petrolera o una compañía empresarial de Latinoamérica. Si bien no hay números oficiales, se estima que Comando Vermelho factura entre 800 y 1000 millones de dólares por año.
Además de ello, CV tiene personas de mucho poder en las cárceles, líderes en cada una de las favelas, soldados que controlan los puntos de venta y una sofisticada red de lavado de dinero. Su poder no solo se hace presente en el narcotráfico, sino en el control territorial de barrios donde el Estado está ausente.
El punto es que el ataque realizado por las autoridades de seguridad de Río de Janeiro, desataron la furia del Comando Vermelho que decidió tomar la ciudad por completo. El grupo narco decidió bajar de las favelas para sembrar el terror y lo logró: Río de Janeiro está paralizada. Los ciudadanos no quieren salir de sus hogares, los centros comerciales están totalmente cerrados, armando barricadas, provocando incendios y disparando por todos lados para mostrar poder ante la gente.
Acción necesaria, inteligentemente planificada y que continuará
Por su parte, el Gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, no se guardó nada y dio una conferencia de prensa para explicar lo sucedido: “Desde el Gobierno de Brasil nos negaron tres veces nuestras peticiones de ayuda. Todos los días hay un motivo para no cooperar. Es una operación de defensa. Estamos solos en esta lucha hoy. Es un operativo mayor que el de 2010 y, desafortunadamente, esta vez, como durante todo este sexenio, no contamos con el apoyo de vehículos blindados ni de agentes de las fuerzas federales de seguridad y defensa…”.
En esa misma línea, Castro agregó: “Río de Janeiro no produce estas armas ni drogas; este poder militar se financia mediante el lavado de dinero. Los enfrentamientos están ocurriendo. El plan es acorralarlos en determinadas zonas ahí para que la población lo sintiera lo menos posible. Esta es la realidad. Lamentamos profundamente las lesiones, pero esta es una acción necesaria, inteligentemente planificada y que continuará”.
Esta historia recién comienza, Lula está decidido a no dar esta batalla, pero al mismo tiempo sabe que puede tener un costo político muy alto si no muestra reacción ante esta situación.








