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Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, estimó que a partir de junio la inflación retomará una trayectoria descendente, luego de que en marzo y en la primera quincena de abril registró niveles superiores a 4 por ciento.
En su participación en la 76 Convención Bancaria que se realiza en Acapulco, Guerrero, Carstens dijo que se espera la inflación se mantenga en niveles similares en los próximos dos meses para posteriormente, a partir de junio, retome una trayectoria descendente.
Indicó que el repunte actual, previsto en su momento por Banco de México, obedece a perturbaciones de oferta asociadas a factores climáticos y fitosanitarios, a aumentos en las tarifas del transporte público, así como a una base de comparación baja en los precios de frutas y verduras.
“Dada la naturaleza de los factores que han provocado este repunte en la inflación, se considera que este episodio de cambios en precios relativos no afectará el proceso de convergencia de la inflación hacia la meta permanente que nos hemos trazado”, de 3 por ciento.
Precisó que el impacto de la política monetaria en la economía incide unos 18 meses, por lo que es de esperar que la inflación general se ubique cercadel 3 por ciento.
Carstens destacó que a pesar de los choques que han incidido sobre la inflación general, la inflación subyacente, que en gran medida refleja la tendencia de mediano plazo de la inflación, se ha comportado de manera muy favorable.
Durante el primer trimestre del año se ubicó en promedio por debajo del 3 porciento, y lo más probable es que para el resto de 2013 y para 2014 se mantenga cerca o incluso por debajo de dicho nivel.
Resaltó el comportamiento diferenciado que han tenido la inflación subyacente y la no subyacente. La primera registrala variación de los precios de 77 por ciento de la canasta que se utiliza de referencia en el INPC, y está comprendida fundamentalmente de alimentos procesados, tabaco, alcohol, mercancías no alimentarias y servicios.Los precios de estas mercancías y servicios se determinan sobre todo por las fuerzas del mercado y tienen la capacidad de responder, con ciertos rezagos, a las medidas de política monetaria que adopte el Banco de México.
La canasta de productos cuyos precios se utilizan para calcular la inflación no subyacente son los agropecuarios y los servicios y mercancías cuyos precios son determinados por autoridades federales o de otro orden de gobierno,razón por la cual no responden a las acciones de política monetaria.
Dijo que en los últimos años, el principal factor que ha impedido que se alcance de manera durable la meta permanente de inflación general del 3 por ciento es la gran volatilidad registrada por la inflación no subyacente.
Ante esta situación dijo que el Banco de México se mantendrá atento al comportamiento de todos los determinantes de la inflación, así como de la evolución de sus perspectivas, con el propósito de vigilar que no se contamine el proceso de formación de precios y salarios en la economía, y se converja gradualmente al objetivo permanente de inflación de 3 por ciento.
Entorno Internacional
El gobernador del Banco de México exhortó a no subestimar el actual entorno externo complicado, ya que la coyuntura internacional podría provocar la reversión súbita de los flujos de capital que han llegado a las economías emergentes.
Dijo que la normalización de las condiciones monetarias en economías avanzadas puede tener repercusiones importantes para la economía mundial y, por consiguiente, para la economía mexicana.
“En particular, puede propiciar una reasignación masiva de inversionesa nivel global y dar lugar a una reversión súbita de los flujos de capitalque han llegado a las economías emergentes”.
En términos generales, agregó, es previsible que las economías con fundamentos sólidos se vean relativamente menos afectadas por estos fenómenos potenciales que aquellas que tienen una posición más comprometida.
Pidió continuar fortaleciendo el ambiente de confianza en la economía mexicana y seguir mejorando el marco institucional para la política macroeconómica de México.
Además destacó la necesidad de avanzar todavía más en el procesode reformas estructurales para que la economía mexicana sea cada vez más competitiva.
Dijo que el entorno de tasas de interés excepcionalmente bajas en economías avanzadas ha contribuido a atraer importantes flujos de capital hacia economías emergentes, del cual no se ha escapado México.
En términos generales, explicó, las entradas de capital proporcionan importantes beneficios para las economías receptoras, ya que complementan el ahorro doméstico con recursos provenientes del exterior, lo que permite financiar tasas más elevadas de inversión.
Sin embargo, estos flujos,principalmente cuando se dan en un ambiente de elevada volatilidad y de gran velocidad. En particular, las entradas de capitales tienden a generar presiones hacia la apreciación de la moneda nacional.
En el caso de México, agregó, la apreciación cambiaria hasta la fecha ha sido congruente con la fortaleza de la economía nacional, al reflejar los diferenciales de tasas de crecimiento económico, así como de las posturas de política monetaria, entre México y nuestros principales socios comerciales.
Sin embargo, la volatilidad que se ha observado en los flujos de capital puede propiciar una sobrerreacción del tipo de cambio que debe ser monitoreada cautelosamente por la autoridad.
Además del impacto sobre el tipo de cambio, los flujos financieros internacionales pueden propiciar aumentos excesivos en los precios de los activos domésticos y expansiones desmedidas del crédito, lo que suele desembocar en la formación de desbalances financieros.
Subrayó que existe el riesgo de que ante un eventual retiro del estímulo monetario se produzca una reversión en los flujos de capital que, en principio,puede tener importantes consecuencias sobre la estabilidad financiera y sobre la actividad económica.
Para hacer frente a esta situación, indicó que la economía mexicana cuenta con un nivel históricamente alto de reservas internacionales junto con la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional, por más de 70,000 millones de dólares, recursos queserían, en su caso, útiles para enfrentar alguna contingencia.