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La gobernadora advirtió que el entorno de incertidumbre y los cambios de política podrían generar presiones al alza sobre la inflación si el tipo de cambio se deprecia, o si se encarecen los insumos. Una posible menor actividad económica también podría implicar riesgos en la dirección contraria, por lo que la ruta de los efectos es incierta.
Los niveles de inflación que se observan actualmente son similares a los que se registraron en promedio antes de la pandemia, por lo que el Banco de México considera que los retos actuales se pueden enfrentar con una tasa de referencia menor, de acuerdo con una entrevista realizada por El Financiero a la gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez, publicada el lunes
La funcionaria advirtió que, si bien se considera que hay espacio para una baja de tasa subsecuente, se procurará por el momento que la postura monetaria continúe siendo restrictiva.
Precisó que en la calibración de la postura monetaria tomarán en cuenta los efectos de la debilidad observada en la actividad económica.
Acerca de su percepción del ambiente en el seno de la Junta de Gobierno del Banxico expresó que la decisión unánime que tomaron en esta ocasión de bajar la tasa en 50 puntos base, a 8.50 por ciento, refleja la coincidencia que tienen dentro de este órgano de que es adecuada una menor restricción.
Metas
Recalcó que en esta nueva etapa pretenden llevar los niveles promedio de inflación a la meta de 3 por ciento. Explicó que entre marzo y abril se observó un incremento en la inflación general que provino de un aumento en la inflación subyacente.
Actualmente, con el último dato que se tiene de abril, ambas, tanto la inflación general como la subyacente, están en 3.93 por ciento. La economista destacó que la inflación general se sitúa todavía por debajo del promedio que tuvo entre 2013 y 2019.
“Se ha ubicado dentro del intervalo de variabilidad en torno a nuestra meta del 3 por ciento en lo que va del año. Y en cuanto a la inflación subyacente, ya tiene varios meses por debajo del 4 por ciento”.
Ambos índices, tanto el general como el subyacente, están muy lejos de los máximos que se vieron en el episodio inflacionario a mediados o finales de 2022, por arriba de 8 por ciento, enfatizó.
El banco central continúa anticipando que la inflación general converja al 3 por ciento en el tercer trimestre de 2026 y que la subyacente alcance ese nivel en el segundo trimestre del mismo año.
Presiones hacia adelante
Rodríguez Ceja advirtió que el entorno de incertidumbre y los cambios de política podrían generar presiones al alza sobre la inflación si el tipo de cambio se deprecia o si se encarecen los insumos.
Sin embargo, una posible menor actividad económica también podría implicar riesgos en la dirección contraria, por lo que la ruta de los efectos es incierta.
“Por lo pronto no podemos adelantar conclusiones, el panorama inflacionario ha mejorado y esto es lo que nos permite señalar de esta manera la guía futura en el comunicado que publicamos en esta semana”, reiteró.
En dicha guía Banxico está previendo que el entorno inflacionario les permitirá continuar con el ciclo de recortes a la tasa de referencia en otros 50 puntos base en su próxima decisión de política.
La economista expuso que la autoridad monetaria ha procurado mantener un balance, entre reconocer los riesgos existentes, pero también en evitar adelantar consecuencias sobre posibles resultados de las medidas anunciadas por el gobierno de Estados Unidos, que han añadido incertidumbre a nivel global, pero que han venido cambiando.
Compensación
En contraste, Rodríguez Ceja destacó que la debilidad que ha mostrado la actividad económica en México y la atonía que están previendo para el resto del año, implican mayores condiciones de holgura y, por lo tanto, menores presiones inflacionarias por el lado de la demanda.
“Otro elemento que señalamos es que el tipo de cambio se ha mantenido resiliente, aún en este entorno de incertidumbre ante las tensiones comerciales. Y también hemos observado que ha tenido una apreciación”, abundó.
Sobre la reunión que sostuvo hace unos días con banqueros centrales en el marco de las reuniones del Banco de Pagos Internacionales, comentó que coincidieron en lo complejo e incierto que es el entorno que se enfrenta a nivel global, en el que las perspectivas de crecimiento se han deteriorado a nivel mundial.
Agregó que distintos banqueros centrales manifestaron su preocupación por los efectos de la incertidumbre sobre la inversión, ya que esto dificulta la toma de decisiones de los agentes económicos.
Dijo que también conversaron sobre cómo podrían reconfigurarse las cadenas productivas globales.
“Desde nuestro punto de vista, pude compartir cómo para el caso de nuestro país, el comercio que se realiza a través del T-MEC, el Tratado de Libre Comercio que tenemos con Estados Unidos, por el cual el país ha recibido un trato preferencial y esto abre la puerta para que hacia delante mantengamos una integración productiva con nuestros socios norteamericanos, que incluso podría fortalecerse en la medida en que más empresas utilicen el tratado que está vigente para sus exportaciones”, refirió.