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Jerry Greenfield, cofundador de la icónica marca estadounidense de helados Ben & Jerry’s, ha anunciado su salida como “embajador de la marca” luego de un enfrentamiento público con la empresa matriz, Unilever, debido al conflicto en Gaza. Greenfield, de 74 años, ocupaba un puesto asalariado en la compañía y formó parte del dúo fundador que, junto con Ben Cohen, creó la marca hace más de cinco décadas.
De acuerdo con Reuters, en una carta abierta compartida por Cohen en redes sociales, Greenfield expresó su descontento con Unilever, señalando que la empresa con sede en Vermont, conocida por su activismo social en temas progresistas, había sido “silenciada” en los últimos años.
“Con el corazón roto, he decidido que ya no puedo, en buena conciencia y tras 47 años, seguir siendo empleado de Ben & Jerry’s”, escribió.
Añadió que “defender valores como la justicia, la equidad y la humanidad compartida nunca ha sido más importante, pero Ben & Jerry’s ha sido silenciada y marginada por temor a molestar a quienes ostentan el poder”.
Una voz crítica en soledad
En los últimos meses, Ben & Jerry’s ha sido una de las pocas marcas estadounidenses en pronunciarse sobre cuestiones internacionales y de política interna, incluyendo el conflicto en Gaza y la política migratoria del expresidente Donald Trump, mientras otras empresas han evitado asumir posturas públicas.
El activismo de la marca ha sido impulsado principalmente por su junta independiente de misión social, creada tras la venta de Ben & Jerry’s a Unilever en 2000. Esta junta mantiene autoridad sobre la misión social de la marca, aunque no sobre las operaciones comerciales. Greenfield y Cohen no forman parte de esta junta, aunque han respaldado públicamente sus decisiones en el pasado.
Un portavoz de Unilever y de Magnum Ice Cream, unidad que incluye a Ben & Jerry’s, declaró que “no está de acuerdo con la perspectiva de Greenfield y ha intentado entablar una conversación constructiva con ambos cofundadores sobre cómo fortalecer la poderosa posición basada en valores de Ben & Jerry’s en el mundo”. Las acciones de Unilever se mantuvieron sin cambios el miércoles.
Disputa por Gaza
Ben & Jerry’s ha vinculado históricamente la venta de helados con el activismo social. Ejemplos recientes incluyen el lanzamiento en 2019 del sabor “Justice Remixed”, con canela y chocolate, para concienciar sobre la justicia racial, y el rebautizo de “Chubby Hubby” a “Hubby Hubby” en 2009, en apoyo al matrimonio igualitario.
Sin embargo, la relación con Unilever comenzó a tensarse en 2021, cuando la marca anunció que dejaría de vender en Cisjordania ocupada por Israel, lo que provocó desinversiones por parte de algunos accionistas de la matriz.
Posteriormente, Unilever vendió el negocio en Israel a un licenciatario local, acción que Ben & Jerry’s demandó y luego resolvió mediante acuerdo.
Actualmente, la marca mantiene una segunda demanda contra Unilever por supuestos intentos de silenciarla y desmantelar la junta de misión social, además de calificar el conflicto en Gaza como “genocidio”, una postura poco frecuente entre empresas estadounidenses. Magnum ha aclarado que Greenfield no forma parte de esta demanda.
Continuará la lucha desde afuera
La salida de Greenfield coincide con los esfuerzos de los fundadores por lograr una escisión antes de la prevista salida a bolsa de Magnum Ice Cream en noviembre. La semana pasada, Cohen realizó una protesta en Londres durante la presentación de los planes de crecimiento de Magnum, exigiendo que Unilever “libere a Ben & Jerry’s” para proteger sus valores sociales.
Esta petición fue rechazada por el nuevo CEO de Magnum, Peter ter Kulve, y Cohen no ha anunciado su renuncia.
Greenfield concluyó que continuará su activismo social desde fuera de la empresa, ya que desde dentro no podía hacerlo.
“Siempre fue algo más que solo helado; era una forma de difundir amor e invitar a otros a luchar por un mundo mejor”, señaló.
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