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Claudia Villegas y Yareth Arciniega
Para el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, quien en la última reunión de política monetaria de la Junta de Gobierno del Instituto Central emitió un voto en contra del más reciente ajuste a las tasas de interés, la evolución de los precios en la economía mexicana, la inflación, registra problemas de persistencia al alza, especialmente en la inflación subyacente, indicador que registra su nivel más alto en 14 meses.

Aún más, el subgobernador Heath aseguró en entrevista con Revista Fortuna que, desde las primeras semanas del año, estamos viendo un incremento en el precio de las mercancías, con lo que ha aumentado el ritmo de inflación en este segmento mientras los servicios simplemente no bajan.
¿Qué debe suceder para que se retome la trayectoria a la baja de la inflación subyacente, la cual muestra los cambios que se producen en los precios en el corto y en el medio plazo pero que también excluye los bienes y servicios con precios más volátiles, como alimentos y energía?
Heath explica que, si la inflación subyacente quiere retomar su trayectoria a la baja, el precio de los servicios tiene que empezar a disminuir a un ritmo mucho más rápido de lo que han estado sucediendo en esta primera parte del año.
Sin embargo, Heath agregó que la economía está observando que más del 60 por ciento de los genéricos de servicios aún tienen incrementos muy elevados. “Entonces no es simplemente uno que otro servicio aquí aislado”, aseguró el economista.
Entre las alzas que más resaltan, dijo, están la de los precios de los servicios alimenticios, restaurantes y similares, y después loncherías, torterías, fondas y taquerías, en donde se observan que el ritmo de los incrementos no sólo no está bajando, sino que ha estado subiendo. De hecho, apuntó, este rubro había logrado estar por debajo de 8 y la última lectura vuelve a subir a 7.6 por ciento.
Durante la primera quincena de junio de 2025, los precios de fondas y taquerías (incluidos dentro de “restaurantes y servicios de alojamiento”) fueron uno de los principales motores de la inflación anual, con un aumento del 7.62?% respecto a junio de 2024. El incremento anual de fondas y taquerías en junio de 2025 rondó el 7–8?%, lo que indica una tendencia sostenida al alza en este segmento del consumo.
En junio, la inflación general en México se moderó a 4.32 por ciento anual, tras cuatro meses consecutivos de incrementos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Esta cifra representa una desaceleración respecto al mismo mes del año pasado, cuando el alza de precios fue de 4.98 por ciento.
No obstante, la inflación subyacente —que excluye productos con precios más volátiles como energéticos y alimentos frescos y que es clave para las decisiones de política monetaria— se aceleró a 4.24 por ciento anual, su nivel más alto en 14 meses.
Para el subgobernador del Banco de México, estos incrementos evidencian que, pese a que la inflación general se moderó, el costo de consumo en lugares de comida popular siguió al alza durante ese periodo.
Entonces aquí las preguntas que plantea como integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México:
- ¿Creo yo en las proyecciones que tenemos sobre la mesa? ¿Sí o no?
- ¿Creo que vamos a poder romper esta persistencia en la inflación de los servicios? ¿Sí o no?
Para Heath, como se establece en las minutas del Banco de México, las condiciones cíclicas de la economía (menor crecimiento) están en un momento en el que ya no deberían de existir presiones inflacionarias por el lado de la demanda, lo que significa que, tarde o temprano, la inflación de los servicios tiene que desinflarse.
“En la parte de mercancías juega un papel el tipo de cambio porque algunos precios de mercancías son importados y obviamente después de un periodo donde el tipo de cambio estaba aumentando, pues era lógico esperar que estos precios aumentaran, pero desde hace más de cuatro meses para acá, el tipo de cambio ya no está subiendo incluso ha bajado”, reflexionó el subgobernador del banco central.
By the Book, siempre
Al revisar cómo definió su voto disidente en la más reciente baja en tasas de interés por parte de la mayoría de votos en la Junta de Gobierno de Banco de México, Heath refirió que el régimen de política monetaria del Banco de México es el de inflación por objetivos con base a pronósticos.
“Si hay un manual ahí del Fondo Monetario que habla sobre este régimen, y si lo leen, ahí está un poco la teoría de cómo se deberían hacer las cosas, y vas a encontrar que nosotros hacemos prácticamente todo By the Book, o sea, hacemos tal como debería operar ese tipo de régimen”, recordó.
En ese manual y en los registros de la memoria histórica del Banco de México se establece que se necesita tener un conjunto de modelos macroeconómicos, de reglas monetarias y otros elementos, donde se construye un escenario base de aquí a dos años, que es más o menos el horizonte en el cual se considera que opera la política monetaria.
Así se construye el escenario base para discutir la decisión final de política monetaria, un escenario que emana de estos modelos:
“Básicamente lo que haces es que se forzas al modelo a que la inflación converge a tu meta de 3% en el horizonte en que opera la política monetaria, ocho trimestres. Entonces, por eso siempre vas a ver que la proyección del banco es una trayectoria que converge a una meta de 3%”, detalló.
“Pero el modelo también te dice, ok, si tú quieres que la inflación llegue a 3% en ese horizonte -endógenamente, te lo dice el modelo – ésta es la trayectoria de política monetaria que tú debes de seguir”, refirió respecto a la importancia de seguir el modelo de política monetaria, el más importante para el Banco de México.
La discusión al interior de la Junta de Gobierno del Banco de México durante la reunión de Política Monetaria comienza al colocar todos estos factores sobre la mesa.
“Básicamente la discusión gira alrededor de que si creemos en el escenario base que nos están presentando. En otras palabras, qué tan sólido creemos que son las proyecciones de la inflación, y también la trayectoria de política monetaria que nos va a llevar a ese 3%”, indicó Heath.
“Yo tengo mucha experiencia trabajando con modelos macroeconométricos, empecé mi carrera justamente en eso, y pues si algo he aprendido es que no hay que tomar lo que te dicen los modelos tal cual. Uno puede manipular el modelo que sea para que te diga lo que quieres que diga. Entonces hay que tener mucho cuidado y no tener una fe ciega en lo que te está proyectando el modelo”, refirió.
Y concluye: “Simplemente mi experiencia me dice que es muy difícil que la inflación vaya a converger al número que nos dice en el escenario base para fin de este año y estar ya en 3% para la segunda mitad del año entrante”.
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