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El presidente estadounidense envió fuerzas armadas a Venezuela. Nicolás Maduro se prepara para la batalla aunque ya se habla de un profundo temor a su caída. “Tiene las horas contadas”, aseguran en Washington…
Donald Trump considera que este momento, es el indicado para hacer caer a Nicolás Maduro. El republicano tiene claro que la misión no será sencilla, pero la realidad demuestra que el líder venezolano tiene un profundo temor a la caída de su dominio. De acuerdo a Reuters, en las últimas horas se reportó que Estados Unidos está desplegando tres destructores lanzamisiles guiados en las costas de Venezuela para combatir al Cártel de los Soles de Maduro. Los destructores desplegados son el USS Gravely, USS Jason Dunham y el USS Sampson.
Tras ello, Nicolás Maduro reaccionó de inmediato. “Esta semana voy a activar un plan especial para garantizar la cobertura con más de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional. El plan de paz consiste en desplegar toda la capacidad miliciana en el territorio y por sectores, establecer la capacidad de la milicia nacional bolivariana en todos los territorios del país”, declaró Maduro durante un acto televisado.
“Nuestros mares, nuestros cielos, las vigilamos nosotros. Ningún imperio va a tocar nuestra tierra sagrada de Venezuela. Ningún imperio del mundo podrá. Jamás tocarán la tierra sagrada de Bolívar. Ya es bastante humillación es el avance militar estadounidense en tierra colombiano. Ya basta. No lo olviden, yo voy para adelante…”, agregó Nicolás Maduro.
El temor de Maduro es entendible. Hace solo unas semanas, Donald Trump y Estados Unidos demostraron al mundo el poderío armado que ostentan ya que en cuestión de segundos destruyeron toda la logística nuclear que tenía Irán. “Toda la capacidad miliciana venezolana saldrá a defender la tierra…”, señaló Maduro.
No obstante, no lo más relevante de las declaraciones de Maduro es que dio lugar a personas infiltradas que lo quieren traicionar por el simple hecho de ayudar a Estados Unidos: “Hay mucho cobarde escondido y disfrazado que no es capaz de decirme las cosas en la cara porque es un cobarde son unos cobardes. Hay gente débil y son los más fáciles en reaccionar. Es fácil atacarme. La debilidad de ellos, no será mi debilidad. Yo no soy un chanta ni un cobarde. Voy para adelante. Si llegué hasta aquí no es por tibio, por cobarde, por pusilánime…”.
Vale recordar que el despliegue de las fuerzas armadas marítimas de Estados Unidos se ejecuta luego de que Trump firmara en secreto una orden que autoriza al Pentágono a utilizar operaciones directas contra grupos narcotraficantes en el exterior. La medida incluyó también a las organizaciones declaradas como terroristas globales, entre ellas el Cartel de Sinaloa en México y el Tren de Aragua en Venezuela.
“A Maduro hay que enfrentarlo con algo más que una recompensa millonaria, hay que tratarlos como lo que son, que no es un gobierno, ni una dictadura en sí misma, sino un cartel de la droga. Es un régimen narcoterrorista que se ha apoderado del territorio venezolano. Maduro y su gente permiten a los narcotraficantes no solo transportar drogas por Venezuela, sino hacerlo utilizando instalaciones militares. Es como si un cartel de la droga hubiera tomado el control del territorio nacional…”, había dicho el Secretario de Estado, Marco Rubio. Lo cierto es que tras la recompensa, la fase de ataque de Estados Unidos pasó a otro plano, tal como quería Rubio.
