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Desde una perspectiva macro, México está pasando por un bache que probablemente mantenga el crecimiento del PIB por debajo de 3% este año. Sin embargo, el crecimiento en Estados Unidos y el impulso de las reformas en México deberían traer consigo un crecimiento de 4% para 2014, estima un análisis de BofA Merrill Lynch Global Research.
El autor Carlos Capistrán, Economista en Jefe para México, señala que recientemente incrementamos nuestro pronóstico inflacionario a 4.9% para reflejar el efecto que esperamos de la reforma fiscal y prevemos que Banxico se mantenga a la expectativa a lo largo de 2013 y 2014.
Entre los principales riesgos para la economía mexicano encuentran el choque fiscal en Estados Unidos afectando la actividad económica más, o menos, de lo que esperamos, así como un eventual el estancamiento político o una decepción de las reformas en México.
Reformas: van
tres, habrá más
Las cámaras legislativas han aprobado la reforma a las telecomunicaciones. Como lo esperábamos, fue aprobada rápidamente y sin grandes cambios, lo que habla de la habilidad de negociación del nuevo gobierno. Desde nuestro punto de vista, dice Capistrán, la reforma fomentará la competitividad en el sector y mantendrá los precios bajo control.
Hasta ahora, han pasado tres importantes reformas: laboral, educativa y ahora la de telecomunicaciones. Aún faltan por enviar al Congreso la reforma financiera, fiscal y energética, entre muchas otras que ya han sido enviadas, como la ley de responsabilidad fiscal para los estados y la reforma minera.
Es probable que las reformas fiscal y energética no sean presentadas en septiembre, aunque existe la posibilidad de que la fiscal sea enviada antes de eso, considera el analista.
Somos constructivos en cuanto a las reformas pendientes. La financiera estará dirigida hacia la reducción de costos en los servicios financieros y a revisar la ejecución de las garantías al crédito, agrega Capistrán.
Esta reforma debe ser considerada como impulsadora de productividad que incrementaría el crecimiento, sin embargo esto tomará tiempo; esta es una condición necesaria para que llegue el auge crediticio a México en los próximos años, indica.
Prevé que la reforma fiscal fortalecerá las finanzas públicas, principalmente mediante la ampliación de la base del impuesto al valor agregado.
El efecto en el crecimiento dependerá de la manera en que el gobierno disponga de estos nuevos recursos, sin embargo, ya que espera que el déficit permanezca en ceros, no cambia su expectativa de crecimiento para 2014 (4 por ciento).
La composición de la demanda agregada cambiará de un consumo privado a uno gubernamental y de inversión; prevemos que esto tenga un gran efecto en los precios, señala Capistrán.
También anticipa cambios en el sector energético, que van desde una potencial privatización en downstream, hasta cambios en el gobierno corporativo de Pemex.
Sin embargo, para BofA Merrill Lynch Global Research el principal cambio vendría de permitir que Pemex firme contratos de riesgo total con empresas privadas; esto permitiría que el sector privado invirtiera más, particularmente en aguas profundas y gas shale.
En un círculo virtuoso, la aprobación de las reformas pendientes podría catapultar un incremento en la calificación de México tan pronto como acabe 2013, desde el punto de vista de Capistrán.
La parte profunda
del bache
La producción industrial ha estado estancada por varios meses; el ritmo de las ventas de minoristas en febrero resultó muy por debajo del consenso, en -2.6%, y las ventas han sido bajas por lo menos desde diciembre.
Además de un efecto de calendario que está afectando los datos de febrero, esto es parte del bache por el que México está pasando, de acuerdo con Capistrán.
Desde su punto de vista, existen dos principales factores: las débiles condiciones externas y el sector de la construcción en México.
Espera que la actividad se recupere hacia finales del año, al tiempo que la economía estadounidense también lo hace y que las medidas que el gobierno está tomando ayuden al sector interno, sin embargo advierte que existen riesgos de un débil primer semestre del año.
“Inflando” nuestros
pronósticos inflacionarios
Recientemente incrementamos nuestros pronósticos inflacionarios para 2014 a 4.9%, desde 3.7%, para considerar los efectos de varios factores que impactarían en la inflación en el corto y mediano plazo, particularmente la reforma fiscal.
Vemos un mínimo en la inflación de 3.6% por lo menos hasta diciembre de 2014, y no observamos que la tendencia converja pronto hacia 3%, agrega Capistrán.
Cambiamos nuestra predicción de política monetaria, ahora previendo que el banco central mantendrá las tasas sin cambios por lo menos hasta diciembre de 2014; habíamos previsto alzas en las tasas en la segunda mitad de 2014, dice el analista.
Vemos un riesgo de recorte en el segundo semestre de 2013 al tiempo que la inflación cede a lo largo del verano, particularmente si las condiciones monetarias se vuelven incómodamente ajustadas para Banxico, dada la apreciación del peso mexicano.
Sin embargo, cree que Banxico preferiría reintroducir el mecanismo de subasta de dólares antes que utilizar las tasas de interés una vez más, dadas nuestras expectativas de inflación; ve un riesgo de alza para el segundo semestre de 2014.
Estrategia: posiciones largas
en el peso mexicano, compra
de Udibono 2014
El peso mexicano se mantiene como nuestra primera opción entre las divisas latinoamericanas. Recomendamos posiciones largas en el peso mexicano contra dólares canadienses y euros (con opciones put digitals), y contra el yen japonés y peso chileno, indica Capistrán.
Señala que el mayor crecimiento económico en relación a las divisas del G10 y la agenda de reformas económicas de la nueva administración hace del peso mexicano una opción atractiva.
En el mercado de bonos, recomienda los Udibonos a dos años; los actuales precios del mercado están situando el punto de equilibrio inflacionario en alrededor de 3.2%, muy bajo dado que considera la inflación para 2014 en 4.9%, como resultado de la reforma fiscal que actualmente impulsa la administración.
Las tasas de interés nominal – en bonos y swaps – han descendido marcadamente en abril. Los swaps de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) en el corto plazo podrían generar otro recorte a la política de tasas referenciales para finales de 2013.
Ya que no esperamos que este recorte suceda, vemos valor en los payers tácticos. Los rendimientos de bonos a largo plazo también han decrecido significativamente debido a las medidas de relajamiento del Banco de Japón, señala.
Este rally probablemente ha terminado, de manera que recomendamos posiciones cortas en bonos a largo plazo y steepeners a 10y30y, dice Capistrán.