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La Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE), una de las bodegas más emblemáticas de Rioja, ha encontrado en México no solo a su principal mercado en Latinoamérica, sino a una plataforma estratégica para su expansión regional.
Con más de medio siglo de presencia en el país, la casa vinícola presidida por Víctor Urrutia Ybarra mantiene una cuota cercana al 30 por ciento dentro del segmento de Rioja, consolidándose como el vino español más vendido en territorio mexicano y como referente indiscutible en el consumo de vino de calidad.
CVNE (Compañía Vinícola del Norte de España), fundada en 1879, es hoy liderada por la quinta generación familiar, Víctor Urrutia.
México, un mercado clave y en crecimiento
En entrevista con Revista Fortuna, Urrutia destacó que México representa uno de los mercados más relevantes a nivel global para CVNE, incluso por encima de España en términos de participación. “En Rioja tenemos alrededor del 15 por ciento de cuota, pero en México llegamos casi al 30 por ciento, y en vinos de crianza la participación asciende al 50 por ciento”, apuntó.
Esta presencia se explica por una combinación de factores: permanencia en el mercado, consistencia en la calidad de sus etiquetas y una adaptación natural al paladar mexicano. “Es presuntuoso decir que se debe a una sola cosa. Hemos tenido la fortuna de estar siempre presentes aquí y, sobre todo, de que lo que hacemos gusta al consumidor mexicano. Eso es un privilegio que no podemos desaprovechar”, afirmó el directivo.
En México mantiene una cuota cercana al 30 por ciento dentro del segmento de Rioja
Tradición e innovación en equilibrio
Fundada en 1879 en Haro, La Rioja, CVNE ha construido su reputación a partir de una visión que respeta la tradición vinícola, sin renunciar a la innovación tecnológica. “Nuestro futuro está en nuestro pasado”, reflexiona Urrutia. “El reto es elaborar vinos como los de hace 50 o 100 años, pero incorporando herramientas modernas que nos permitan mejorar procesos y adaptarnos a los cambios”.
Ejemplo de ello es la selección óptica de uvas, que complementa al trabajo manual y suple la escasez de mano de obra en labores repetitivas. La innovación también alcanza la comunicación: “Hoy no basta con hacer un gran vino, hay que enseñárselo a la gente. El momento en que dejas de ser relevante, aunque tengas un producto magnífico, la gente deja de verlo”.
Sostenibilidad como estrategia
El compromiso ambiental es otro de los pilares del crecimiento de CVNE. Desde 2020, la compañía opera con 100 por ciento de energía renovable, ha instalado más de mil kilovatios en paneles fotovoltaicos en sus bodegas y emplea biomasa proveniente de los propios viñedos. Estas medidas la convirtieron en la primera bodega de Rioja en obtener la certificación oro del International Wineries for Climate Action (IWCA).
“Es un esfuerzo constante”, reconoce Urrutia. “Invertimos mucho más de lo que le gustaría a mí como financiero, pero es una prioridad porque el cambio climático nos preocupa enormemente”.
El reto del consumo responsable
Aunque CVNE ha sorteado crisis como la pandemia con fortaleza —beneficiándose de la confianza en marcas establecidas—, hoy enfrenta un reto diferente: las corrientes que cuestionan el consumo de alcohol incluso en pequeñas cantidades. “Hay una visión puritana que sostiene que no existe nivel seguro de consumo de vino. Yo creo que después de 3 mil años tomando vino, no se va a acabar. Lo importante es la moderación y la responsabilidad”, subrayó.
Etiquetas y novedades para México
En el mercado mexicano están presentes más de 70 etiquetas de los ocho proyectos de CVNE, entre ellos:
- Cune Crianza Rioja (la más reconocida y vendida en México)
- Imperial
- Viña Real
- Vela (Ribera del Duero)
- La Val (Albariño)
- Roger Goulart (Cava)
- Podello de Galir (Godello)
- Azúa (Rioja)
Para el cierre de 2025, la bodega apuesta por consolidar la introducción de La Val Albariño, con el que busca conquistar un segmento creciente en México, y expandir la presencia de Vela Ribera del Duero, aún en fase de descubrimiento por parte de los consumidores locales.
Perspectivas hacia 2026
Aunque el mercado de bebidas en México se mantiene relativamente estable, CVNE proyecta un crecimiento de al menos 5 por ciento en los próximos años, con énfasis en fortalecer la cultura del vino como parte de la vida cotidiana, más allá de las celebraciones.
“Queremos que el vino acompañe desde una reunión de amigos hasta la mesa de los altos ejecutivos. México es un mercado en expansión y uno de los más entusiastas del mundo. Nuestra misión es seguir respondiendo a esa confianza con vinos de calidad, con respeto a la tradición y compromiso con la innovación”, concluyó Víctor Urrutia.