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La cumbre del G-7 2025 será clave para definir la relación entre México y Estados Unidos. La atención está puesta en el primer encuentro cara a cara y las posibles conversaciones entre Sheinbaum y Trump. De acuerdo con la información adelantada por la propia mandataria mexicana, estas se centrarán en tres temas claves: migración, comercio y seguridad.
En materia migratoria, la política estadounidense mantiene operativos y redadas contra migrantes indocumentados, en su mayoría mexicanos, lo que ha generado preocupación en México. Durante el fin de semana, en Apetatitlán de Antonio Carvajal, Tlaxcala, la presidenta Sheinbaum aseguró que en su próxima reunión con Trump en el marco de la cumbre defenderá con firmeza a los mexicanos que viven en ambos lados de la frontera.
Destacó que representa al pueblo mexicano en su conjunto y que buscará mantener un diálogo basado en el respeto y la convicción, siempre en busca de acuerdos que beneficien a las naciones y a sus pueblos. La mandataria subrayó la importancia de la unidad y el respeto mutuo para fortalecer la relación bilateral.
Además, México insiste en la necesidad de un enfoque integral que atienda las causas profundas de la migración, como la pobreza y la violencia, y exige el respeto a los derechos humanos de los migrantes. También se busca fortalecer la protección consular y promover reformas migratorias dentro de Estados Unidos que reconozcan la contribución de los migrantes mexicanos.
En cuanto al comercio, aunque en el pasado Estados Unidos aplicó aranceles a productos mexicanos como el acero y aluminio, actualmente ambas naciones trabajan para preservar la estabilidad del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y evitar medidas que obstaculicen el intercambio comercial. Las negociaciones continúan para ajustar aspectos técnicos que permitan un flujo comercial fluido y equilibrado.
En materia de seguridad, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, afirmó que México y Estados Unidos firmarán próximamente una serie de acuerdos en este ámbito. Aunque aún no se tiene una fecha definida, el funcionario indicó que se espera que sea en un futuro próximo.
Durante una conferencia de prensa virtual, Landau explicó que varios secretarios estadounidenses visitarán la Ciudad de México para avanzar en la firma de estos acuerdos, que forman parte de una agenda pendiente entre ambos países.
Landau destacó que Estados Unidos y México enfrentan los mismos retos en seguridad y lucha contra los cárteles del narcotráfico. Señaló que las conversaciones se han desarrollado en un ambiente de respeto mutuo y reconocimiento a la soberanía nacional de ambas naciones.
Además, afirmó que habrá mayor cooperación que nunca y que existe voluntad de ambos lados para enfrentar de manera conjunta estos desafíos compartidos.
Pese a esto, el gobierno mexicano ha rechazado propuestas como la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas o cualquier intervención directa que afecte la soberanía nacional. En su lugar, se promueve la colaboración en inteligencia, operativos conjuntos y la extradición de líderes criminales.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta cumbre y las posibles decisiones que surjan, dado que estas tendrán un impacto significativo en la estabilidad regional y en la vida de millones de personas.
La Cumbre del G-7: prioridades y diálogo ampliado
La 51ª Cumbre del G-7, que se realiza del 15 al 17 de junio en Kananaskis, Alberta, Canadá, fue convocada por el primer ministro canadiense Mark Carney, quien estableció tres prioridades fundamentales para esta edición.
Entre ellas se encuentran la protección de comunidades y la seguridad global, enfocada en fortalecer la paz internacional, combatir la delincuencia transnacional y mejorar la respuesta conjunta a desastres naturales.
Otro eje del G-7 es la seguridad energética y la transición digital, que busca robustecer las cadenas de suministro de minerales esenciales y promover el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para impulsar el crecimiento económico sostenible.
Finalmente, las alianzas del futuro, que buscan catalizar inversión privada para infraestructura resiliente, creación de empleos mejor remunerados y apertura de mercados dinámicos.
Además de los países miembros —Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos— y la Unión Europea, Canadá extendió invitaciones a varios países no miembros, entre ellos México, representado por la presidenta Claudia Sheinbaum, así como Brasil, India, Ucrania, Australia, Corea del Sur, Sudáfrica y Arabia Saudí.
Esta ampliación busca diversificar el diálogo y abordar desafíos globales actuales, como el cambio climático, la migración y las tensiones geopolíticas.
Temas adicionales en la agenda incluyen la búsqueda de una paz justa para Ucrania y otras regiones en conflicto, la seguridad económica frente a tensiones con China, y la defensa de la democracia y los derechos humanos.
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