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El restaurante Tarumba, insignia de Grupo Farrera en San Cristóbal de las Casas, presentó en la Ciudad de México su nuevo proyecto de sustentabilidad gastronómica, con el objetivo de tender un puente entre Chiapas y la capital del país.
La iniciativa, presentada en días recientes en el restaurante Balcón del Zócalo, busca posicionar a la cocina como un motor de cambio económico, social y cultural a través del respeto a los ingredientes, el impulso a productores locales y la reducción de desperdicios.
Desde sus inicios, Tarumba se ha distinguido por trabajar de la mano con agricultores, artesanos y comunidades indígenas de Chiapas. Ahora, con este lanzamiento, el restaurante busca replicar ese modelo en un espacio que refleja la diversidad de México, mostrando que la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una práctica diaria que transforma el servicio y la experiencia gastronómica.
Colaboración que fortalece comunidades y economías locales
El proyecto reúne a diversas iniciativas con fuerte arraigo en Chiapas, como Tlako, que promueve el café de altura bajo un esquema de comercio justo y sin intermediarios; Juxta y NGO Impacto, colectivos de mujeres tejedoras que preservan tradiciones textiles y culinarias; Huellas de Cacao, dedicada al rescate del cacao criollo mediante prácticas agroecológicas; y Banco de Alimentos (BAMX), que combate el desperdicio alimentario en México. La colaboración entre estos proyectos genera beneficios directos en las comunidades, al garantizar ingresos justos y oportunidades de desarrollo.
De acuerdo con los organizadores, este modelo no solo representa un esfuerzo cultural, sino también una estrategia de desarrollo económico inclusivo. Al dar visibilidad a los productores, cocineras y artesanas, se fomenta un ecosistema donde la gastronomía impulsa el empleo, el comercio responsable y la valoración de la biodiversidad de Chiapas.
La elección de Balcón del Zócalo como escenario no fue casual. El restaurante capitalino ha construido una propuesta en la que la tradición y la innovación dialogan, lo que lo convierte en el espacio ideal para mostrar cómo las cocinas regionales pueden conectar con un público más amplio y abrir camino a un movimiento nacional por la sostenibilidad en la alta gastronomía.
Con este anuncio, Tarumba reafirma su papel como embajador de Chiapas y de la riqueza natural de México. Su proyecto de sustentabilidad plantea un modelo replicable en otras regiones, en el que el respeto por el entorno y el bienestar comunitario se convierten en ingredientes esenciales de la cocina.