Implicaciones de la prohibición de INDAUTOR sobre el registro de obras generadas por IA

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El Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) ha implementado una prohibición para el registro de obras generadas por inteligencia artificial (IA), una medida que se alinea con enfoques conservadores en materia de propiedad intelectual a nivel global. La posición plantea serias interrogantes en materia de innovación, creatividad y desarrollo económico de las industrias culturales.

La medida se alinea con enfoques conservadores en materia de propiedad intelectual a nivel global, pero que plantea serias interrogantes sobre su impacto en la innovación, la creatividad y el desarrollo económico de las industrias culturales.

Contexto internacional

La decisión de INDAUTOR se inserta en un debate global sobre la protección de obras generadas por IA.

En EUA, la Oficina de Derechos de Autor estableció en 2023 que las obras exclusivamente generadas por IA no son registrables, basándose en la necesidad de autoría humana.

En la Unión Europea, la Corte de Justicia (CJEU) subrayó que las obras deben reflejar la “creación intelectual del autor”, dejando a los Estados la interpretación de la IA en este contexto.

Sin embargo, países como el Reino Unido permiten el registro de obras generadas por computadoras bajo ciertas condiciones, mientras que la UE y Singapur han introducido excepciones para la minería de datos en el entrenamiento de IA.

En China, un fallo del Tribunal de Internet de Pekín reconoció la originalidad de una imagen generada por IA, considerando el aporte creativo humano en los prompts. Este panorama internacional refleja una falta de consenso, con enfoques que van desde la exclusión total hasta la aceptación parcial de la autoría en obras de IA.

Limitaciones a la creatividad

La prohibición de INDAUTOR refuerza una visión tradicional de la creatividad centrada en la autoría humana, lo que podría restringir la innovación en las industrias creativas.

Herramientas de IA generativa han demostrado ser instrumentos poderosos para ampliar la creatividad humana, permitiendo a artistas, escritores y músicos explorar nuevas formas de expresión.

Al negar el registro de estas obras, se desincentiva su producción y comercialización, ya que los creadores no pueden proteger sus derechos económicos ni morales. Esto podría generar un “efecto disuasorio” (chilling effect), como señala la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO), que indica que la incertidumbre jurídica reduce los incentivos para desarrollar sistemas de IA.

Además, la exclusión de estas obras podría relegar a México a un rol secundario en la carrera global por la innovación en IA, en contraste con países que adaptan sus marcos legales para integrar estas tecnologías.

Por otro lado, la prohibición busca proteger a los creadores humanos frente a la competencia desleal de la IA. La Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) ha advertido que la falta de protección para obras humanas podría disminuir los incentivos para la creación artística, afectando la inversión en sectores creativos.

Sin embargo, esta postura ignora el potencial de la IA como herramienta colaborativa que puede enriquecer la producción creativa sin desplazar a los autores humanos.

Impacto en Industrias Culturales

La industria editorial mexicana, que enfrenta retos como la baja demanda de libros y la concentración del mercado, podría verse significativamente afectada. La IA permite generar contenido a bajo costo y alta velocidad, desde novelas hasta textos técnicos, transformando la edición a nivel global.

La prohibición de INDAUTOR podría limitar la capacidad de las editoriales mexicanas para adoptar herramientas de IA en procesos como resúmenes, traducciones automáticas o contenido personalizado, colocándolas en desventaja frente a mercados más abiertos.

En 2023, esta industria generó ingresos por 12,000 millones de pesos, pero enfrenta una contracción en el mercado físico y una lenta transición al digital. La IA podría revitalizar el sector mediante nuevos formatos (como audiolibros generados por IA) o reducción de costos en contenido educativo. La prohibición, sin embargo, podría frenar esta modernización, perpetuando la decadencia de un sector vulnerable.

La industria musical, que generó 20,000 millones de pesos en México en 2024, utiliza intensamente la IA para componer, generar letras y masterizar. La prohibición de INDAUTOR podría desincentivar a productores independientes y pequeños estudios que dependen de estas tecnologías para competir con grandes sellos discográficos.

La falta de protección intelectual para obras generadas por IA limita su monetización en plataformas digitales, donde los derechos de autor son clave para las regalías. Aunque la medida protege a compositores tradicionales, podría frenar la innovación en un sector ya presionado por la piratería y la concentración del mercado, dejando a México rezagado frente a mercados con regulaciones más flexibles.

El mercado, por delante de la regulación

La prohibición de INDAUTOR contrasta con enfoques más flexibles en mercados globales como Amazon, el mayor vendedor de libros.

Desde septiembre de 2023, Amazon exige a los autores de Kindle Direct Publishing (KDP) declarar si sus obras contienen contenido generado por IA (texto, imágenes o traducciones), distinguiendo entre “generado por IA” (creado principalmente por herramientas de IA) y “asistido por IA” (donde el autor crea el contenido original y usa IA para edición).

Esta política, impulsada por la Authors Guild, promueve la transparencia y protege a los autores humanos frente a la proliferación de libros generados por IA. Además, Amazon limita a tres publicaciones diarias por autor para evitar la saturación de contenido de baja calidad, y monitorea el cumplimiento con equipos humanos y herramientas automatizadas, aunque no utiliza detectores de IA por su falta de fiabilidad.

Este enfoque equilibra innovación y calidad, algo que INDAUTOR podría considerar para evitar un impacto negativo en el mercado creativo mexicano. La prohibición absoluta elimina la posibilidad de integrar la IA de manera regulada, afectando la competitividad de los creadores locales frente a plataformas globales.

Implicaciones económicas

Desincentivo a la inversión en IA: La prohibición podría reducir la inversión en startups y empresas que desarrollan o utilizan IA en sectores creativos.

Según el Banco Mundial, el mercado global de IA generativa podría alcanzar 1,300 millones de dólares para 2030. La incertidumbre jurídica en México, no obstante, podría desviar esta inversión hacia países con regulaciones más flexibles. Esto limitaría la creación de empleos en tecnología y la contribución de la IA al PIB mexicano, estimada en un potencial incremento de 0.8% anual por el FMI.

*Pérdida de competitividad en industrias creativas: La exclusión de obras generadas por IA podría debilitar la competitividad de sectores como la edición y la música frente a mercados globales. Por ejemplo, en 2024, el 60% de los ingresos de la industria musical mexicana provino de plataformas de streaming, donde la IA ya optimiza la producción y distribución.

La prohibición podría frenar la adopción de estas herramientas, aumentando costos y reduciendo la capacidad de competir con productores internacionales.

*Protección de creadores tradicionales: La medida podría beneficiar a corto plazo a autores y compositores humanos al limitar la competencia de obras generadas por IA, preservando sus ingresos por regalías. En 2023, los derechos de autor representaron el 15% de los ingresos de la industria editorial mexicana. Sin embargo, este beneficio podría ser temporal si los creadores no adoptan tecnologías que mejoren su productividad.

*Riesgo de obsolescencia tecnológica: Al desincentivar el uso de IA, México podría quedarse rezagado en la adopción de tecnologías que están transformando las industrias creativas globales. Por ejemplo, la producción musical asistida por IA ha reducido los costos de masterización en un 40% en mercados como Estados Unidos.

La prohibición también podría aumentar los costos operativos de las industrias creativas mexicanas, reduciendo su rentabilidad.

Impacto en el comercio electrónico: La prohibición podría limitar la participación de creadores mexicanos en plataformas digitales, donde la transparencia en el uso de IA es una norma emergente. Esto podría reducir las exportaciones culturales mexicanas, que en 2023 representaron el 2% del comercio de servicios, afectando la balanza comercial.

En resumen, aunque la prohibición protege a corto plazo a los creadores tradicionales, sus costos económicos a mediano y largo plazo —pérdida de inversión, menor competitividad y obsolescencia tecnológica— podrían superar los beneficios, especialmente en un contexto global donde la IA está redefiniendo las industrias creativas.

Conclusiones

La decisión de INDAUTOR refleja una postura cautelosa, pero carece de una visión estratégica para equilibrar la protección de los creadores humanos con el fomento de la innovación. La IA no reemplaza necesariamente la creatividad humana, sino que puede actuar como una extensión de la misma.

La negativa a reconocer estas obras podría limitar la capacidad de México para atraer inversión en IA, un sector con un potencial de crecimiento de 1.5 puntos porcentuales anuales en la productividad global (FMI).

Por otro lado, la medida aborda preocupaciones legítimas sobre la explotación de obras protegidas para entrenar modelos de IA. La Unión Europea, con su Ley de IA de 2023, exige transparencia en el uso de datos protegidos, un modelo que México podría emular para regular la IA sin prohibirla.

Para mitigar los riesgos señalados, se podrían evaluar los siguientes puntos:

Explorar un modelo híbrido que reconozca la autoría humana en obras asistidas por IA, como en China.

Adoptar regulaciones como las de la UE para exigir la divulgación de datos utilizados en el entrenamiento de IA, protegiendo a los creadores originales.

Incentivar el uso de IA en la edición y la música mediante subsidios o exenciones fiscales para proyectos éticos.

Crear un grupo de trabajo con representantes de la industria editorial, musical, desarrolladores de IA y legisladores para diseñar un marco regulatorio equilibrado. Un enfoque más acorde al ritmo de la revolución de la informática es crucial para que México aproveche el potencial transformador de la IA sin sacrificar los derechos de los creadores.

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Rodolfo Augusto Ostolaza Berman,
Rodolfo es subdirector de Estudios Económicos de Banamex, donde se encarga de dar seguimiento a los sectores real y externo de la economía mexicana. Tiene una Maestría en Economía por El Colegio de México, una Licenciatura en Finanzas por la Universidad Tecnológica de México, y una Licenciatura en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Anteriormente, fue economista senior en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos. También desempeñó los cargos de jefe de la sección de estadísticas de comercio internacional dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Rodolfo estuvo además al frente de la Dirección de Insumo Producto en el INEGI, y fue jefe de la Oficina de Medición de los Sectores Primario y Terciario en el Banco de México (Banxico).