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En línea con los múltiples mensajes que el presidente Donald Trump ha realizado desde enero, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró el miércoles que EU retrasará por un mes la tarifa del 25% sobre los automóviles que envían sus socios comerciales dentro del T-MEC, México y Canadá. Advirtió también que los “aranceles recíprocos seguirán entrando en vigor el 2 de abril”.
Los aranceles estadounidenses de 25% impuestos a partir del 4 de febrero sobre las mercancías que México envía a Estados Unidos, más del 80% de sus ventas de exportación, con una creciente incertidumbre sobre las relaciones comerciales a cuestas, están empeorando “significativamente” el entorno empresarial de las compañías mexicanas con presencia internacional, alertó el miércoles la calificadora Fitch Ratings.
El panorama “exacerba las preocupaciones macroeconómicas y amenaza las perspectivas de deslocalización (nearshoring) de México”, aseveró la agencia de riesgos crediticios, una de las tres calificadoras de mayor influencia a nivel mundial junto con Moody´s y S&P Global.
Asevera que la mayoría de las empresas mexicanas que compiten en las grandes ligas “aún no ha incorporado el impacto de los aranceles estadounidenses en sus proyecciones de ganancias”. Los aranceles afectarán de inmediato a los proveedores de automóviles y al sector industrial diversificado de México, dado el alto nivel de integración que tienen con la cadena de suministro estadounidense.
“Los sectores diversificados de la Industria y el (sector) automotriz se verán afectados de manera más directa, y los emisores (compañías) que ya tienen perspectivas de calificación negativas serán los más vulnerables”, apuntó Fitch.
Además, una recesión interna, “cada vez más probable, afectaría ampliamente a otros sectores corporativos, como la construcción de viviendas, la construcción y el comercio minorista discrecional”, acusó.
El miércoles en conferencia de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt anunció que EU retrasará por un mes la tarifa del 25% sobre los automóviles que envían sus socios comerciales dentro del T-MEC -México y Canadá-, la cual cobrarían vigor ayer.
En respuesta a las preguntas de los medios, la funcionaria dijo que la determinación se tomó después de que la Administración Trump tuvo comunicación con las tres mayores armadoras de vehículos, “big three”, General Motors (GM), Ford y Stellantis.
La portavoz agregó que los “aranceles recíprocos seguirán entrando en vigor el 2 de abril”, que refieren las consideraciones de Washington de aplicar barreras arancelarias y no arancelarias en su comercio internacional.
Industria Automotriz: daño en cadena
Fitch apuntó que las armadoras mexicanas trasladarán los costos incrementales derivados de las tarifas estadounidenses a sus clientes OEM (Original Equipment Manufacturer), esto es, los fabricantes de equipos originales que proveen a la Industria.
Este grupo económico, a su vez, aumentará los precios para compensar, repercutiendo en los precios para el consumidor final. Precios más altos “conducirán a menores ventas y producción, lo que aumenta el riesgo de (una caída de) volumen de los proveedores”, señaló Fitch.
La agencia de riesgos crediticios califica a las armadoras Honda, con “A”, y una Perspectiva Estable; Stellantis, con “BBB+” y una Perspectiva Negativa, y a General Motors, con “BBB” y una Perspectiva Positiva, con grados de inversión en todos los casos. La ensambladora por debajo del grado de inversión es Nissan, con “BB+” y una Perspectiva Negativa. Cada una de ellas tiene una fuerte participación tanto en el mercado de México como el de Canadá.
Las calificaciones internacionales de la agencia -la referencia que toman en cuenta los acreedores para verificar la salud crediticia de una compañía-, en el caso de México, “están fuertemente sesgadas hacia el grado de inversión bajo a medio”.
La calificación de grado de inversión “BBB-“, donde se encuentra el Soberano México, representa más de un tercio de la cartera que supervisa Fitch. Aparte, el 11% de la cartera con calificación internacional tiene perspectivas de calificación Negativas.
“Las empresas calificadas por Fitch en México también incluyen varios proveedores de automóviles que se verán directamente afectados por los cambios arancelarios”. Agrega dos casos en especial, el del productor de soluciones para la industria automotriz, la regiomontana Nemak, además de Metalsa.
Nemak a su vez corre el riesgo de una rebaja “a alto rendimiento”, dijo Fitch, citando una publicación propia reciente (Global Corporates Credit on the Cusp Monitor).
Para otros sectores corporativos mexicanos la exposición directa a los aranceles estadounidenses es de moderada a baja, “mitigada por la diversificación geográfica y de productos o el acceso a mercados alternativos”.
Sin embargo, las proyecciones de ganancias netas para los corporativos mexicanos en su conjunto están sesgadas a la baja; “la mayoría de las empresas mexicanas aún no han incorporado el impacto de los aranceles estadounidenses en sus proyecciones de ganancias”.
Además, de acuerdo con Fitch, muchos emisores o compañías también habían asumido que la actividad económica se recuperaría en el segundo semestre de 2025. El entorno arancelario actual, con la perspectiva de que la economía mexicana pueda caer en recesión, lo dificulta.