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Violatoria de derechos humanos, la pobreza en México es un flagelo insuperable. Las cifras muestran que hay 28 millones de personas sin acceso a la alimentación, la mayoría en el sector rural y de origen indígena. En tanto, 81 millones de mexicanos padecen por lo menos una carencia social: salud, educación, vivienda o seguridad social.
Las cifras que revelan la miseria del país varían de acuerdo con los índices de medición a los que se haga referencia. Si se habla de Atención a Zonas Prioritarias, los números llegan a más de 800 municipios; pobres extremos, 11.7 millones de personas; pobres moderados, 52 millones de mexicanos; sin acceso a la alimentación 28 millones, y 81 millones de personas con al menos una carencia social.
Mientras los índices de desarrollo humano al principio de la administración de Felipe Calderón indicaban que había 11 demarcaciones en el país en condiciones de vida similares a los del África Subsahariana, a finales de su mandato se reportan 125 como los municipios más marginados.
Esto, pese al depósito millonario de recursos en el programa Oportunidades (principal en el combate a la pobreza) con 162 mil 893 millones 320 mil pesos en este sexenio y una deuda con el Banco Mundial enfocada en proyectos de combate a la pobreza por 45 mil 486 millones.
En su último Informe de Gobierno, Felipe Calderón Hinojosa presume que “el gobierno federal, a través de su política social encaminada a combatir la pobreza, promueve acciones dirigidas a superar las barreras que limitan las oportunidades de las personas y les impiden dejar su condición de rezago. Así, el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades –cuyos recursos se incrementaron durante cada año del sexenio– ha coadyuvado a que las familias en condición de pobreza y marginación mejoren su bienestar a través de apoyos para la formación de capital humano”.
En la Iniciativa de Apoyo Integral para la Superación de la Pobreza de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) el gobierno federal acepta que no obstante los “esfuerzos” realizados a través de programas gubernamentales, de la sociedad civil, empresas y fundaciones, no se ha logrado superar la pobreza en el país.
El Informe sobre Desarrollo Humano de los Pueblos Indígenas en México –publicado a principios de este sexenio por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)– indica que en “México viven un gran número de pueblos y comunidades indígenas que han logrado preservar su identidad y su lengua. Sin embargo, se han caracterizado por ser el grupo poblacional con mayor rezago y marginación. Su situación no sólo se debe al acceso diferenciado que han tenido a los bienes públicos, sino también a la discriminación y exclusión de las que han sido objeto”.
Las carencias de los mexicanos
Informes oficiales evidencian que en México hay 28 millones de personas que no tienen acceso a la alimentación, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Casi una cuarta parte del país no tiene ni para comer.
La Medición de pobreza 2010 a nivel nacional del Conevalindica que durante 2008 había 23.8 millones de personas sin acceso a la alimentación. Es decir, el 21.7 por ciento de la población. Para la última medición en el sexenio de Felipe Calderón, 4.2 millones de mexicanos se sumaron a este rubro. Con ello, el 24.9 por ciento de la población tiene dificultades para conseguir qué comer.
Además, 35.8 millones de mexicanos carecen de servicios de salud y representan el 31.8 por ciento de la población. Según el organismo público, este porcentaje se redujo en nueve puntos al pasar de 44.8 millones (40.8 por ciento) a los más de 35 millones.
El rezago educativo en México lo padecen más de 23 millones de personas. El informe muestra que bajo esta situación había 24.1 millones de personas (21.9 por ciento) en 2008. La cifra disminuyó en 0.9 por ciento al llegar a 23.2 millones en 2010.
En el rubro de “carencia en el acceso a la seguridad social” se encuentran 68.3 millones de mexicanos. Las cifras reportadas para 2008 muestran que para este periodo se registraban 71.3 millones.
El acceso a los servicios básicos de la vivienda está limitado para 18.5 millones de mexicanos. Según el Coneval, los registros oficiales en 2008 eran de 21.1 millones de personas. En tanto, la “carencia en el acceso a la calidad y espacios de la vivienda” la toleran 17.1 millones de mexicanos.
El organismo público que depende de la administración federal enfatiza que la pobreza extrema se incrementó en tan sólo dos años en casi dos puntos porcentuales. “Entre 2008 y 2010 la población en pobreza pasó de 44.5 por ciento a 46.2 por ciento, lo que representa un incremento de 48.8 a 52 millones de personas. En el mismo periodo, la población en pobreza extrema pasó de 10.6 por ciento a 10.4 por ciento; en términos del número de personas en situación de pobreza extrema, éste se mantuvo en 11.7 millones”.
Fracaso de Oportunidades
Julio Boltvinik Kalinka, profesor e investigador en el Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex), asegura que al gobierno de Felipe Calderón no le interesó atender el tema de la pobreza.
El doctor en ciencias sociales critica al principal programa de combate a este flagelo: Oportunidades, operado por la Sedesol, ya que fue pensado para que los niños y jóvenes alcanzaran niveles educativos más altos con las becas que da el programa, pero sin acceso al mercado laboral una vez terminados los estudios.
“Las familias pueden recibir más de 2 mil pesos al mes. Una cifra sustancial, con un apoyo alimentario muy bajo. Les dan un poco de acceso a la salud en el medio rural porque incluye un paquete de medicamentos. Con esta idea se planeó el programa que propone que estudiando más los jóvenes ya no serían pobres, pero a los 10 años de evaluación los resultados son terribles”, explica.
Para Julio Boltvinik Kalinka no basta con aumentar los índices en educación, salud y alimentación; es muy importante que la economía crezca y ofrezca empleos bien remunerados. “Debe haber auge en la actividad agropecuaria. Si no hay apoyo para sembrar, riego y todo lo que antes hacía el mexicano en el medio rural, cómo va a prosperar la agricultura, sector en donde se encuentran los más pobres del país. Hay una crisis acompañada por el desinterés del presidente de la República en el tema de pobreza”.
Aumento de la pobreza
Un estudio realizado por el doctor en ciencias sociales, en conjunto con un equipo de investigadores, evidencia que el 81 por ciento de la población se encuentra en algún nivel de pobreza.
El documento Evolución de la pobreza y la estratificación social en México y el Distrito Federal 1992-2010 expone que con datos proporcionados por el Coneval y resultado de la intersección de la pobreza multidimensional de 46.2 por ciento, el 74.9 por ciento por Necesidades Básicas Insatisfechas (que ahora se llaman “con una o más carencias sociales”) y 52 por ciento “con ingreso inferior a la línea de bienestar, la pobreza definida según el criterio de unión, daría 81.7 por ciento de pobreza. De ahí resulta que sólo 18.3 por ciento de la población no es pobre multidimensional y tampoco es vulnerable.
Además, hace una comparación porcentual del incremento de pobreza en los últimos dos sexenios, de lo que resulta que “la pobreza de patrimonio de la metodología aplicada durante el gobierno de Vicente Fox que era de 53.1 por ciento de la población en 1992, y similar en 1994 (52.4 por ciento), aumenta bruscamente con la crisis de 94-95 [sic] hasta 69 por ciento en 1996 (casi 17 puntos porcentuales); baja después casi continuamente hasta 2006 en que llega a 42.6 por ciento, casi 26 puntos porcentuales menos, pero repunta en 2008 a 47.4 y a 51.3 por ciento en 2010 (un repunte en cuatro años de casi nueve puntos porcentuales), por lo cual en 2010 su nivel es sólo 1.8 puntos porcentuales menor que en 1992 (3.4 por ciento menos)”.
El investigador enfatiza que en el periodo 2000 a 2006, la pobreza patrimonial en el medio rural bajó 14.5 puntos porcentuales (de 69.2 por ciento a 54.7). Fue una baja “espectacular” para el periodo, dice.
Sin embargo le siguió un aumento durante 2004-2010, al pasar de 41.1 por ciento en 2004 a 45.5 en el medio urbano, y de 54.7 a 60.8 en las zonas rurales. El alza, expone la investigación, se encuentra asociada al alto incremento en losprecios de los alimentos.
Pobreza alimentaria, de capacidades y patrimonial
El Coneval también demuestra el incremento de la pobreza en este sexenio, a través de su medición: alimentaria, de capacidades y patrimonial. El aumento fue de hasta 6.5 millones de personas en el primer rubro.
De las personas que no tienen ingresos para adquirir sus alimentos, el organismo de la administración federal registró en 2006 a 14.7 millones de mexicanos, cifra que saltó a 21.2 millones en 2010.
La “pobreza de capacidades” –insuficiencia del ingreso disponible para adquirir el valor de la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios en salud y educación– pasó de 22.1 millones de mexicanos en 2006 a 30 millones en 2010.
En tanto, la “pobreza patrimonial” –sin recursos para adquirir la canasta alimentaria, así como realizar los gastos necesarios en salud, vestido, vivienda, transporte y educación– registró en 2006 a 45.5 millones de personas a 57.7 millones en 2010.
Hans Georg Petersen, académico de la Universidad de Potsdam, Alemania, asegura que “la pobreza es una violación de los derechos humanos y eso significa, en el contexto global, que todos tenemos la obligación de combatirla, en especial si los ciudadanos están viviendo en países ricos”.
Programas oficiales paliativos de la pobreza
Según el capítulo “Igualdad de Oportunidades” del Sexto Informe de Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, “la política social de esta administración ha tenido como principal objetivo erradicar la pobreza extrema en nuestro país y cerrar las brechas de la desigualdad”.
El último informe presidencial panista asegura que esta administración ha ampliado y reforzado programas sociales que han tenido un impacto positivo a través de la asignación de mayores recursos. Dentro de estos programas destacan: Oportunidades, Seguro Popular de Salud, Programa de Apoyo Alimentario, Becas para Educación Superior, Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias, Programa de Abasto Social de Leche, Programa de Abasto Rural, entre otros.
Araceli Damián González, investigadora por El Colegio de México, dice que en realidad la política que siguió el PAN (Partido Acción Nacional) es la continuación de lo que habían realizado los gobiernos priístas: “un esquema en el que el Estado se coloca como un proveedor de mano de obra barata”.
Lo anterior ocurre al establecer en su prioridad: dar educación básica, un nivel mínimo de salud, alimentación, tratar de incorporar a los pobres extremos al mercado laboral con salarios muy bajos, una pérdida del poder adquisitivo muy fuerte. La especialista advierte que esta situación se va a agravar por el aumento de los precios de los alimentos. Y continúa:
“Los programas no los podemos ver como efectivos en la superación generacional de la pobreza porque los becarios de Oportunidades tienden a salir de sus comunidades en busca de mejores condiciones de vida, ya que no se crean los empleos en los lugares de origen.
“Los programas se han convertido en un paliativo para no dejar morir de hambre a los más pobres o por enfermedades curables. Es un juego de la incapacidad del Estado para crear mejores condiciones de vida, al mismo tiempo que los coloca en un nivel políticamente aceptable de educación y salud.”
Más de 800 zonas prioritarias
En diciembre de 2011, el Ejecutivo federal y el Congreso de la Unión emitieron una lista de más de 800 comunidades que requieren “atención prioritaria” debido a los índices de marginación que ahí se registran.
El gobierno federal declaró Zonas de Atención Prioritaria Rurales a 849 municipios que se encuentran en 22 entidades federativas, de las cuales 441 son zonas de muy alta marginación y 408 son de alta marginación y registran una población de 11 millones de habitantes.
El decreto, emitido el 12 de diciembre de 2011, indica que las Zonas de Atención Prioritaria Urbana se distribuyen en 335 mil 418 manzanas en 2 mil 105 localidades urbanas de 1 mil 259 municipios.
Los 10 municipios que encabezan esta declaratoria son: Cochoapa el Grande, Guerrero; Batopilas, Chihuahua; San Juan Petlapa, Oaxaca; Del Nayar, Nayarit; Mezquital, Durango; Sitalá, Chiapas; Metlatónoc, Guerrero; San José Tenango, Oaxaca; José Joaquín de Herrera, Guerrero; Mixtla de Altamirano, Veracruz.
Silvia Núñez García, directora del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte, de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que “los problemas que tiene nuestro país son de índole estructural. Es necesario generar nuevas políticas públicas que sigan favoreciendo a los más vulnerables”.
Los más pobres
Chiapas es el estado con más personas en situación de extrema pobreza, con 1millón 581 mil personas en esta condición, así lo revela el informe Grado de rezago social y lugar que ocupan las entidades federativas según su índice de rezago,del Coneval.
El informe oficial indica que las 10 entidades con más gente en situación de extrema pobreza son: Veracruz, 1millón 386 mil; Estado de México, 1 millón 240 mil; Oaxaca, 1 millón 14 mil; Guerrero, 977 mil; Puebla, 864 mil; Michoacán 551 mil; Guanajuato, 445 mil; San Luis Potosí, 380 mil y Jalisco 362 mil.
En tanto, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, de la Cámara de Diputados, indica que en 2010 se registraron 125 municipios con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH) en el país. Es decir, 1 millón 553 mil 433 personas. De éstos, 77.7 por ciento de la población habla alguna lengua indígena.
El informe Condiciones sociales de la población indígena e inversión federal en los 125 municipios con menor Índice de Desarrollo Humano indica que “la población indígena es doblemente vulnerable: por un lado, dada la condición de pobreza en la que viven y, por otro, por su condición de indígenas”.
En septiembre de 2012, la revista Contralínea publicóque “durante 2009 y 2010 el gobierno mexicano redujo hasta en un 50.7 por ciento las inversiones para beneficiar el desarrollo humano de las comunidades indígenas, comparado con la inversión de 5 mil 497 millones de pesos que realizó en este mismo sector durante 2008” (edición 302).
Lo anterior significa que la reducción presupuestal afectó necesidades de salud, educación y previsión social en comunidades indígenas de Chiapas, Durango, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Veracruz.