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Fue el pasado 6 de junio cuando Corporación GEO firmó un acuerdo de standstill con sus acreedores. A punto de cumplir tres meses de insolvencia y de crisis operativa, la desarrolladora de vivienda enfrenta el cuestionamiento de las áreas jurídicas de los bancos que han tenido acceso a sus libros contables. La opinión es generalizada: un verdadero desaseo en las cuentas de la empresa que dirige Luis Orvañanos.
Además, los incrédulos acreedores que habían tenido garantizada la fuente de pago gracias a las políticas de subsidios del gobierno federal para la vivienda popular, analizan la contabilidad de al menos 38 empresas filiales. Una tarea nada sencilla.
El caos financiero y contable ha sorprendido a los banqueros cuando, en mayo pasado, conocieron la carta que Orvañanos envió a sus colaboradores, en donde daba por hecho que se alcanzaría un acuerdo con sus acreedores y que la crisis de la compañía era resultado del cambio en las reglas del juego pero que saldría adelante. Anticipaba también -¿por qué no?- créditos puente y nuevas garantías para continuar con la operación de la compañía.
Pero la realidad es otra. Hasta ahora los inversionistas del mercado de valores sólo obtuvieron el silencio de la emisora que incumplió la entrega de información trimestral, lo que generó que Luis Téllez, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ordenara la suspensión de sus títulos.
La medida, junto con la determinación de su salida del IPC, ha colocado a la BMV en una disyuntiva para mantener activos algunos índices que dependían de emisoras como GEO, en donde el análisis de sus números está poniendo en entredicho la gestión de Orvañanos.
Fue en 2009 cuando este ejecutivo asumió la dirección general y la presidencia de GEO tras la salida de Miguel Gómez Mont, quien aceptó la dirección general de Fonatur durante el gobierno de Felipe Calderón.
Y como sucedió en el caso de Homex, también GEO cayó en la tentación de participar en el sector turístico a través de la compañía Promotora Turística Playa Vela. Ahora la inmobiliaria regiomontana Desarrollos Inmobiliarios M2L mantiene demandada a la filial turística de GEO por el incumplimiento de contratos y pagos. La intención es asegurar bienes inmuebles.
Las finanzas de Orvañanos, por ello, tampoco escapan al escrutinio de sus acreedores, quienes revisan también sus inversiones, como la edificación de un centro nocturno en la Delegación Cuajimalpa a cargo de su sobrino, Carlos Orvañanos. Y es que el negocio privado de Luis Orvañanos también habría enfrentado algunos litigios.
Así que no son buenos tiempos para GEO que enfrenta ya la terminación del acuerdo de standstilly decidir qué sucederá con la participación de sus accionistas.
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