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Economistas aseveraron que la contracción no parece transitoria, sino el inicio de una etapa de ajustes más prolongada, donde las familias mexicanas podrían enfrentar menores apoyos desde el exterior, lo que había estado contribuyendo de forma notable en el ingreso de divisas y en el consumo de muchas regiones del país
Los envíos de dinero de los connacionales que trabajan en el extranjero, mayoritariamente en Estados Unidos, languidecen. El Banco de México informó que durante junio, los ingresos por remesas situaron en 5,201 millones de dólares (mdd), con una caída a tasa anual de 16.2%.
El resultado significa la mayor caída en las remesas desde septiembre del 2012, esto es, hace casi 13 años. Si bien el factor desasosiego derivado de las políticas antiinmigración de la Administración Trump son parte del problema, lo cierto es que la pérdida de ritmo ha estado ocurriendo desde finales del 2023.
“Este cambio sugiere el fin de un ciclo expansivo que se extendió por más de una década y que había contribuido de manera importante al ingreso de divisas y al consumo en muchas regiones del país”, señaló
Gerónimo Ugarte, economista en jefe de la firma de corretaje Valores Mexicanos (Valmex)
El envío de los flujos de junio implicó12.7 millones de transacciones, con un envío promedio de 409 dólares y donde la contracción anual de 16.2% reflejó el retroceso de 14.3% en el número de envíos, y de un 2.2% en el valor de la remesa promedio.
Banxico mencionó que en los últimos 12 meses, los ingresos por remesas sumaron 62,996 mdd, un monto inferior al reportado en mayo, de 64,002 mdd. En el acumulado de enero a junio, el valor de los ingresos por remesas fue de 29,576 mdd, menor al importe de 31,326 mdd del mismo lapso del 2024, con un descenso a tasa anual de 5.6%.
“La caída no parece transitoria, sino el inicio de una etapa de ajuste más prolongada, en la que las familias mexicanas podrían enfrentar menores apoyos desde el exterior y anticipa un menor impulso externo para la economía mexicana en los próximos meses, con efectos más visibles en los estados con mayor dependencia de estos recursos”, advirtió Ugarte.
Montaña rusa
Juan José Li Ng, de BBVA México, mencionó que, en contraste con el registro más reciente, durante junio del año pasado, justo, las remesas lograron un máximo histórico de 6,207 mdd en un mes.
Explicó que el efecto base de comparación es uno de los principales
factores que explican el primer gran retroceso de los envíos de dinero desde 2023, que ocurrió en abril pasado, de 12.1%, y el declive de más del 16% en junio.
“Las recientes acciones y políticas migratorias del gobierno de Estados Unidos solo están afectando marginalmente la caída de las remesas al país, las cuales han mostrado signos de incertidumbre durante los últimos 20 meses, una tendencia que comenzó a observarse desde noviembre de 2023”.
Las remesas habían exhibido una ruta ascendente desde el 2014, una racha de 11 años consecutivos de expansión. Ugarte y Li Ng coincidieron que es “muy probable” que esta dinámica llegue a su fin desde este mismo año.
Entre el 2013 y el 2024, las remesas aumentaron en términos nominales de 23,090 mdd hasta 64,746 mdd, esto es, se triplicaron. Este incremento resulta sorprendente si se considera que el volumen de migrantes mexicanos en EU no ha cambiado significativamente, ya que desde 2007 se mantiene en torno a los 12 millones, anotó Li Ng.
“Un factor que podría contrarrestar el deterioro de las remesas en los meses restantes del 2025, sería que quienes envían remesas aumenten el número de operaciones o su monto.
“Sin embargo, esto es poco probable en el contexto del endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos que desincentiva la búsqueda de empleo y la llegada de nuevos migrantes, a la par del fuerte deterioro del mercado laboral de Estados Unidos”, mencionaron Gabriela Siller y Jesús Anacarsis López, de Grupo Financiero Base.
La pérdida de ritmo del envío de remesas, principalmente desde EU, donde labora el grueso de los connacionales que trabajan en el extranjero, han significado también fuertes caídas para varios estados de la República.
Base señaló que los estados en los que el poder de compra de las remesas cayó con mayor fuerza son, Sinaloa con un declive de16.39%; la Ciudad de México, de 16.22%; Nuevo León, de 12.55%; el Estado de México, de 9.96%, y Quintana Roo de 6.98%.