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Si bien falta tiempo para que la petrolera estatal demuestre que efectivamente está saneando sus finanzas, sus vencimientos de deuda, generalmente superior a los 5 años, reflejan confianza de inversionistas de muy corto plazo, y un mejor precio en sus cotizaciones.
Los planes estructurales delineados por el Gobierno mexicano para Petróleos Mexicanos (Pemex) darían una mejor perspectiva sobre el plan de consolidación fiscal que podrá observarse dentro del presupuesto económico del 2026, afirmó la estratega de renta fija de la correduría Valores Mexicanos (Valmex), Yazmín Matus.
“En términos generales, creo que uno de los factores que más preocupan son los ingresos petroleros. En la medida en la que los ingresos petroleros vayan en línea con el presupuesto, podríamos esperar que se consolide la meta fiscal”, sostuvo en entrevista con el programa A la Apertura de Revista Fortuna.
Las calificadoras de riesgo crediticio de mayor peso a nivel mundial han venido mejorando la perspectiva de la petrolera desde que el Gobierno mexicano ha estado dando a conocer desde mitad de año las acciones y lineamientos para que Pemex deje de recibir aportaciones desde el Estado a partir del 2027, con base en una reestructuración de sus operaciones y sus finanzas.
Fitch Ratings anunció apenas el viernes anterior que colocó las calificaciones de la nota de largo plazo en moneda local y extranjera de Pemex, hoy en “BB”, en Observación Positiva (RWP), lo que posibilita un ascenso en los peldaños del ranking.
El movimiento procedió a una acción similar anunciada el 22 de julio por la misma agencia, cuando colocó el mismo estatus a la nota internacional, hoy en “B+”, el referencial para los inversionistas globales. El mes pasado, Moody’s Ratings también colocó a Pemex en revisión para una posible mejora.
Anteriormente el 10 de julio, S&P Global Ratings había llevado a cabo una acción similar, confirmando la calificación internacional de la nota de la empresa en “BBB”, el ranking más alto entre las tres calificadoras internacionales líderes.
Perspectiva
La también subdirectora de mercados de renta fija en Valmex dijo el lunes que la posición de las calificadoras ha hecho que tanto los bonos de Pemex como sus Credit Default Swaps (CDS´s) estén cotizando con una menor tasa, en respuesta a una alta demanda de los inversionistas de corto plazo.
Tan solo en el caso de la tasa de interés de los CDS esta se ha reducido en alrededor de 30 puntos base (pb) en lo que va del año.
“Un parámetro que tenemos dentro de los mercados de deuda, cada mejora en las calificaciones, cada notch de mejora o cada escalón de mejora en el nivel de la calificación puede mejorar este nivel de riesgo en alrededor de 20 30 puntos básicos”, afirmó Matus.
Este paquete repercute en consecuencia en una menor carga financiera para la empresa. Todo este plan de hacer cambios estructurales en Pemex es de largo plazo y todavía no está dando resultados, precisa la especialista.
“Me parece que estos cambios estructurales toman tiempo en darse… en la medida en la que vaya avanzando el tiempo y veamos que los ingresos petroleros valen, en el sentido en cómo se esté presupuestando, podríamos esperar que si se dé la consolidación fiscal”.
Desde que el Gobierno mexicano reclasificó a Pemex como empresa estatal en sustitución del estatus de empresa productiva del Estado derivada de la reforma energética que impulsó la Administración del expresidente Enrique Peña, el vínculo de Pemex con el Estado es ahora más estrecho a partir del sexenio pasado, con el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Matus señaló que la buena recepción de los planes de la petrolera ha propiciado una buena demanda de sus papeles en los mercados internacionales entre inversionistas de muy corto plazo, con vencimientos de deuda que superan los 5 años. Con todo, esto ha venido generando que las tasas a las que se está financiando Pemex se reduzcan.
“Al final, lo que va a contar en el largo plazo es cómo Pemex pueda volver a sanear su balance en términos de lo que produce, y lo que le está costando la deuda”, anotó la experta.
Los recursos contemplados en el presupuesto 2026 en el caso de la petrolera estatal, de acuerdo con Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, CIEP, presentan discrepancias debido a que parten de una reducción de 8.05% en exploración y extracción, un aumento en refinación respecto a lo ejercido en la administración pasada, y un gasto en servicios personales. “Estas diferencias ponen en duda la capacidad de Pemex para cumplir sus metas con los recursos previstos en el corto plazo”, afirmó.
En su ejercicio, el CIEP señala que entre 2019 y 2024, los ingresos totales de la empresa presentaron una evolución volátil, y donde el incremento de los ingresos respondió a las aportaciones recibidas por el Gobierno Federal, más que a una mejora en su operación.
A partir de 2021, acota, el balance financiero de la empresa muestra resultados positivos, pero con sus claroscuros al no reflejar una mejora en su operación financiera, sino el aumento de los otros ingresos, representado por las transferencias realizadas por el Gobierno. “Sin estas aportaciones extraordinarias, la empresa habría registrado déficits, en promedio, de 237 mil 417 millones de pesos” desde entonces.