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El Secretario de Estado de los Estados Unidos continúa indignado por el asesinato de Charlie Kirk. Luego de capturar al autor material del atentado, la administración de Trump va por otro castigo directo…
Luego de buscar durante horas, el FBI logró capturar al asesino de Charlie Kirk. Tyler Robinson, un joven de 22 años, fue quien se subió a la terraza de un edificio frontal al acto de Kirk y desde 150 metros le disparó directamente a su cuello para dejarlo sin vida minutos después. Tras ser arrestado, las fuentes del FBI confirmaron por información de su teléfono personal, que él se encargó de planificar el atentado contra el activista y amigo de Donald Trump.
A pesar de tener al culpable de esta tragedia en prisión, los altos mandos políticos de Trump ahora se enfocan en otra cuestión colateral a este caso. La postura de Trump y sus políticos es que este desenlace se dio por la influencia que tiene la izquierda en el mundo y en la sociedad: “Los radicales de derecha suelen ser radicales porque no quieren ver delincuencia. No quieren ver delincuencia, les preocupa la frontera. Los radicales de izquierda son el problema, son crueles, horribles y políticamente astutos…”.
Tras ello, Marco Rubio rompió el silencio y siguió con esa tendencia. El Secretario de Estado impulsó la iniciativa de marcar a aquellas personas que celebraron el asesinato de Kirk en redes sociales: “Tenemos que terminar con darle visas a las personas que quieren venir a Estados Unidos y luego celebran un asesinato, una ejecución de una figura política. No deberíamos hacerlo más y si ya están aquí, tenemos que revocar esas visas. ¿Por qué tenemos que tener en nuestro país a personas que participan de comportamientos negativos y destructivos…”.
Días después del asesinato de Kirk, muchas personas se manifestaron a favor del fallecimiento del político y lo celebraron en redes sociales, lo que indignó al gobierno de Trump. En las últimas horas, Marco Rubio volvió a hablar de esto, desde Jerusalem, y no se movió un centímetro de esa iniciativa, de hecho, la profundizó.
“Charlie Kirk era constantemente invitado a programas de personas con las que él no coincidía en nada. Y él tenía en su programa a personas con las que no coincidía. Fue asesinado en pleno discurso, en una universidad. Creo que fue un esfuerzo no solo para silenciar a Charlie, sino también para intimidarnos…”, sentenció Rubio.
La particularidad de esto es que el efecto de la medida de Rubio fue inmediata porque Estados Unidos revocó la visa de Ricardo Barbosa, un médico brasileño que dejó un comentario extremadamente ofensivo en redes sociales. De acuerdo a CNN Brasil, el neurocirujano fue suspendido de su trabajo en una clínica en la capital del estado de Pernambuco. “De todo el contenido depravado que vi en línea, este es quizás el más escalofriante. Es de un neurocirujano brasileño…”, detalló el Subsecretario de Estado, Christopher Landau.
Ricardo Barbosa se manifestó en Instagram y comentó una publicación que informaba la muerte de Kirk: “Saludos a este compañero de puntería impecable. Columna cervical…”. El comentario de Barbosa tomó una magnitud tan grande que CNN logró contactarse con él y buscó defenderse de lo sucedido: “Esta es una declaración desafortunada, fuera de contexto, difundida por personas ajenas a mi círculo”. Lo cierto es que Estados Unidos sigue de cerca estas acciones y Barbosa no sería el único en atravesar esta condición.