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La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) presentó, conforme a lo acordado, las reglas de operación para la asignación de subsidios a la vivienda 2014, que darán certeza a la inversión, a la contratación de empleos y servicios que son necesarios para la industria. De esta forma, rechazó 32 por ciento de reservas territoriales que fueron presentadas por desarrolladores de vivienda vertical.
El titular de la SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín, explicó que la innovación, respecto a las reglas de operación consiste en que se cambia el concepto de verticalidad a densificación; aumentan los rangos de los subsidios; se otorgan subsidios adicionales a la población con menores ingresos, de 1.5 salarios mínimos a 3.5 salarios, y se establecen los lineamientos para la evaluación de la reserva territorial.
Sobre este último punto, recordó que a partir de febrero se abrió el Registro Nacional de Reserva Territorial, y hasta hoy se han registrado un total de 110 mil hectáreas, de las cuales, el 68 por ciento es susceptible de recibir subsidio; el resto se trata de reservas que están muy lejanas y no cuentan con servicios.
El titular de la SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín expuso que conforme a los nuevos criterios de elegibilidad, el Gobierno de la República garantiza que la construcción de vivienda se dé en lugares donde se cuente con todos los servicios, pero también que haya fuentes de empleo cercanas.
Informó que la mayor parte de inscripción de reservas territoriales se centró en 20 ciudades, y por magnitud destacan Monterrey, Cancún, el Valle de México, Guadalajara y Mérida.
Ramírez Marín precisó que prevalecen los criterios de la ubicación de reservas U1, U2 y U3 que tienen la posibilidad de acceder a los subsidios y se amplía la clasificación la R1, R2 y R3, las cuales podrán competir por financiamiento mediante un proceso de certificación que otorgará la SEDATU. La clasificación R4A y R4B, alcanzan subsidio si cuentan con empleo cercano, servicios y viviendas ya habitadas.
Los polígonos U1, U2 y U3 no son nuevos, son los mismos que existen en la CONAVI desde 2011, es decir el contorno de las ciudades no se ha modificado.
Los contornos R califican precisamente eso qué hay alrededor de los polígonos inscritos en la reserva y tienen dos calificaciones: RA, si tiene empleo y RB si no cuenta con él.
R3 significa que son polígonos que tienen un mínimo de servicios y cuentan con permiso; los polígonos R4 tienen permiso, servicios y están habitados.
El secretario Ramírez Marín garantizó que habrá interlocución con los desarrolladores y a partir de la próxima semana en las ciudades de Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal se realizarán reuniones con presidentes municipales a fin de que se cuente con un instrumento uniforme de desarrollo urbano.
Respecto a los subsidios el secretario recordó que este año se ejercen en materia de vivienda 5 mil 770 millones de pesos, pero en un esfuerzo adicional se van a destinar a través de la Comisión Nacional de Vivienda, otros mil 500 millones de pesos, es decir un 26 por ciento más.
Dijo que con las reservas actuales que ya califican -que son alrededor de 75 mil hectáreas-, se podría garantizar la atención de la demanda de vivienda en los próximos 9 años, a razón de 60 casas por hectárea, es decir, poco más de 4 millones de viviendas.
En su intervención el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Fernando Aportela, destacó que la industria de la vivienda es dinámica, saludable y no representa riesgos para el sector financiero.
El gobierno reconoce en el financiamiento de la vivienda una valiosa herramienta para orientar y apoyar la política de la industria de la vivienda, en cumplimiento de la instrucción del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de hacer una banca de desarrollo que promueva el acceso alternativo de financiamiento a los sectores económicos estratégicos y que complemente la tarea de la banca privada para ofrecer más crédito.
El funcionario anunció dos nuevos instrumentos financieros que van a contribuir al desarrollo de la vivienda. El primero es una línea de crédito sindicada con recursos de la banca de desarrollo, de Sociedad Hipotecaria Federal y de Nacional Financiera, y la línea será de 8 años, con un periodo de revolvencia de 5 años, para apoyar vivienda nueva.
A ello tendrán acceso a todas las empresas desarrolladoras que cumplan con los criterios de acreditación previamente establecidos por el programa de financiamiento y la meta es construir aproximadamente 50 mil viviendas.
Y precisó que el segundo instrumento es la emisión de certificados bursátiles con créditos a la construcción.
Por su parte, Fernando Abusaid Quinard, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (CANADEVI) aseguró que reciben estas reglas con mucho optimismo, ya que le dan movilidad al sector, y destacó que los planteamientos de sus representados están plasmados en estas reglas de operación.
Asimismo, reconoció el trabajo conjunto entre las cámaras, organismos empresariales y el Gobierno de la República, para que las reglas fueran óptimas.
En el evento estuvieron presentes, el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Alejandro Nieto Enríquez; los titulares del INFONAVIT, Alejandro Murat Hinojosa; del FOVISSSTE, José Reyes Baeza; de Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), Jesús Alberto Cano Vélez; del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO), Ángel Islava Tamayo; de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Juan Pablo Castañón, y de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC), Luis Zarate Rocha.