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El presidente brasileño y el estadounidense hacen una tregua a través de una videollamada. Lula ha sido uno de los mandatarios más críticos para con Trump: la comunicación duró 30 minutos…
Desde hace meses, la relación entre Brasil y Estados Unidos había ingresado en su momento más crítico. “Ellos no quieren hablar. No quieren multilateralismo, quieren unilateralismo. Trump tuvo un comportamiento muy negativo para la democracia. Tenemos 8.5 millones de kilómetros cuadrados de tierra que proteger. Tenemos 8.500 kilómetros de frontera marítima que proteger. Tenemos 17.000 kilómetros de frontera terrestre que proteger. Tenemos la selva más grande del mundo que proteger. Tenemos el 12% del agua dulce del mundo que proteger. Tenemos 215 millones de personas que proteger. Trump fue electo para gobernar Estados Unidos y no como emperador del mundo…”.
Por su parte, Donald Trump había sido letal. Tras arrestar a Jair Bolsonaro, Estados Unidos decidió aplicar un arancel del 50 por ciento: “Debería ser buena (la relación). Ellos nos necesitan, nosotros no los necesitamos para nada. Nos necesitan. Ellos nos necesitan mucho más de lo que nosotros necesitamos a ellos. Todos nos necesitan. La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato. Basta de cacería de brujas…”.
Lo cierto es que en el momento menos pensado, Trump y Lula intentaron acercar posturas. El diálogo entre ambos es un paso positivo, pero la realidad también es que Lula habría hecho pedidos que son difíciles de ejecutar: solicitud formal de eliminación del recargo del 40 por ciento a los productos brasileños y la eliminación de las sanciones contra autoridades brasileñas. Por su parte, Trump designó a Marco Rubio como el encargado de llevar estas negociaciones, sabiendo que la relación entre el Secretario de Estado de Estados Unidos y el arco político de Lula, no es la mejor.
En la reunión virtual, Lula estuvo acompañado por el vicepresidente Geraldo Alckmin y los ministros de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, Fernando Haddad (Finanzas), y el asesor especial, Celso Amorim.
“Durante la llamada, recordé que Brasil es uno de los tres países del G20 con los que Estados Unidos mantiene un superávit comercial en bienes y servicios. Solicité al presidente Trump que retirara el arancel del 40% sobre productos nacionales y las medidas restrictivas aplicadas contra funcionarios brasileños…”, detalló Lula en un comunicado en sus redes sociales luego de la llamada.
Vale recordar que Estados Unidos impuso sanciones consulares y financieras a altos funcionarios, principalmente al juez de la corte suprema Alexandre de Moraes, a cargo del juicio contra Bolsonaro, condenado el mes pasado a 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado.
En esa misma línea, el mandatario brasileño agregó: “Veo nuestro contacto directo como una oportunidad para restablecer las relaciones amistosas de 201 años entre las dos democracias más grandes de occidente. Me ofrecía a viajar a Estados Unidos. El presidente Trump y yo intercambiamos números de teléfono para establecer comunicación directa…”.
Por último, Trump también se manifestó en redes sociales, señalando: “Hablamos de muchos temas, pero el enfoque principal fue la economía y el comercio entre nuestros dos países. Seguiremos conversando y nos volveremos a reunir próximamente, tanto en Brasil como en Estados Unidos. Disfruté de la conversación…”.
Las proyecciones que se hacen es que Estados Unidos podría reducir un poco el porcentaje de los aranceles, pero la cuestión de los castigos consulares es más complejo de ejecutarse. Por lo pronto, la negociación comenzó…